The ministry will dredge the river O Burgo when the Xunta consider waste water

Wed, 13/05/2009

La Voz de Galicia

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino anunció que empezará a dragar la ría de O Burgo una vez que la Xunta elabore un proyecto de tratamiento de los residuos contaminantes. El ministerio informa que la eliminación de los vertidos tóxicos es de competencia exclusivamente autonómica y que las obras del dragado no se pueden empezar mientras existan vertidos contaminantes en la ría. También asegura que cuando la Xunta tenga un proyecto elaborado, se llevará a cabo la tramitación ambiental para que se ejecute, de modo simultaneo, el dragado y el tratamiento de los vertidos. El actual proyecto, con un presupuesto de 13,3 millones de euros, contempla la eliminación de residuos urbanos, el dragado de las capas superficiales contaminadas de la ría, la resolución de los materiales dragados y la regeneración de la vegetación marismeña. Además, el Gobierno informa que los ayuntamientos limítrofes a la ría de O Burgo están realizando «actuaciones para erradicar los puntos existentes de efluentes que vierten residuos contaminantes a la ría, para que todas las aguas residuales sean enviadas, una vez canalizadas, a la depuradora de Bens». En respuesta a la exigencia del Ministerio, la consellería de Medio Ambiente anunció que actualmente está «revisando las actuaciones de saneamiento que ejecutó el anterior Gobierno y, de forma especial, las eliminaciones de puntos de vertidos y de contaminación bacteriológica». Además, en el caso concreto de O Burgo, la Xunta firmó que ya está llevando a cabo un análisis de la situación de la ría: «Se está realizando un seguimiento de una identificación de los puntos de vertido, con el objetivo de coordinar los concellos y pensar en las posible soluciones». Una ría sin corriente La mariscadora Teresa Ramilo explica que estas obras son muy necesarias ya que «los canales están prácticamente ciegos y la ría ya no tiene corriente». La consecuencia es que «no hay nada que arrastre la porquería y es cada vez más alta la capa de arena acumulada», explica Teresa Ramilo, que recuerda que todo eso es «muy perjudicial para el negocio». La mariscadora de O Burgo también se queja de la contaminación y de los vertidos tóxicos que «junto con los pescadores furtivos», son los principales problemas a los que se enfrentan los que dependen de la ría de O Burgo para trabajar. «Hace unos seis años no se podía pasar de un banco para el otro, porque había un canal por el medio», cuenta la mariscadora y añade que «ahora los pescadores furtivos caminan por la ría de un lado al otro a pie» Sin embargo, Teresa Ramilo sostiene que, aunque el anuncio de estas obras sea una «buena noticia», hay que ver «las condiciones en las que se va a dragar la ría, para que los canales queden como eran antes». Pero la mariscadora recuerda que «hace dos años cuando se sacó arena de la ría en la zona de Santa Cristina, la obra fue un desastre y solo empeoró la situación». Después de aquella «mala experiencia», esperan que el Ministerio enseñe su proyecto a la cofradía para que esta pueda evaluar si el dragado se ajusta a las necesidades de los trabajadores.

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino anunció que empezará a dragar la ría de O Burgo una vez que la Xunta elabore un proyecto de tratamiento de los residuos contaminantes. El ministerio informa que la eliminación de los vertidos tóxicos es de competencia exclusivamente autonómica y que las obras del dragado no se pueden empezar mientras existan vertidos contaminantes en la ría. También asegura que cuando la Xunta tenga un proyecto elaborado, se llevará a cabo la tramitación ambiental para que se ejecute, de modo simultaneo, el dragado y el tratamiento de los vertidos. El actual proyecto, con un presupuesto de 13,3 millones de euros, contempla la eliminación de residuos urbanos, el dragado de las capas superficiales contaminadas de la ría, la resolución de los materiales dragados y la regeneración de la vegetación marismeña. Además, el Gobierno informa que los ayuntamientos limítrofes a la ría de O Burgo están realizando «actuaciones para erradicar los puntos existentes de efluentes que vierten residuos contaminantes a la ría, para que todas las aguas residuales sean enviadas, una vez canalizadas, a la depuradora de Bens». En respuesta a la exigencia del Ministerio, la consellería de Medio Ambiente anunció que actualmente está «revisando las actuaciones de saneamiento que ejecutó el anterior Gobierno y, de forma especial, las eliminaciones de puntos de vertidos y de contaminación bacteriológica». Además, en el caso concreto de O Burgo, la Xunta firmó que ya está llevando a cabo un análisis de la situación de la ría: «Se está realizando un seguimiento de una identificación de los puntos de vertido, con el objetivo de coordinar los concellos y pensar en las posible soluciones».

Una ría sin corriente
La mariscadora Teresa Ramilo explica que estas obras son muy necesarias ya que «los canales están prácticamente ciegos y la ría ya no tiene corriente». La consecuencia es que «no hay nada que arrastre la porquería y es cada vez más alta la capa de arena acumulada», explica Teresa Ramilo, que recuerda que todo eso es «muy perjudicial para el negocio». La mariscadora de O Burgo también se queja de la contaminación y de los vertidos tóxicos que «junto con los pescadores furtivos», son los principales problemas a los que se enfrentan los que dependen de la ría de O Burgo para trabajar. «Hace unos seis años no se podía pasar de un banco para el otro, porque había un canal por el medio», cuenta la mariscadora y añade que «ahora los pescadores furtivos caminan por la ría de un lado al otro a pie» Sin embargo, Teresa Ramilo sostiene que, aunque el anuncio de estas obras sea una «buena noticia», hay que ver «las condiciones en las que se va a dragar la ría, para que los canales queden como eran antes». Pero la mariscadora recuerda que «hace dos años cuando se sacó arena de la ría en la zona de Santa Cristina, la obra fue un desastre y solo empeoró la situación». Después de aquella «mala experiencia», esperan que el Ministerio enseñe su proyecto a la cofradía para que esta pueda evaluar si el dragado se ajusta a las necesidades de los trabajadores.