En el texto se denuncia que trasnacionales como Coca-Cola y FEMSA representan los dos principales malos ejemplos de destrucción y saqueo de los recursos hídricos del país.
Los autores del Centro de Análisis Social, Información y Formación Popular (CASIFOP) afirman que se trata de dos grandes monopolios que sobre todo crecieron considerablemente al amparo de la Comisión Nacional del Agua, durante la administración del presidente Vicente Fox.
En el libro se precisa que en el 2007 el negocio del agua embotellada proporcionó ingresos a los productores nacionales por dos mil 778 millones de dólares, con un crecimiento en cuanto a réditos de más de 223 millones en comparación con el 2006.
Los analistas de CASIFOP Octavio Rosas y Gonzalo Flores puntualizan en su evaluación que esas dos principales embotelladoras mantienen, sin embargo, un manejo poco transparente en sus operaciones.
En Embotellados se argumenta que México es el segundo consumidor a nivel mundial de este producto, incluidos refrescos, detrás de los Emiratos Árabes.
A nivel latinoamericano y caribeño, los autores argumentan que México consumió en el 2007 el 52 por ciento del agua embotellada que se vendió en la región.
En el estudio se precisa a su vez que cuatro grandes consorcios monopolizan la distribución del 40 por ciento (más de 310 millones de litros) solo del agua purificada que se consume en México. El resto de ese mercado de más de 100 millones de habitantes se lo reparten otras 450 empresas medianas y chicas.