The mussel zebra is extending after failing the expensive plans and projects to restrain the plague
Mon, 15/06/2009
El mejillón cebra continúa su expansión por el Ebro, a pesar del dinero que Confederación Hidrográfica del Ebro, Gobiernos autonómicos y Ministerio de Medio Ambiente han gastado en su erradicación. Desde que en el año 2001 se detectarán las primeras larvas de este molusco en el embalse de Ribarroja, se han gastado en intentar acabar con este pequeño molusco varios millones. Unas actuaciones que no están teniendo mucho éxito si tenemos en cuenta que el mejillón cebra se está generalizando. Es muy difícil dar una cifra concreta del dinero que se ha invertido en acabar con este molusco invasor. Sin embargo, las pérdidas que ha ocasionado son millonarias. Una vez que se supo que la Cuenca estaba afectada, se realizó un informe que detallaba que hasta el año 2025 sería necesario invertir más de 40 millones para acabar con esta especie. Unos datos que, según apuntan desde la CHE, se han quedado anticuados, por lo que se va a realizar un nuevo estudio que especifique el dinero invertido en esta actuación. Sólo el pasado año, la Confederación Hidrográfica del Ebro gastó casi un millón y medio de euros en medidas de control y prevención. A eso habría que sumar el desembolso que hacen los ayuntamientos afectados o las comunidades de regantes. También el Gobierno central ha destinado, a través del Plan E, unos cinco millones de euros para luchar contra las especies invasoras en el Ebro. Inversiones cuantiosas que por el momento no han dado el éxito esperado. Además, varias empresas privadas como Endesa, afectada directa por las centrales hidroeléctricas que tiene en Aragón, también han apoyado económicamente la causa contra el molusco. En 2001 su presencia se limitaba a Cataluña, pero ahora está presente no sólo en el río Ebro —incluido su tramo alto— sino también en sus afluentes, en embalses y en canales de derivación. Afecta ya a decenas de industrias, riegos y abastecimientos de la cuenca. La mayor parte de las instalaciones colonizadas por este molusco invasor pertenecen a usuarios del eje Ebro y del Canal Imperial. Sin embargo, también se están empezando a detectar problemas en redes y tuberías de algunos afluentes como el Guadalope o el Guadalopillo. La pasada semana, la Comunidad de regantes de Alcañiz y Calanda informaron que habían logrado controlar la expansión de este molusco es el Canal de Calanda, pero tampoco lograron su erradicación. La plaga afecta a Zaragoza El mejillón cebra, una especie tremendamente dañina por las alteraciones ambientales que provoca y por su capacidad para obstruir tuberías, fue detectada en el Bajo Ebro en 2001. Tres años más tarde, se encontraron larvas en Mequinenza, y en la actualidad la capital aragonesa es una de las ciudades más afectadas por esa especie invasora. Así, además de extenderse por el río Ebro ha llegado a una de las redes de tuberías de Pla-Za, la plataforma logística de Zaragoza. A pesar de que por el momento no ha afectado a ninguna de las empresas, este verano se va a poner en marcha un plan de choque para intentar limpiar las tuberías y acabar con la presencia de este molusco en la zona. Lo daños que podría causar son abundantes, ya que Pla-Za, cuenta con un gran número de industrias y un gran centro comercial, el mayor de toda la ciudad. Por el momento, su presencia se limita a la red de agua industrial, ya que el agua de boca pasa por una planta de tratamiento donde se erradican todo tipo de larvas. La última de las actuaciones para intentar acabar con este molusco, que se cree viene del mar Caspio, es el uso de «biobalas», una especie de cápsulas con una sustancia letal para el mejillón cebra y que no dañan el ecosistema.