La zona de actuación, que tuvo pozos salmoneros, presenta problemas de sedimentación atribuidos a unas obras realizadas en los años 90.

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) diseña un proyecto de restauración ambiental en el río Narcea, en la zona denominada El Desastre. Ese espacio «se está llenando de carga» y se producen «problemas de desequilibrios aguas arriba y abajo», según explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez. Estos problemas, añadió el presidente de la Confederación, tienen su origen en las obras desarrolladas a principios de los años noventa. La actuación prevista corregirá las obras que se llevaron a cabo en la zona, en el meandro de Quinzanas (Pravia). El proyecto de restauración ambiental de este tramo del Narcea se está elaborando de forma conjunta con el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) del Ministerio de Fomento. La zona de actuación contaba en el pasado con varios pozos salmoneros, que han desaparecido a lo largo de los años. La asociación de pescadores Las Mestas del Narcea confía en que la intervención se haga de la mejor forma posible para corregir las deficiencias actuales. Técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, de las universidades de Oviedo (adscritos al Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio) y de Columbia (Marwan Hassan, experto en el estudio de la geomorfología de canales fluviales), así como otros de la empresa estatal Tragsa visitaron el río Narcea junto a Marquínez; el alcalde de Salas, José Manuel Menéndez, y el concejal praviano David Álvarez, como parte de una jornada enmarcada en un seminario de tres días sobre el transporte de carga de fondo en los ríos y su repercusión en las áreas inundables. El recorrido se inició en Cornellana (Salas) y concluyó en Puente Quinzanas (Pravia). La canalización del río Cornellana, el dique de La Defensa y el meandro de Quinzanas fueron los espacios objeto del estudio, en el que se analizaron la carga de fondo, las técnicas de medición y las investigaciones futuras. Marquínez destacó que el Narcea es «uno de los buques insignia del Cantábrico». El presidente de la Confederación Hidrográfica destacó la importancia del control de los sedimentos y el efecto que tiene sobre la funcionalidad de los ríos, ya que su ausencia puede provocar erosión. Marquínez puntualizó que el río Narcea no presenta problemas agudos a este respecto y que la labor a desarrollar en este curso fluvial se centra «en cómo pasamos de un río estupendo a uno magnífico». El grupo de técnicos se acercó al área de La Rodriga, donde el Ayuntamiento de Salas proyectó construir la Casa del Río, un museo dedicado al salmón atlántico. Sin embargo, Confederación Hidrográfica consideró que el lugar es una zona inundable y, en consecuencia, el Consistorio decidió proponer al Principado el traslado de dicho equipamiento y la reforma del actual edificio de precintaje para convertirlo en la Casa del Río, una obra que está previsto que se ejecute dentro de este año.


Quinzanas (Pravia) / Cornellana (Salas), E. PELÁEZ
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) diseña un proyecto de restauración ambiental en el río Narcea, en la zona denominada El Desastre. Ese espacio «se está llenando de carga» y se producen «problemas de desequilibrios aguas arriba y abajo», según explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez. Estos problemas, añadió el presidente de la Confederación, tienen su origen en las obras desarrolladas a principios de los años noventa. La actuación prevista corregirá las obras que se llevaron a cabo en la zona, en el meandro de Quinzanas (Pravia).

El proyecto de restauración ambiental de este tramo del Narcea se está elaborando de forma conjunta con el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) del Ministerio de Fomento.

La zona de actuación contaba en el pasado con varios pozos salmoneros, que han desaparecido a lo largo de los años.

La asociación de pescadores Las Mestas del Narcea confía en que la intervención se haga de la mejor forma posible para corregir las deficiencias actuales.

Técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, de las universidades de Oviedo (adscritos al Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio) y de Columbia (Marwan Hassan, experto en el estudio de la geomorfología de canales fluviales), así como otros de la empresa estatal Tragsa visitaron el río Narcea junto a Marquínez; el alcalde de Salas, José Manuel Menéndez, y el concejal praviano David Álvarez, como parte de una jornada enmarcada en un seminario de tres días sobre el transporte de carga de fondo en los ríos y su repercusión en las áreas inundables.

El recorrido se inició en Cornellana (Salas) y concluyó en Puente Quinzanas (Pravia). La canalización del río Cornellana, el dique de La Defensa y el meandro de Quinzanas fueron los espacios objeto del estudio, en el que se analizaron la carga de fondo, las técnicas de medición y las investigaciones futuras.

Marquínez destacó que el Narcea es «uno de los buques insignia del Cantábrico». El presidente de la Confederación Hidrográfica destacó la importancia del control de los sedimentos y el efecto que tiene sobre la funcionalidad de los ríos, ya que su ausencia puede provocar erosión.

Marquínez puntualizó que el río Narcea no presenta problemas agudos a este respecto y que la labor a desarrollar en este curso fluvial se centra «en cómo pasamos de un río estupendo a uno magnífico».

El grupo de técnicos se acercó al área de La Rodriga, donde el Ayuntamiento de Salas proyectó construir la Casa del Río, un museo dedicado al salmón atlántico. Sin embargo, Confederación Hidrográfica consideró que el lugar es una zona inundable y, en consecuencia, el Consistorio decidió proponer al Principado el traslado de dicho equipamiento y la reforma del actual edificio de precintaje para convertirlo en la Casa del Río, una obra que está previsto que se ejecute dentro de este año.