If the ACA to apply the real costs of water, the receipt will triple

Wed, 10/06/2009

Expansión


Si los ciudadanos de Barcelona tuvieran que pagar el coste real del agua que consumen (sin tener en cuenta la inversión de las infraestructuras), su factura se multiplicaría por tres. El director de Planificación para el Uso Sostenible del Agua de l'Agència Catalana de l'Aigua de la Generalitat (ACA), Gabriel Borràs, se mostró ayer partidario de repercutir estos costes en el precio del agua progresivamente hasta 2015, una medida que considera "necesaria para cubrir los costes de explotación".
Borràs participó ayer en el III Ecuentro Especializado del sector del Agua en Catalunya organizado por Unidad Editorial y patrocinado por Befesa y Sener. En las jornadas, que se celebraron en Barcelona, se debatió sobre la política del agua: su gestión, planificación y financiación.
Borràs considera que "existe un decalaje entre el coste real y el precio que se paga por el agua en Catalunya". Los requisitos ambientales crecen, explica el directivo de la ACA, igual que las exigencias sanitarias y los costes energéticos, apunta. Para cubrirlos, explica, se debería poder trasladar a la factura final. Y recuerda que según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un 96% de la población estaría dispuesta a pagar más por el agua siempre que esta sea de calidad.
Borràs explicó también que el gasto en infraestructuras que se tuvo que hacer frente en 2008 por el periodo de sequía que azotó Catalunya, no fue financiado por el Govern, sino que supuso una deuda total de 187 millones de euros a asumir por la ACA. Borràs recordó que el endeudamiento neto previsto para el periodo 2006-2010 se incrementará hasta los 576,34 millones de euros, que, sumado a endeudamiento de Aigües Ter-Llobregat (ATL), suma 1.072 millones de euros
Inversiones
De los 5.207 millones de euros que debían invertirse en el periodo 2006-2015, ya se ha ejecutado un 41%, 2.152 millones de euros en total. Durante este año se prevé que se pongan en funcionamiento grandes infraestructuras para recursos hídricos en Catalunya, como la desalinizadora del Prat de Llobregat. El conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar, que visitó el lunes las instalaciones, aseguró que, a pesar de que el coste del agua procedente de la desaladora es mayor que el procedente del Llobregat (unos 0,36 euros por metro cúbico frente a 0,17 euros por metro cúbico), "de momento no se repercutirá en el recibo del agua".
El coste de no tener agua
"Lo más caro es no tener agua" afirmó ayer en las jornadas el director general del ACA, Manuel Hernández, que recordó el periodo de sequía que vivió el año pasado Catalunya. La agencia ultima la elaboración de un estudio que se publicará en septiembre y que analiza el impacto que supondría sobre la economía catalana entrar en periodo de emergencia por sequía durante un año. Este escenario hipotético, que conllevaría cortes de suministro domiciliarios, supondría una reducción de seis puntos porcentuales en el PIB, adelantó ayer Borràs. Por ello, el ACA reclama los 3.100 millones de euros para sufragar las infraestructuras necesarias para garantizar el agua en Catalunya, "un importe que no alcanzaría el dos por ciento del PIB", recordó Borràs.
La directora general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Marta Morén, que también participó en las jornadas, anunció que el Gobierno está buscando alternativas de financiación para las infraestructuras de agua. Morén explicó que la reducción de los fondos europeos ha llevado a la necesidad de buscar en el sector privado. Por ello, se están estudiando las obras proyectadas y buscando empresas que quieran financiarlas.
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