La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha comenzado a chequear el estado de salud de las 125 presas de la cuenca del Duero que están sujetas a la nueva normativa de seguridad para evitar catástrofes. La edad media de estas construcciones roza el medio siglo y cuatro de ellas han superado ya los 70 años de antigüedad.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la CHD ya ha comenzado a invertir un montante total de 24,5 millones de euros tanto en la redacción de los planes de emergencia como en proyectos de adecuación, así como actuaciones puntuales de mejora de la seguridad.
El chequeo de las presas, según desveló ayer la directora general del Agua del Ministerio, Marta Morén, se llevará a cabo «lo antes posible», ya que «la gestión de riesgos, uno de los aspectos fundamentales que debe abordar un país moderno, es el hilo común de la modificación del Reglamento de Dominio Público Hidráulico aprobado el 11 de abril de 2008, que tiene como objetivo la protección de las personas, los bienes y el medio ambiente».
Morén fue la encargada de inaugurar ayer en Valladolid una jornada técnica de análisis y evaluación de riesgos para la gestión de presas y embalses en la que participaron alrededor de 200 profesionales.La directora general del Agua insistió en la necesidad de incrementar y mejorar las actuaciones en materia de seguridad para que el país se acerque a los estándares de calidad de países como Estados Unidos, Canadá o Australia, a pesar de que «el porcentaje de accidentes derivados de roturas de presas en España es inferior a la media mundial».
El nuevo sistema de seguridad descansa sobre dos pilares. En primer lugar sobre la base de las obligaciones al titular de la presa, definidas en las normas técnicas de seguridad y, en segundo lugar, mediante el control de seguridad a través de un conjunto de actuaciones que debe realizar la administración pública para verificar que el titular ha cumplido las exigencias.
De las 125 presas que se contabilizan en la cuenca del Duero, 19 son de titularidad estatal y las gestiona directamente la CHD. Otras tres son propiedad de la sociedad pública Aguas del Duero y el resto, son las denominadas de concesionario. En este último apartado es donde se contabilizan las 25 presas que gestionan distintas comunidades de regantes, 9 propiedad de ayuntamientos y otras 11 de titularidad autonómica. El resto hasta superar el centenar son presas propiedad de compañías eléctricas.
De las presas que gestiona la CHD, la más antigua es la del embalse de Cervera, que entró en funcionamiento en 1923 y este año celebrará su 86 aniversario. Le sigue la presa del embalse del Agueda, con 78 años y la de Camporredondo con 77. Por contra, las más moderas en funcionamiento son las del embalse de Riaño (1988), Uzquiza (1989) e Irueña (2003).
La presa de Casares, recién construida, está en proceso de puesta en carga, según comentó ayer el presidente de la CHD, Antonio Gato, que aseguró que «todas las presas están bien construidas y son seguras, aunque es necesario mantenerlas en perfecto estado».
APOYO
->La antigüedad de las presas del Duero
Agueda: 1931.
>Aguilar. 1964.
>Arlanzón. 1933.
>Barrios de Luna. 1956.
>Camporredondo: 1930.
>Cervera. 1923.
>Compuerto. 1960.
>La Cuerda del Pozo. 1941.
>Irueña: 2003.
>La Requejada. 1942.
>C. de las Cogotas. 1994.
>Linares del Arroyo. 1951.
>El Pontón Alto: 1993.
>El Porma. 1968.
>Riaño. 1988.
>Santa Teresa. 1960.
>Uzquiza: 1989.
>Villameca. 1947.