An attempt to tame the Ebro

Thu, 30/04/2009

El Correo

El Ebro cobró ayer un especial protagonismo puesto que a lo largo de la mañana en sus aguas, sus orillas y las zonas de la ciudad más próximas a las riberas, la actividad fue frenética. De hecho, los ciudadanos que pasaban por el puente de Carlos III, no podían evitar el dirigir sus ojos a las aguas.
Se veían lanchas zodiac río arriba y abajo, buzos, helicópteros de rescate, y personas que parecían estar en peligro dentro del cauce del Ebro. La impresión inicial era fuerte, pero tras una observación más detallada y escuchar a quienes ya habían pasado antes por el lugar, la calma volvía. Lo que veían era simplemente un simulacro.
De este modo quedó contestada la pregunta que muchos se estaban haciendo desde el pasado lunes, día en el que empezaron a verse por distintas zonas de la ciudad, de modo más o menos esporádico, algunos camiones del ejército con las siglas UME (Unidad Militar de Emergencias), bien visibles.
Ellos, junto con efectivos de Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja, y de las policías Local y Nacional, fueron los que realizaron el ejercicio de activación de operativos por inundación. Casi un centenar de personas solventaron una simulación de una emergencia provocada por el desbordamiento de los ríos Ebro y Bayas a su paso por Miranda.
La actividad se prolongó más allá de cuatro horas. Comenzó poco después de las nueve de la mañana, momento en el que se instaló el puesto de mando en el solar de la antigua plaza de toros. Desde allí se dirigió el operativo que se desarrolló de modo simultáneo en cinco puntos diferentes.
Fue el director general de Protección Civil de la Junta, Luis Aznar, quien apuntó que para conseguir la mejor preparación posible de los efectivos de los distintos servicios de emergencia es por lo que se planifican «ejercicios conjuntos de una hipótesis de trabajo real. En nuestra comunidad y, en Miranda concretamente, es factible que se de una situación de inundación».
Teniendo en cuenta que, en mayor o menos medida, las distintas administraciones tienen competencias en Protección Civil, este tipo de simulacros tienen también entre sus objetivos el «que todos conozcan los sistemas de trabajo de los demás y, cuando llegue la emergencia, puedan trabajar sincronizados y de modo eficaz».
Pensar en la posibilidad de que Miranda pueda verse afectada en algún momento por una inundación es algo que a muchos se les pasa por la cabeza y, no sólo como hipótesis, ya que el Ebro ya ha dado muestras de su fuerza en algunas ocasiones. Teniendo en cuenta que esas experiencias pasadas permiten conocer con cierta precisión cuáles son los puntos más vulnerables, las actuaciones de los efectivos de los equipos de emergencia consistieron en solventar supuestos incidentes en transformadores eléctricos, evacuaciones en barca, rescates aéreos de personas aisladas, y la instalación de diques construidos con sacos terreros.
Para los mirandeses, que a medida que pasaban las horas se fueron congregando en los puntos donde actuaban los efectivos de los grupos de emergencia, el operativo fue toda una novedad. Para los participantes directos, en cambio, fue casi una rutina.

Trabajo diario

«Esto es un trabajo habitual que realizamos todas las administraciones en distintas provincias. A lo largo de las próximas semanas haremos, en otros lugares de Burgos más ejercicios de rescate de otras características. Aquí hemos cerrado el capítulo de simulacros de inundaciones». Es lo que apuntó Aznar.
En la misma línea se expresó la subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, que en este caso su caso hizo especial hincapié en la labor que desarrollan los integrantes de la Unidad Militar de Emergencias, un cuerpo de reciente creación.
«Los ejercicios y entrenamientos forman parte de su trabajo cotidiano y son fundamentales para todos y también para la UME, que no deja de ser una herramienta y un recurso que puede necesitarse ante catástrofes».
Calificó el simulacro como de alto interés para los mirandeses porque «todas las personas que han estado, contribuyen a aportar seguridad y protección a los ciudadanos».
En el simulacro de ayer, visible en Miranda, participaron un centenar de efectivos, pero lo cierto es que el supuesto que se planteó para que pudieran resolverlo los integrantes de los distintos grupos de emergencias no se circunscribió sólo a la ciudad. Algo lógico según pusieron ellos mismo de manifiesto dado que si llegara a darse el caso de una inundación «no afectaría sólo a la localidad; una catástrofe de este tipo tendría consecuencias en otros lugares y, podría además, provocar otros problemas».
Así las cosas el ejercicio implicó que se desplazaran por la provincia 460 personas. Teniendo en cuenta esta magnitud, los responsables políticos coincidieron a la hora de catalogarlo como «muy importante».
Como complemento a lo ocurrido en el escenario mirandés, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, se desplegaron por el curso del río Ebro desde el pantano de Sobrón. Y, además, también se planteó otro supuesto que en este caso, afectaba al tráfico ferroviario. «Se ha trabajado sobre el supuesto de un accidente de un tren en un túnel en Modúbar de la Emparedada».
La primera valoración sobre el resultado del ejercicio se hizo prácticamente sobre el terreno y sus máximos responsables apuntaron que resultó «satisfactorio». Bien es verdad eso sí, que los mandos militares harán en breve una evaluación más exhaustiva; sobre todo del «nivel de coordinación entre todos los participantes».

Colaboración

Sin duda la jornada resultó espectacular; sobre todo por el despliegue de medios poco habituales. Fueron los que aportaron las unidades pertenecientes a las administraciones Central y Autonómica, pero no pasaron desapercibidos tampoco los que pusieron Policía Local, Bomberos y Cruz Roja.
Sus efectivos son los que desarrollan su labor habitual en la ciudad y, tanto Berta Tricio, como Luis Aznar, hicieron especial hincapié en lo fundamental de su participación para asegurar el buen resultado final de este tipo de operaciones.
«Hoy se ha puesto de manifiesto lo que es siempre y, debe ser habitual, la colaboración entre todas las administraciones para sacar adelante el trabajo que se nos encomienda y que no es otro que el de la protección a los ciudadanos. Y para eso, lógicamente en esta tarea, más que en ninguna otra, se debe contar con la intervención de la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento y del Estado», apuntó la subdelegada.
Por su parte el director general de Protección Civil de la Junta destacó que en la elección de Miranda como escenario también tuvo peso específico «el interés del Ayuntamiento». Por fortuna para el conjunto de la ciudad lo que ayer pudo verse se trató de un simple simulacro.