The water of the last transfer doesn´t arrive to the Tables of Daimiel

Mon, 08/06/2009

ABC

Las previsiones de que el agua procedente del último trasvase Tajo-Segura —de veinte hectómetros cúbicos aprobado el pasado mes de abril— llegue al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, son cada vez menos optimistas, pues se encuentra todavía a trece kilómetros de distancia.Las escasas lluvias caídas en los últimos meses han afectado especialmente a un paraje muy sensible: el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real). De sus cerca de 1.750 hectáreas sólo 18 están encharcadas en la actualidad, lo que representa menos del 2% de su superficie total. El trasvase de veinte hectómetros cúbicos fue aprobado el pasado 21 de abril por el Consejo de Ministros y días después comenzó su recorrido hacía el Parque Nacional.Estaba previsto que éste concluyera a finales del mes de junio, momento en el que concluiría la derivación de agua con destino a las Tablas de Daimiel. Según distintas fuentes consultadas por Efe, el agua que discurre por el cauce del río Gigüela avanza a unos trescientos metros al día, por lo que en la actualidad, se encuentra a unos trece kilómetros de distancia del Parque Nacional. En concreto, el frente de agua se puede observar en torno a las inmediaciones del municipio de Arenas de San Juan (Ciudad Real). En la última semana, el agua ha avanzado unos tres kilómetros, pues en los últimos días del mes de mayo se encontraba a dieciséis kilómetros del Parque Nacional. El discurrir del agua por el tramo final de su recorrido, según indicaron las mismas fuentes, «es mucho más lento de lo que todo el mundo deseamos». El recorrido del agua por el último tramo del río Gigüela es el más complicado, porque, tal y como reconoció el propio presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Eduardo Alvarado, existen zonas que se convierten en «auténticas esponjas», que filtran el agua hacía el subsuelo. Acuífero 23 La realidad hidráulica del río no es la más favorable en este tramo, donde en los años setenta se llevó a cabo el encauzamiento del Gigüela perforándose las capas impermeables que ahora favorecen la infiltración del agua al acuífero 23. La aparición de lluvias que humedezcan el cauce del río y la bajada de las temperaturas son los únicos elementos que pueden favorecer que el discurrir del agua hasta su destino final sea posible, reconocieron las fuentes consultadas. El anterior trasvase realizado al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en 2007, fue de 10 hectómetros cúbicos, de los que sólo llegaron 1,5 hectómetros.