The European Union asks to Spain that transform its agriculture by the climatic change

Thu, 02/04/2009

Europa Press

España no puede perder el tiempo en la lucha contra el cambio climático. Sobre todo, en el terreno agrícola. Así se lo hizo saber ayer la Comisión Europea (CE) al presentar un paquete de documentos que servirán de base para adaptar a los 27 a los efectos del aumento de las temperaturas. La pluviosidad en la Península Ibérica puede descender hasta un 40% respecto a los niveles actuales, alertó. Si no se toman medidas, los rendimientos de las cosechas pueden caer hasta un 30% a largo plazo, "creando posibles riesgos de oferta de alimentos".
La alerta está especialmente dirigida a los Gobiernos de los países del sur, que sufrirán de forma más severa el aumento de las temperaturas en las zonas terrestres y marítimas, la alteración de la cuantía y forma de las precipitaciones y la elevación del nivel del mar. Con el documento sobre agricultura en la mano, la CE les pide que identifiquen las zonas "vulnerables", que desarrollen planes nacionales para el sector agrícola y que impliquen a sus agricultores en esta adaptación a la nueva situación climatológica.
Para 2050, según la CE, puede ocurrir que las condiciones de producir ciertos cultivos, como los de primavera "se desplacen a las regiones del sur a latitudes más al norte". Por eso juzga imprescindible que los profesionales del sector establezcan rotaciones más equilibradas de cultivos, introduzcan producciones que necesiten menos agua y mejoren las técnicas de riego. Será necesario, además, revisar las épocas de siembra o los tratamientos contra las plagas que, apunta, serán cada vez más frecuentes.
Hasta ahora la UE ha centrado sus esfuerzos en impulsar medidas de mitigación del fenómeno tratando de reducir las emisiones de CO2. Ahora plantea medidas para adaptarse. "Aunque logremos la reducción de emisiones a las que nos hemos comprometido, cierta cantidad de cambio climático es inevitable", dijo ayer el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas. "Por esta razón es esencial que empecemos a trabajar ahora con los Gobiernos, empresas y comunidades para que desarrollemos una exhaustiva estrategia de adaptación para la UE y aseguremos que esta adaptación se integra en las políticas claves de la Unión".
En el Libro Blanco sobre adaptación se identifican los sectores y actividades que resultarán más afectadas en los próximos 50 años. Más allá de la agricultura, la energía, el turismo, la salud humana, los recursos de agua, las infraestructuras y la biodiversidad sufrirán de lleno el impacto. Estados, como España, que ya ha elaborado el Plan Nacional de Adaptación, han diseñado sus propias estrategias. Por eso se propone como medida prioritaria crear un mecanismo de intercambio de información, para antes de 2011, que facilitará el acceso a la información de las zonas más vulnerables y las consecuencias.
Éstas serán las principales consecuencias:
- Agricultura. El calentamiento tendrá especial incidencia en la producción agrícola, la cría de ganado y la localización de la producción. Las temperaturas extremas incrementarán el riesgo de destrucción de cosechas. El riesgo de heladas aumentará notablemente en las producciones frutícolas. En el sur de Francia las floraciones de melocotones y albaricoques ya se han adelantado hasta tres semanas. También la vendimia y la recolección de maíz 10 días en una década.
- Energía. Los cambios en la pluviometría y el deshielo de los glaciares podrían suponer un aumento de la producción hidráulica de un 5% o más en el norte de Europa y una reducción de hasta el 25% o más en el sur. La caída de precipitaciones y las olas de calor también tendrán influencia negativa en los procesos de enfriamiento de las centrales térmicas.
- Infraestructuras. Las modificaciones del clima afectarán a edificios, sistemas de transporte y suministro de agua. La situación puede ser exacerbada por el aumento del nivel del agua.
- Turismo. Los cambios pueden afectar al descenso del nivel de la nieve en los Alpes y el aumento de las temperaturas en el Mediterráneo. Los modelos de turismo insostenible podrán agudizar los efectos del cambio climático.
- Salud humana. Las muertes y enfermedades relacionadas con el clima aumentarán. Los cambios podrán provocar el desarrollo de enfermedades infecciosas.
- Recursos de agua. Las limitaciones de agua disponible ya son un problema en muchas partes de Europa, que puede agravarse. Las zonas con serios problemas de agua pueden crecer desde un 19% de la superficie actual hasta un 35% en 2070 e incrementar las presiones migratorias.