La sequía que vive el norte de China ya afectó 9,67 millones de hectáreas de cultivo y dejó sin acceso a agua potable a más de cuatro millones de personas, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.

Los datos de la Oficinal Estatal de Control de Inundaciones demuestran que la falta de agua, que se empezó a acusar en noviembre del año pasado, amenaza grandes extensiones de cultivo de cereal en ocho provincias distintas, entre las que se incluyen regiones densamente pobladas como Shaanxi (centro) y Hebei (noreste).

Alrededor de dos millones de hogares han visto cortado el suministro de agua potable y el Gobierno ya está empezando a ordenar medidas para paliar el problema.

De momento, cuatro equipos de trabajo fueron enviados a las zonas más afectadas para instruir a los agricultores en las tareas de hallazgo de nuevas fuentes de agua.

Los cultivos del norte de China aportan buena parte del grano y cereales que consume el país más poblado del mundo.

Por su parte, el Ministerio de Finanzas destinó 100 millones de yuanes (14,6 millones de dólares, 11,5 millones de euros) en concepto de fondos de ayuda a los campesinos afectados por la sequía.

El Gobierno informó de que desde diciembre ya se han invertido más de 1.300 millones de yuanes en proyectos de irrigación y de suministro de agua apta para el consumo humano, con una cobertura lograda de casi medio millón de personas.