The breaking of a dam cause at least 1 dead and 100 person missing in Brasil
Fri, 29/05/2009
Las fuertes lluvias que azotan el Estado brasileño de Piauí, en el noreste seco del país, han provocado una tragedia. Una niña de 12 años, Francisca Maria Pereira, murió y 100 personas desaparecieron tras abrirse una brecha de 50 metros en la pared del embalse Algodões 1. La rotura de la presa liberó las aguas del río Pirangi, que abastece el embalse, y el caudal inundó la ciudad de Cocal da Estação, donde las aguas llegaron a subir 20 metros.
La ciudad, de 26.200 habitantes, se quedó sin electricidad y 2.600 personas tuvieron que ser desalojadas. En total, en todo el Estado de Piauí, uno de los más pobres del país, hay ya más de 90.000 personas fuera de sus casas a causa de las fuertes lluvias registradas.
Por motivos de seguridad, Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos han desalojado a todas las familias en un radio de 10 kilómetros alrededor del embalse, donde se temen nuevas roturas de la pared de protección.
Cinco helicópteros y varios equipos de rescate participaban ayer en la búsqueda de quienes habían quedado a la intemperie y de las 100 personas desaparecidas desde que se produjo la rotura del embalse, en la noche del miércoles. Los bomberos buscaban víctimas también en la ciudad de Buruti dos Lopes.
El gobernador del Estado de Piauí, Wellington Dias, del Partido de los Trabajadores (PT), que gobierna en Brasil, pidió que se practiquen vuelos de reconocimiento a lo largo del curso del río Pirangi, entre el embalse Algodões 1 y el municipio de Buruti dos Lopes.
Se teme que parte de los 100 desaparecidos puedan haber muerto arrastrados por la furia de las aguas, que también se llevó muchos animales muertos, aunque los familiares aún esperan que puedan ser hallados con vida. La paradoja es que esos lugares del noreste pobre son considerados la zona seca del país por las persistentes sequías que provocan escasez de agua para el consumo humano, la ganadería y la agricultura.
La ciudad, de 26.200 habitantes, se quedó sin electricidad y 2.600 personas tuvieron que ser desalojadas. En total, en todo el Estado de Piauí, uno de los más pobres del país, hay ya más de 90.000 personas fuera de sus casas a causa de las fuertes lluvias registradas.
Por motivos de seguridad, Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos han desalojado a todas las familias en un radio de 10 kilómetros alrededor del embalse, donde se temen nuevas roturas de la pared de protección.
Cinco helicópteros y varios equipos de rescate participaban ayer en la búsqueda de quienes habían quedado a la intemperie y de las 100 personas desaparecidas desde que se produjo la rotura del embalse, en la noche del miércoles. Los bomberos buscaban víctimas también en la ciudad de Buruti dos Lopes.
El gobernador del Estado de Piauí, Wellington Dias, del Partido de los Trabajadores (PT), que gobierna en Brasil, pidió que se practiquen vuelos de reconocimiento a lo largo del curso del río Pirangi, entre el embalse Algodões 1 y el municipio de Buruti dos Lopes.
Se teme que parte de los 100 desaparecidos puedan haber muerto arrastrados por la furia de las aguas, que también se llevó muchos animales muertos, aunque los familiares aún esperan que puedan ser hallados con vida. La paradoja es que esos lugares del noreste pobre son considerados la zona seca del país por las persistentes sequías que provocan escasez de agua para el consumo humano, la ganadería y la agricultura.