Clean water for the people “without faucet”

Wed, 25/02/2009

ABC

En un mundo donde ocho de cada diez niños mueren por diarrea, las soluciones planteadas por el mundo occidental —tuberías— de poco sirven a los países pobres que padecen esta situación endémica. El grupo de Tratamiento de Aguas Residuales de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sevilla ha ideado un sistema de saneamiento de aguas negras que los ciudadanos pueden construir a cero euros: con sus propias manos y con los materiales que encuentren en su entorno. El grupo TAR ya ha puesto en marcha una planta experimental en Carrión de los Céspedes (Sevilla), en Sancti Spiritus (Cuba), en Tarija (Bolivia) y en Serrezuela (Argentina). Estos expertos consideran que la globalización de la ingeniería del agua sólo ofrece dos tipos de soluciones al problema de la insalubridad de este recurso y las enfermedades que provoca: «tuberías de saneamiento e instalaciones de coste casi infinito para la mayor parte de los países del planeta, o resignación infinita a la diarrea y la malaria». Batalla contra la diarrea Por eso, el grupo TAR —perteneciente a la Escuela Internacional de Ingeniería del Agua en Andalucía— ha abierto líneas investigadoras en la autoconstrucción del ciclo del agua por los propios ciudadanos y las comunidades interesadas. «Nuestra función como universidad es generar herramientas de conocimiento para la sociedad... pero para la sociedad de los “sin grifo”, porque no hay libros de ingeniería que no expliquen sistemas que no consuman kilovatios o cementos». Según Julián Lebrato, director del grupo TAR, la filosofía del mismo se resume en lo denominado como Ingeniería del Agua Posible y su primera conquista ha sido la puesta en marcha de los CAS: Canales Abiertos de Saneamiento. Éstos se conciben como herramienta a disposición de la batalla contra la diarrea en el mundo, que pasa necesariamente por atacar a los microorganismos patógenos que la provocan. «Pero sobre todo, son una alternativa a las tuberías para que los que no puedan comprarlas, sí puedan construir con sus manos y su esfuerzo un canal que evacue razonablemente las aguas residuales del barrio, obteniendo un agua de consumo humano, no potable, sino posible!». Tras dos años desarrollando modelos, prototipos, y ensayos en laboratorio el grupo —compuesto por ocho personas: jóvenes investigadores y alumnos del centro— ya han puesto en funcionamiento con aguas negras un CAS de 60 metros de largo en la planta experimental de Carrión, gestionado por el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal. «Estamos arrancando la investigación a escala real, con aguas residuales del municipio, su aplicación, verificando diseños y resultados previos, aprendiendo del canal, de su mantenimiento y mejorándolo continuamente» Conocimiento «robable» Con la financiación de distintos organismos como la Agencia Andaluza del Agua perteneciente a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, el grupo TAR ha elaborado un manual de autoconstrucción y mantenimiento «libre, accesible y “robable”, porque necesitamos que nos lo roben y que lo usen. Que sea fácil de entender, con dibujos para gente que no sepa leer o no sepa español». El Ministerio de Medioambiente, y de Medio Rural y Marino, financia la difusión internacional de estos conocimientos para los interesados. Por otro lado, desde hace ocho años, el Complejo Educativo Provincial Blanco White de la Diputación de Sevilla acoge el Máster en Ingeniería del Agua Posible de la Universidad Hispalense, que imparten el grupo TAR a alumnos de hasta 14 países, tanto latinoamericanos, como europeos y africanos. La Politécnica ha ideado unos canales que aislan las aguas residuales del contacto humano y evitan así enfermedades.
Una solución posible para los países pobres al margen de las infraestructuras occidentales.