The Delta of the river Ebro foments the rices compared to other marks

Wed, 29/04/2009

Diario de Tarragona

Esta semana ha empezado la 'suelta' de agua en el Delta de l'Ebre, con la que las comunidades de regantes dan el pistoletazo de salida a la campaña del arroz. En los próximos quince días quedarán inundadas las 21.500 hectáreas de arrozales repartidas entre los dos hemideltas, para pasar posteriormente a la siembra de este cereal, que prácticamente monopoliza la producción agraria de la zona. Los agricultores están preocupados este año porque la inundación lleva un retraso de unos quince días respecto a las fechas habituales. Las importantes lluvias de la primavera paralizaron unos días los trabajos de preparación de los campos y ello ha retrasado todo el proceso. Para evitar esta situación, el sector reclama a las administraciones una modificación de las medidas agroambientales, que les obligan a mantener los campos inundados hasta finales del mes de enero. «Si pudiésemos empezar antes los trabajos, no nos encontraríamos con tantos problemas», afirma el vicepresidente de la Càmara Arrossera del Montsià, Ginés Gómez. Los arroceros también ven con mucha preocupación las restricciones de productos químicos y herbicidas que está imponiendo la Unión Europea. Productores y cooperativas esperan poder repetir esta campaña los buenos resultados del año pasado, cuando el precio medio del arroz en cáscara fue de 0,42 céntimos el kilo para el agricultor, entre un 20 y un 30% más que en 2007. Según el Departament d'Agricultura, la producción del Delta se situó en los 115 millones de kilos, un 7% menos que en el año anterior. Esta cifra supone alrededor del 15% de la producción de arroz de todo el Estado. Respecto a la comercialización, una de las asignaturas pendientes es la potenciación de las marcas propias. Actualmente, entre el 60 y el 90% de la producción, según las cooperativas, se vende a granel o a través de marca blanca. En este sentido, Arrossaires del Delta de l'Ebre ha iniciado un proyecto para ganar cuota de mercado en Catalunya, a través de la marca de calidad Segadors del Delta. Según el gerente de la cooperativa del margen izquierdo, Gerard Isern, el objetivo es potenciar el producto relacionándolo con los valores medioabientales de este espacio protegido. A pesar de la crisis, las cooperativas de Arrossaires y la Càmara siguen caminando hacia la fusión.El proceso se encuentra en una segunda fase, «de análisis», después de una primera evaluación de los activos de las dos entidades. Si finalmente llega a buen puerto, la cooperativa resultante (con más de 4.500 socios) se convertiría en el tercer productor de arroz del Estado, con una producción de cerca de 80 millones de kilos y unas ventas de 55 millones de euros.

"Aquí sólo podemos cultivar esto"

Raül Arques y Carlos Bertomeu son dos agricultores de Deltebre, que han iniciado ya la inundación de sus campos. Las semanas anteriores las dedicaron al mantenimiento de los diques y malecones que aguantan el agua en los campos y que sufren graves desperfectos por la acción del cangrejo americano, una plaga para la que ya no hay productos químicos autorizados. Posteriormente se procede a la adecuación de las tierras, que requieren estar secas. «A diferencia de otros sitios, aquí sólo nos podemos dedicar al arroz», comentan. Y por ello piden un mayor diálogo con las administraciones para «regular mejor» las medidas agroambientales.

Apuesta por las variedades que dan mayor rendimiento

Entre las principales variedades que se plantan actualmente en el Delta de l'Ebre están las conocidas como gleva, fonsa, montsianell o jsendra. Se trata de variedades de arroz redondo, «el de toda la vida», pero que son más resistentes y dan mejores resultados que otras variedades tradicionales, como el arroz bahía o sénia. «Nos dan un mejor rendimiento y, al tener un tallo más corto, aguantan mejor los temporales del mes de agosto», explican los dos agricultores de Deltebre. También el arroz bomba tiene una producción limitada, a pesar de ser el típico del levante español y de su fama extendida, por el hecho que no se pasa al cocinarlo. Otra variedad que ha perdido interés para los agricultores del Delta es el arroz largo, muy adecuado para las ensaladas. «No se adapta bien a la climatología de esta zona, a diferencia de lo que sucede en Andalucía», explican.