Spain hoped that the UE maintains the protagonism against the climatic change
Thu, 16/04/2009
La ministra española de Medio Ambiente, Elena Espinosa, defendió hoy que la Unión Europea (UE) "no puede perder protagonismo en las negociaciones sobre cambio climático" cuando EEUU se una a los esfuerzos internacionales para reducir emisiones contaminantes en la conferencia de Copenhague.
"Hay que diseñar una estrategia para aunar esfuerzos, pero no pensemos que Estados Unidos va a sustituir a la UE, eso no tendría sentido", declaró telefónicamente a Efe la ministra tras participar en Praga en el Consejo informal de Medio Ambiente de los Veintisiete.
Los ministros han coincidido en esta reunión en que Estados Unidos "debe hacer de puente con una serie de países y la UE con otros" para convencerles de que deben contaminar menos, sobre todo a partir de la Conferencia de Copenhague en la que se espera un protocolo que sustituya al de Kioto.
EEUU no ratificó dicho pacto, pero ahora su presidente, Barack Obama, ha expresado su voluntad de participar activamente en el proceso de elaboración de nuevo pacto global sobre cambio climático.
Espinosa resaltó que la UE ya tiene un acuerdo adoptado de cara a esa cita, por el cual reducirá de aquí a 2020 en un 20 por ciento los gases de efecto invernadero, un 20 por ciento el consumo de energía y tratará de que el 20 por ciento de la energía provenga de fuentes renovables.
Si en Copenhague se logra un acuerdo internacional, los europeos están dispuestos a subir hasta el 30 por ciento la reducción de gases de efecto invernadero, respecto a los niveles de 1990.
Según recordó la ministra española, la crisis económica "no pesa en absoluto" en estos ambiciosos objetivos, como ya estipularon los jefes de Estado o Gobierno el pasado diciembre.
En cuanto a dónde llegará EEUU en su compromiso, Espinosa consideró que debe tenerse en cuenta que parten de cero, y ahora tendrán que cambiar su burocracia y administración, algo que no se consigue "de un día para otro", destacó.
Los ministros de la UE han hablado hoy además de los aspectos financieros en la lucha contra el cambio climático, y de la necesidad de "optimizar" los recursos públicos y "activar todos los mecanismos que lleven a que una parte muy importante de la financiación provenga de fondos privados".
"A partir de aquí hay un debate mucho más abierto en el seno de la UE entre quienes dicen que Copenhague tiene que ceñirse al acuerdo en sí, y negociar determinados instrumentos con posterioridad, y los que, como España, creemos que los temas tecnológicos y de financiación deben ir unidos", explicó.
Espinosa aseguró que este tipo de debates no son una "marcha atrás", sino "pequeños pasos hacia delante".
En cuanto a otros asuntos abordados en el Consejo, como la necesidad de adaptar las legislaciones nacionales a la lucha contra el cambio climático, la titular de Medio Ambiente recordó a sus homólogos que España es uno de los ocho países que ya ha presentado este tipo de planes.
Asimismo se habló de la vinculación entre cambio climático y agua, asunto en el que la UE se alinea con la posición de España sobre la necesidad de dar prioridad a las gestiones integrales de la cuenca y al ahorro.
"Pero sobre todo, han comprendido algo que en España llevamos tiempo diciendo: el agua no tiene que usarse como un bien sino que hay que darle un concepto medioambiental, económico y social", afirmó Espinosa.
"Hay que diseñar una estrategia para aunar esfuerzos, pero no pensemos que Estados Unidos va a sustituir a la UE, eso no tendría sentido", declaró telefónicamente a Efe la ministra tras participar en Praga en el Consejo informal de Medio Ambiente de los Veintisiete.
Los ministros han coincidido en esta reunión en que Estados Unidos "debe hacer de puente con una serie de países y la UE con otros" para convencerles de que deben contaminar menos, sobre todo a partir de la Conferencia de Copenhague en la que se espera un protocolo que sustituya al de Kioto.
EEUU no ratificó dicho pacto, pero ahora su presidente, Barack Obama, ha expresado su voluntad de participar activamente en el proceso de elaboración de nuevo pacto global sobre cambio climático.
Espinosa resaltó que la UE ya tiene un acuerdo adoptado de cara a esa cita, por el cual reducirá de aquí a 2020 en un 20 por ciento los gases de efecto invernadero, un 20 por ciento el consumo de energía y tratará de que el 20 por ciento de la energía provenga de fuentes renovables.
Si en Copenhague se logra un acuerdo internacional, los europeos están dispuestos a subir hasta el 30 por ciento la reducción de gases de efecto invernadero, respecto a los niveles de 1990.
Según recordó la ministra española, la crisis económica "no pesa en absoluto" en estos ambiciosos objetivos, como ya estipularon los jefes de Estado o Gobierno el pasado diciembre.
En cuanto a dónde llegará EEUU en su compromiso, Espinosa consideró que debe tenerse en cuenta que parten de cero, y ahora tendrán que cambiar su burocracia y administración, algo que no se consigue "de un día para otro", destacó.
Los ministros de la UE han hablado hoy además de los aspectos financieros en la lucha contra el cambio climático, y de la necesidad de "optimizar" los recursos públicos y "activar todos los mecanismos que lleven a que una parte muy importante de la financiación provenga de fondos privados".
"A partir de aquí hay un debate mucho más abierto en el seno de la UE entre quienes dicen que Copenhague tiene que ceñirse al acuerdo en sí, y negociar determinados instrumentos con posterioridad, y los que, como España, creemos que los temas tecnológicos y de financiación deben ir unidos", explicó.
Espinosa aseguró que este tipo de debates no son una "marcha atrás", sino "pequeños pasos hacia delante".
En cuanto a otros asuntos abordados en el Consejo, como la necesidad de adaptar las legislaciones nacionales a la lucha contra el cambio climático, la titular de Medio Ambiente recordó a sus homólogos que España es uno de los ocho países que ya ha presentado este tipo de planes.
Asimismo se habló de la vinculación entre cambio climático y agua, asunto en el que la UE se alinea con la posición de España sobre la necesidad de dar prioridad a las gestiones integrales de la cuenca y al ahorro.
"Pero sobre todo, han comprendido algo que en España llevamos tiempo diciendo: el agua no tiene que usarse como un bien sino que hay que darle un concepto medioambiental, económico y social", afirmó Espinosa.