The irrigators of Murcia present twenty allegations to the “contradictory” plan of the river Tajo

Tue, 03/02/2009

ABC

Tratar de frenar «uno de los momentos más difíciles» que atraviesa el trasvase Tajo-Segura, a la vez que denunciar «la incertidumbre» en la que está sumidos los regantes del Levante por la falta de información sobre «lo que se negocia en Madrid». Ese es el objetivo de la veintena de alegaciones que el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) presentó ayer al Plan de Tajo, un proyecto ante el que se sienten «indefensos» y en situación de «desamparo», según indicó ayer en rueda de prensa el presidente del Scrats. Francisco del Amor. Del Amor hizo estas declaraciones tras la reunión del Comité de Crisis del Acueducto Tajo-Segura, compuesta por las organizaciones agrarias, regantes y usuarios, así como sindicatos y patronales de Murcia, Almería y Alicante, que ratificaron las alegaciones del Sindicato de Regantes. El presidente de los regantes explicó que en la reunión se perfilaron las líneas de la manifestación del jueves en defensa del trasvase y contra el Estatuto castellanomanchego, y dijo que son «muchas» las adhesiones de organizaciones sociales de Murcia, Almería y Alicante. De hecho, a la hechas públicas la semana pasada se sumaron ayer las de la organización agraria COAG Murcia y la de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport) Presupuestos inadmisibles Entre las alegaciones al Plan del Tajo, cuyo plazo finalizó el viernes, Del Amor destacó la oposición al cierre del trasvase y a la prohibición de venta de agua, así como a la paralización inmediata del otorgamiento de las concesiones al Segura y a la modificación y/o derogación de la regla de explotación del acueducto. Añadió que tampoco es admisible el aumento de las reservas en Entrepeñas y Buendía hasta los 1.000 hectómetros cúbicos para el desarrollo de los pueblos ribereños, ya que «se trata de embalses hiperanuales, cuya funcionalidad es incompatible con cualquier uso recreativo y se hicieron para el trasvase». Así, pidió que se estudie la influencia que tiene el acuífero de la Mancha Oriental en Entrepeñas y Buendía, porque «se pueden estar realizando extracciones», lo que «provocaría una disminución en el agua embalsada». El Scrats también presentó alegaciones al uso de abastecimiento del plan, ya que incluye abastecimientos de zonas como Algodor y Girasol, en la cuenca del Guadiana, «pero no los del sureste», dijo Del Amor, quien criticó que tampoco se tienen en cuenta los trasvases al sureste para regadíos y usos agrarios. Otra de las alegaciones es la referente a la recuperación de costes, explicó Del Amor, quien mostró su «enérgica repulsa» a que no se haya tenido en cuenta para la elaboración de este plan a los regantes y usuarios del Levante. Sobre el abastecimiento de Madrid, dijo que en el transporte de agua a esta zona se pierde el 19'2% de lo trasvasado, unos 114 hectómetro cúbicos anuales, y que, según estudios del Scrats, podrían reducirse al 8%. Los regantes también rechazan que aumente el caudal ecológico a su paso por Aranjuez, fijado en 6 metros cúbicos por segundo, «una cifra que nos dejaría más muertos que vivos», sentencia Del Amor. El PP, a vueltas con el Ebro Por otro lado, el vicesecretario de Organización del PP murciano, Pedro Antonio Sánchez, afirmó ayer que «con el trasvase del Ebro y el Tajo-Segura funcionando realmente, los efectos de la crisis serían menores» en Murcia. Y es que, para Sánchez, «a día de hoy podría estar terminado el trasvase del Ebro y no se habrían quedado sin cultivar miles de hectáreas por falta de agua. Por contra, el Gobierno ha venido ofreciendo diversos “trasvases cero” que muestran su insensibilidad hacia los problemas de Murcia».