Ecologists denounce the bad quality of the national plans of water management
Fri, 29/05/2009
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) y la Oficina Europea para el Medio Ambiente (EEB), que agrupa a numerosas organizaciones medioambientales, denunciaron hoy la mala calidad de los planes nacionales de gestión de agua.
Según un informe elaborado por ambas organizaciones, las medidas comunitarias para preservar los ríos y proteger el futuro del agua no tendrán el efecto esperado debido a que los planes nacionales de gestión de cuencas son "pobres e inadecuados".
WWF y EEB identifican cinco prioridades que deben ser abordadas con urgencia si se quiere lograr una gestión sostenible del agua.
Señalan que la gestión debe ser transparente y depender de las autoridades públicas, que se debe conceder más espacio a las cuencas, lograr un agua saludable y de calidad y reformar las políticas de gestión.
Ninguno de los planes estudiados se concentra lo suficiente en estos objetivos, según las organizaciones, si bien algunos como el del Tajo, el Rin, el Loira o el Mosa incluyen prácticas positivas en alguna de estas áreas.
En España, los planes analizados -Baleares, Duero y Tajo- reciben una calificación negativa en prácticamente todos los aspectos.
Los ecologistas critican que los países de la UE posterguen la adopción de las medidas adecuadas y dediquen una dotación demasiado reducida a los mecanismos para mejorar la calidad del agua.
Desde EEB, Pieter de Pous opina que en interés de la agricultura y la industria habría que reforzar la seguridad de suministro de agua, pero indica que los planes nacionales contienen pocas medidas para reducir el consumo de agua, un factor preocupante sobre todo en países como Italia y Grecia, donde cada vez hay más escasez.
Entre los estados más activos en la mejora de la gestión, figura Holanda, que está empezando a poner en marcha iniciativas para conceder más espacio a los ríos y hacer frente el cambio climático.
La contaminación del agua y las medidas para mejorar la eficiencia son otros dos de los grandes ausentes en los planes de gestión.
De aquí a finales de año (cuando los planes nacionales tienen que estar terminados y ser remitidos a la CE), los países deberían concentrarse -según los ecologistas- en concienciar a la ciudadanía y potenciar una política de ahorro de agua.
Han de reforzar también los controles de calidad para reducir la presencia de pesticidas y nutrientes en el agua y colocar sus planes en el centro de las estrategias de mitigación, adaptación al cambio climático y conservación de la biodiversidad.
Las organizaciones recomienda, por último, que no se pierda de vista que los programas de gestión deben servir como instrumentos de planificación regional en materia de energía, transportes y urbanismo.
La UE tiene previsto celebrar una consulta pública al respecto a finales de junio.
Según un informe elaborado por ambas organizaciones, las medidas comunitarias para preservar los ríos y proteger el futuro del agua no tendrán el efecto esperado debido a que los planes nacionales de gestión de cuencas son "pobres e inadecuados".
WWF y EEB identifican cinco prioridades que deben ser abordadas con urgencia si se quiere lograr una gestión sostenible del agua.
Señalan que la gestión debe ser transparente y depender de las autoridades públicas, que se debe conceder más espacio a las cuencas, lograr un agua saludable y de calidad y reformar las políticas de gestión.
Ninguno de los planes estudiados se concentra lo suficiente en estos objetivos, según las organizaciones, si bien algunos como el del Tajo, el Rin, el Loira o el Mosa incluyen prácticas positivas en alguna de estas áreas.
En España, los planes analizados -Baleares, Duero y Tajo- reciben una calificación negativa en prácticamente todos los aspectos.
Los ecologistas critican que los países de la UE posterguen la adopción de las medidas adecuadas y dediquen una dotación demasiado reducida a los mecanismos para mejorar la calidad del agua.
Desde EEB, Pieter de Pous opina que en interés de la agricultura y la industria habría que reforzar la seguridad de suministro de agua, pero indica que los planes nacionales contienen pocas medidas para reducir el consumo de agua, un factor preocupante sobre todo en países como Italia y Grecia, donde cada vez hay más escasez.
Entre los estados más activos en la mejora de la gestión, figura Holanda, que está empezando a poner en marcha iniciativas para conceder más espacio a los ríos y hacer frente el cambio climático.
La contaminación del agua y las medidas para mejorar la eficiencia son otros dos de los grandes ausentes en los planes de gestión.
De aquí a finales de año (cuando los planes nacionales tienen que estar terminados y ser remitidos a la CE), los países deberían concentrarse -según los ecologistas- en concienciar a la ciudadanía y potenciar una política de ahorro de agua.
Han de reforzar también los controles de calidad para reducir la presencia de pesticidas y nutrientes en el agua y colocar sus planes en el centro de las estrategias de mitigación, adaptación al cambio climático y conservación de la biodiversidad.
Las organizaciones recomienda, por último, que no se pierda de vista que los programas de gestión deben servir como instrumentos de planificación regional en materia de energía, transportes y urbanismo.
La UE tiene previsto celebrar una consulta pública al respecto a finales de junio.