The government will know in a year the best technical solution to flooding in Bilbao

Mon, 27/04/2009

El Correo




El Gobierno central decidirá en un año qué solución técnica ejecutará para dotar a Bilbao de un sistema hidráulico que impida que se repitan inundaciones tan catastróficas como las de 1983. El Ministerio de Medio Ambiente acaba de sacar a concurso la redacción de un estudio de alternativas que analizará las diversas propuestas técnicas que permitirían combatir con garantías una gran avenida de agua por el cauce de la ría. El contrato, que se adjudicará en breve, tiene un presupuesto de 130.000 euros y un plazo máximo de ejecución de 10 meses. Es decir, que, en menos de un año, los responsables ministeriales tendrán sobre la mesa un compendio de las diferentes obras que se pueden ejecutar para contrarrestar una amenaza que permanece latente desde hace 25 años. Después habrá que buscar la financiación, como paso previo a que las máquinas comiencen a operar en la capital vizcaína. El estudio de alternativas tiene una gran importancia, ya que es la última pieza necesaria para ordenar el puzzle que ponga fin al riesgo de grandes avenidas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, prometió en febrero pasado en el Congreso que, con los resultados de este documento en la mano, el Ejecutivo comenzaría a trabajar «a la mayor brevedad». El informe no se centrará en una única solución, como se había pensado hasta ahora. Desde hace años se especulaba con que el remedio definitivo consistía en la construcción de un gran colector subterráneo que desviara parte del caudal del Nervión entre La Peña y Olabeaga. Sin embargo, en el pliego de condiciones que regula la adjudicación del contrato y al que ha tenido acceso EL CORREO figuran otras propuestas: eliminación de encauzamientos, ampliación del cauce, rebaje de la cota en las llanuras de inundación o construcción de presas agujero (funcionarían como tanques de tormentas para almacenar grandes cantidades de agua), entre otras propuestas. Poco avance desde 1983 El documento de licitación reconoce que, a lo largo del último cuarto de siglo, «se han ido desarrollando algunas obras de encauzamiento y protección contra inundaciones que, si bien solucionan los problemas en zonas puntuales, han contribuido a disminuir, aunque de forma muy ligera, la capacidad de laminación y retención de la cuenca». En otras palabras: admite que poco se ha avanzado y que se necesita una alternativa definitiva. La apertura del canal de Deusto será una de esas obras que contribuirán a que el caudal de agua fluya de manera más activa. Aunque la mejora será escasamente apreciable en el gran cuello de botella que constituye el barrio de La Peña y el Casco Viejo.


El Gobierno central decidirá en un año qué solución técnica ejecutará para dotar a Bilbao de un sistema hidráulico que impida que se repitan inundaciones tan catastróficas como las de 1983. El Ministerio de Medio Ambiente acaba de sacar a concurso la redacción de un estudio de alternativas que analizará las diversas propuestas técnicas que permitirían combatir con garantías una gran avenida de agua por el cauce de la ría.
El contrato, que se adjudicará en breve, tiene un presupuesto de 130.000 euros y un plazo máximo de ejecución de 10 meses. Es decir, que, en menos de un año, los responsables ministeriales tendrán sobre la mesa un compendio de las diferentes obras que se pueden ejecutar para contrarrestar una amenaza que permanece latente desde hace 25 años. Después habrá que buscar la financiación, como paso previo a que las máquinas comiencen a operar en la capital vizcaína.
El estudio de alternativas tiene una gran importancia, ya que es la última pieza necesaria para ordenar el puzzle que ponga fin al riesgo de grandes avenidas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, prometió en febrero pasado en el Congreso que, con los resultados de este documento en la mano, el Ejecutivo comenzaría a trabajar «a la mayor brevedad».
El informe no se centrará en una única solución, como se había pensado hasta ahora. Desde hace años se especulaba con que el remedio definitivo consistía en la construcción de un gran colector subterráneo que desviara parte del caudal del Nervión entre La Peña y Olabeaga. Sin embargo, en el pliego de condiciones que regula la adjudicación del contrato y al que ha tenido acceso EL CORREO figuran otras propuestas: eliminación de encauzamientos, ampliación del cauce, rebaje de la cota en las llanuras de inundación o construcción de presas agujero (funcionarían como tanques de tormentas para almacenar grandes cantidades de agua), entre otras propuestas.
Poco avance desde 1983
El documento de licitación reconoce que, a lo largo del último cuarto de siglo, «se han ido desarrollando algunas obras de encauzamiento y protección contra inundaciones que, si bien solucionan los problemas en zonas puntuales, han contribuido a disminuir, aunque de forma muy ligera, la capacidad de laminación y retención de la cuenca». En otras palabras: admite que poco se ha avanzado y que se necesita una alternativa definitiva.
La apertura del canal de Deusto será una de esas obras que contribuirán a que el caudal de agua fluya de manera más activa. Aunque la mejora será escasamente apreciable en el gran cuello de botella que constituye el barrio de La Peña y el Casco Viejo.