Researchers from ULPGC have developed a hydroponic cultivation system
Sat, 02/05/2009
El Centro de Biotecnología Marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en colaboración con la Fundación AGRAMAR (biotecnologías sostenibles y agronomía marina) ha desarrollado un sistema de cultivo hidropónico (método que permite el cultivo usando soluciones minerales), que posibilita cultivar plantas con agua de mar.
Las plantas que se están cultivando pertenecen a un grupo denominadas halófilas, que crecen de forma natural en marismas y lagos salinos e hipersalinos. Tras numerosas expediciones y tras varios años de estudio y selección, se han obtenido variedades que completan su ciclo biológico (germinación, crecimiento, maduración, floración) en un sistema de cultivo que se riega únicamente con agua de mar.
El sistema de cultivo consiste en tubos de plástico rígido rellenos con picón, a través del cual, aprovechando la gravedad, fluye agua de mar, y en el que crece un tapiz de microalgas que aumenta la vitalidad de las plantas. Los tubos del sistema de cultivo pueden apilarse en forma piramidal, lo que posibilita una gran productividad de la hidroponía marina. Sólo son necesarios entre 5 y 7 riegos diarios, de 15 minutos cada uno. Para el regadío pueden utilizarse aguas residuales de piscifactorías marinas, lo cual, además de eliminar la necesidad de añadir nutrientes a las plantas, permite reducir significativamente los vertidos contaminantes de amonio y fosfato que generan estas factorías.
La Fundación AGRAMAR, en colaboración con la ULPGC, pretende estudiar incluso la utilización de las aguas de rechazo de las plantas de desalación de agua de mar para el cultivo de plantas halófilas y, asimismo, evaluar la reducción de las toxicidades de estas emisiones mediante la biofiltración - biodepuración que ejerce el propio sistema de cultivo. Algunas variedades selectas puede crecer hasta con 47 gramos de sales por litro (el agua de mar contiene 36 gramos/litro)
Las aplicaciones actuales y potenciales de estas nuevas plantas, y de esta nueva agronomía marina, son numerosas abarcando desde el consumo humano al consumo animal, así como la producción de semillas oleaginosas, la biofiltración, la jardinería marina y los biocombustibles.
El sistema permitirá el regadío con aguas residuales de piscifactorías y agua de mar
Las producciones por unidad de superficie que se han obtenido en los prototipos a escala de planta piloto superan con creces las producciones de los cultivos terrestres más productivos.
Actualmente, se está negociando con diversas empresas de Holanda, Francia, España, Libia y Marruecos la adaptación y el desarrollo del sistema de hidroponía marina.
Teóricamente, Canarias sería un lugar idóneo para desarrollar esta biotecnología marina por múltiples factores: no consume agua dulce, no posee suelo fértil, no genera contaminación, no consume energía, no compite por agromercados establecidos y permite utilizar aguas de rechazo, agua de mar y aguas salobres.
Las plantas que se están cultivando pertenecen a un grupo denominadas halófilas, que crecen de forma natural en marismas y lagos salinos e hipersalinos. Tras numerosas expediciones y tras varios años de estudio y selección, se han obtenido variedades que completan su ciclo biológico (germinación, crecimiento, maduración, floración) en un sistema de cultivo que se riega únicamente con agua de mar.
El sistema de cultivo consiste en tubos de plástico rígido rellenos con picón, a través del cual, aprovechando la gravedad, fluye agua de mar, y en el que crece un tapiz de microalgas que aumenta la vitalidad de las plantas. Los tubos del sistema de cultivo pueden apilarse en forma piramidal, lo que posibilita una gran productividad de la hidroponía marina. Sólo son necesarios entre 5 y 7 riegos diarios, de 15 minutos cada uno. Para el regadío pueden utilizarse aguas residuales de piscifactorías marinas, lo cual, además de eliminar la necesidad de añadir nutrientes a las plantas, permite reducir significativamente los vertidos contaminantes de amonio y fosfato que generan estas factorías.
La Fundación AGRAMAR, en colaboración con la ULPGC, pretende estudiar incluso la utilización de las aguas de rechazo de las plantas de desalación de agua de mar para el cultivo de plantas halófilas y, asimismo, evaluar la reducción de las toxicidades de estas emisiones mediante la biofiltración - biodepuración que ejerce el propio sistema de cultivo. Algunas variedades selectas puede crecer hasta con 47 gramos de sales por litro (el agua de mar contiene 36 gramos/litro)
Las aplicaciones actuales y potenciales de estas nuevas plantas, y de esta nueva agronomía marina, son numerosas abarcando desde el consumo humano al consumo animal, así como la producción de semillas oleaginosas, la biofiltración, la jardinería marina y los biocombustibles.
El sistema permitirá el regadío con aguas residuales de piscifactorías y agua de mar
Las producciones por unidad de superficie que se han obtenido en los prototipos a escala de planta piloto superan con creces las producciones de los cultivos terrestres más productivos.
Actualmente, se está negociando con diversas empresas de Holanda, Francia, España, Libia y Marruecos la adaptación y el desarrollo del sistema de hidroponía marina.
Teóricamente, Canarias sería un lugar idóneo para desarrollar esta biotecnología marina por múltiples factores: no consume agua dulce, no posee suelo fértil, no genera contaminación, no consume energía, no compite por agromercados establecidos y permite utilizar aguas de rechazo, agua de mar y aguas salobres.