La situación actual que se vive en la Ribeira Sacra en relación a su principal cauce fluvial, el río Sil, está condicionada por el gran impacto que suponen los aprovechamientos hidroeléctricos y la vigencia de las concesiones. Aún así, desde la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil se apuesta por hacer compatible esta realidad con el máximo respeto al medio ambiente y con la exigencia de hacer cumplir con los caudales ambientales que marca la ley y con la mejora de la calidad de las aguas del cauce fluvial para recuperar «la vida y las actividades relacionadas con el río que tanta importancia tuvieron en esta zona en otros tiempos». Así lo aseguró ayer en Castro Caldelas el comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, Ramón Gallego, en la ponencia presentada en el Curso de Saúde Ambiental que se desarrolla en esta localidad. En principio estaba previsto que la conferencia sobre los Plans de actuación da Confederación Hidrográfica do Miño-Sil e de Augas de Galicia na Ribeira Sacra ante o reto da DMA la impartise el presidente del organismo de cuenca, Francisco Fernández Liñares, pero éste no pudo participar en el curso por coincidir con una reunión a la que tuvo que asistir en Ponferrada, junto a responsables de aguas de la comunidad de Castilla-León. Ramón Gallego incidió en su participación en el Curso de Saúde Ambiental en la legislación en materia de aguas y en la puesta en marcha de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, destacando el importante avance que supone para Galicia contar con un organismo de cuenca propio, además de repasar los objetivos de la Confederación tanto a corto plazo como para los próximos años. Gallego incidió en la importancia «de esta segregación ya que nos permite administrar con mucha más agilidad y rapidez». Elemento de salud Tras la conferencia se desarrolló la segunda de las mesas redondas, centrada en A protección e a mellora da calidade das augas: elemento crítico para a saúde e o Desenvolvemento sostible da provincia de Ourense. Los criterios sanitarios de calidad de las aguas para el consumo humano, el control analítico, el seguimiento que se realiza en 55 concellos de la provincia por parte de la sociedad promovida por la Deputación o el funcionamiento de las depuradoras compactas fueron aspectos tratados.