Water consumption per capita fell by 26% during the period of drought

Sun, 22/02/2009

Málaga Hoy

Ni las abundantes lluvias de los últimos meses ni el anuncio de la Consejería de Medio Ambiente de que levantará esta semana el decreto de sequía han logrado reactivar el consumo de agua en la capital malagueña. No sólo no ha aumentado sino que la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) de Málaga ha llegado a mínimos históricos de facturación, ya que de los 270 litros de media que cada malagueño consumía antes de que comenzara el periodo seco a principios de 2005 se ha pasado en la actualidad a tan sólo 215 diarios.

Un descenso del 26% en apenas cuatro años y la empresa municipal calcula que la tendencia a la baja se mantendrá al menos durante los próximos dos o tres años como ya ocurrió en la sequía de 1995. En el anterior periodo seco se consiguió bajar el consumo de los 300 litros por habitante y día a los 150, pero fue tanto el apretón del cinturón que tuvieron que hacer los ciudadanos que hasta 1998 las cifras de gasto de agua no volvieron a situarse en los valores normales.

La caída del gasto de agua ha sido progresivo a lo largo de los últimos cuatros años. Las campañas de concienciación puestas en marcha y las limitaciones marcadas por el decreto de sequía, que restringía por ejemplo el uso del agua potable para el riego o para el llenado de una piscina, han tenido su efecto.

Si en el año 2005 Emasa metió en red algo más de 60 hectómetros cúbicos a lo largo de todo el año para abastecer a la ciudad, esa cantidad apenas pasó de los 49 el año pasado.

El descenso más brusco se produjo en los dos primeros años del periodo seco coincidiendo con la entrada en vigor del decreto de sequía, al que Málaga está sujeto desde noviembre de 2005 cuando los pantanos del Guadalhorce no tenían reservas hídricas para más de un año si continuaba sin llover. Entre ese año y 2006 el gasto de agua descendió en siete hectómetros cúbicos anuales, mientras que en 2007 volvió a bajar en dos más y se situó en los 51 hectómetros cúbicos anuales, según los datos aportados por Emasa. Aún así, el consumo durante los meses de verano del año pasado sí fue ligeramente superior al mismo periodo de 2007. Y eso a pesar del mayor control que Emasa ejerció sobre las más de 2.000 piscinas que hay censadas en la ciudad para evitar que se llenaran con agua de la red.

Con el inicio de 2009, la situación no ha variado mucho. Aunque aún no hay datos definitivos de los dos primeros meses del año, la empresa municipal de aguas asegura que el gasto se está manteniendo en los mismos términos de los últimos meses del año pasado a pesar de que fuero uno de los más lluviosos que se recuerdan.

La concienciación ciudadana ha contribuido tanto a paliar la situación de escasez que si en el verano de 2005 -justo unos meses antes de que se decretara oficialmente la sequía- fueron necesarios en algunos casos meter en red más de 2.000 litros por segundo para abastecer a Málaga, ahora la cifra ha llegado a descender hasta los 1.300.

El control que se ha ejercido sobre los 800 grandes consumidores de la ciudad, que representan el 27% del gasto de agua total, ha sido la clave.

Unos 40 meses consecutivos ha estado Málaga capital y seis municipios de la comarca del Guadalhorce bajo las restricciones de un decreto que la Junta de Andalucía se vio obligada a aprobar de forma urgente en noviembre de 2005 por la preocupante escasez de las reservas hídricas. Pero la situación ha cambiado mucho desde entonces y los pantanos del Guadalhore han logrado recuperar los niveles que el decreto exigía para poder dar por terminado el periodo seco. Los 160 hectómetros cúbicos que estos tres embalses más el del Limonero debían almacenar el 1 de marzo para poder levantar el decreto se han superado con creces, ya que en estos momentos acumulan 191. Si la promesa de la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, se cumple, estos siete municipios saldrán del decreto el martes una vez que el Consejo de Gobierno dé el visto bueno a la propuesta de la Agencia Andaluza del Agua. Lo que aún no está tan claro es si también se levantarán estas restricciones en los 18 municipios de la comarca de la Axarquía que fueron incluidos en el decreto a finales del pasado mes de noviembre después de que el pantano de La Viñuela llegará a estar al 10% de su capacidad. La situación de este embalse deberá ser revisada el próximo 1 de abril, cuando deberá disponer de un mínimo de 45 hectómetros cúbicos.

Si hace un año los siete pantanos de la provincia de Málaga almacenaban unos 162 hectómetros cúbicos, gracias a las intensas lluvias caídas desde que empezó el año hidrológico en octubre ahora se han duplicado. Según los datos de ayer del Distrito Hidrográfico Mediterráneo, los embalses rozan ya los 318 hectómetros cúbicos, algo más de la mitad de su capacidad de almacenamiento total. Hacía al menos cinco años que no se encontraban en unos niveles tan altos. El pantano de La Concepción es el único que está al cien por cien de su capacidad, con más de 57 hectómetros cúbicos. En proporción el embalse de La Viñuela que abastece a la zona de la Axarquía y que es el más grande la provincia es el que está en una peor situación, ya que sólo almacena 58 de los 170 hectómetros cúbicos que tiene de capacidad.