Spanish scientists have discovered a new species of Cantabria Nayades of 130 years old
Thu, 19/02/2009
Científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunciaron hoy el descubrimiento de una nueva especie de náyade o "ninfa de río" de 130 años de antigüedad en sedimentos continentales del Cretácico inferior de Cantabria.
También han detectado otras dos en la Cuenca de Cameros (La Rioja) de carácter endémico, todas ellas pertenecientes a uno de los grupos de animales "más amenazados del planeta", según explicaron los investigadores.
Así, paleontólogos y científicos de ambas entidades realizaron un estudio conjunto sobre las náyades del Cretácico inferior en España, revisando los "grandes" bivalvos de río y estuarios que, según informaron ambas instituciones, presentan una tasa de extinción "mayor que la de todos los vertebrados juntos". En este sentido, señalaron que el peligro que amenaza a esta especie es "alarmante" y apuntaron que "sólo quedan diez especies en el país en la actualidad".
El ejemplar hallado en la cuenca vasco-cantábrica se denomina 'Protoanodonta conchae', se detectó en Vega de Pas (Cantabria) y mide más de doce centímetros de longitud. En esta línea, indicaron que una náyade de entre 14 y 17 centímetros "es capaz de filtrar hasta 50 litros diarios de agua". Así, en el pasado "podrían haber filtrado hasta 35.000 litros al día, dado que vivían en colonias de hasta 700 ejemplares por metro cuadrado".
Por otra parte, indicaron que los sedimentos continentales de este periodo ofrecen una "gran cantidad de fósiles de estos grandes moluscos" y, algunos de ellos, tienen "gran interés" por pertenecer al género 'Margaritifera', que ha logrado sobrevivir hasta hoy y en el que se incluyen algunas especies en peligro de extinción como la 'Margaritifera auricularia'.
Por último, señalaron que su "peculiar" nombre proviene de la mitología griega, ya que las náyades "eran ninfas que residían en los ríos y en las fuentes". Además, los investigadores concluyeron que "probablemente formaban poblaciones en las aguas dulces del Cretácico" y que su hallazgo en el yacimiento de Cantabria junto con otros moluscos de agua dulce, como los gasterópodos del tipo 'Viviparus', "son indicadores de la existencia de un ecosistema de agua dulce".
También han detectado otras dos en la Cuenca de Cameros (La Rioja) de carácter endémico, todas ellas pertenecientes a uno de los grupos de animales "más amenazados del planeta", según explicaron los investigadores.
Así, paleontólogos y científicos de ambas entidades realizaron un estudio conjunto sobre las náyades del Cretácico inferior en España, revisando los "grandes" bivalvos de río y estuarios que, según informaron ambas instituciones, presentan una tasa de extinción "mayor que la de todos los vertebrados juntos". En este sentido, señalaron que el peligro que amenaza a esta especie es "alarmante" y apuntaron que "sólo quedan diez especies en el país en la actualidad".
El ejemplar hallado en la cuenca vasco-cantábrica se denomina 'Protoanodonta conchae', se detectó en Vega de Pas (Cantabria) y mide más de doce centímetros de longitud. En esta línea, indicaron que una náyade de entre 14 y 17 centímetros "es capaz de filtrar hasta 50 litros diarios de agua". Así, en el pasado "podrían haber filtrado hasta 35.000 litros al día, dado que vivían en colonias de hasta 700 ejemplares por metro cuadrado".
Por otra parte, indicaron que los sedimentos continentales de este periodo ofrecen una "gran cantidad de fósiles de estos grandes moluscos" y, algunos de ellos, tienen "gran interés" por pertenecer al género 'Margaritifera', que ha logrado sobrevivir hasta hoy y en el que se incluyen algunas especies en peligro de extinción como la 'Margaritifera auricularia'.
Por último, señalaron que su "peculiar" nombre proviene de la mitología griega, ya que las náyades "eran ninfas que residían en los ríos y en las fuentes". Además, los investigadores concluyeron que "probablemente formaban poblaciones en las aguas dulces del Cretácico" y que su hallazgo en el yacimiento de Cantabria junto con otros moluscos de agua dulce, como los gasterópodos del tipo 'Viviparus', "son indicadores de la existencia de un ecosistema de agua dulce".