The separation of river basins would prevail of the Júcar-Vinalopó to 30% of the irrigated land of Alicante
Wed, 08/04/2009
La posible segregación del sistema de l'Alacantí respecto de la Cuenca del Júcar, en cumplimiento de una sentencia del Supremo tras el recurso de Castilla-La Mancha, podría tener consecuencias catastróficas para el futuro hídrico de la provincia de Alicante. Si se aplica dicha sentencia, el sistema de l'Alacantí se segregaría del Vinalopó —que seguiría adscrito al Júcar—, así como las comarcas de las Marinas, que también constituirían sus propias cuencas hidrográficas intracomunitarias. Según explicó ayer el presidente de la Junta de Usuarios del Vinalopó, Andrés Martínez, esta nueva realidad jurídica alteraría profundamente el proyecto del trasvase desde el Júcar, que empezará a funcionar —previsiblemente— en 2010. Principalmente, porque le restaría usuarios. Al tratarse de cuencas distintas, los regantes y los hogares de l'Alacantí no podrían acceder al agua del trasvase Júcar-Vinalopó. Según los cálculos de Martínez, los excluidos supondrían el 30% del regadío del sistema Vinalopó-Alacantí, así como un 70% de los hogares. Pérdida de peso político El presidente de los usuarios del Júcar-Vinalopó consideró una «sinrazón» la aplicación de la segregación, que deberá votarse la próxima semana en la comisión permanente del Consejo Nacional del Agua. Tanto los regantes alicantinos como la Federación Nacional (Fenacore) y la Generalitat abogan por la unidad de cuencas. Junto al perjuicio para los usuarios de la comarca de l'Alacantí, Martínez advirtió sobre la pérdida de peso político de la Comunidad en la gestión del Júcar. Al perder peso demográfico con la posible segregación, los manchegos ganarían cuota de poder en el control del río.