Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Institut Català de Recerca de l'Aigua (ICRA) han desarrollado una metodología para detectar y medir simultáneamente la presencia en el agua de hasta 75 fármacos.

El sistema es un avance importante para el control de la contaminación en las aguas residuales y de superficie, como ríos y lagos. La presencia de fármacos es uno de los retos pendientes en el control medioambiental, que se encuentran muy extendidos en ríos y lagos después de haberse dispersado a través de las aguas residuales.

Hasta ahora no había legislación para su control, pero la nueva directiva marco europea del agua establece el control progresivo de estos contaminantes emergentes, pero para ello son necesarias herramientas para su detección de forma rápida y fiable.

Este sistema se basa en la combinación de una fase de extracción en fase sólida, la cromatografía líquida y la espectometría de masas. Sus principales ventajas son la alta sensibilidad, que permite detectar concentraciones muy bajas --0,1 nanogramos por litro--, la selectividad y la fiabilidad de los resultados analíticos.

Entre los fármacos que puede detectar existen muchos de uso común, tales como analgésicos y antiinflamatorios como el 'ibuprofeno' y la 'codeína', fármacos de psiquiatría como el 'diazepam', antihistamínicos como la 'loratadina' y antibióticos como el 'clorafenicol'.

Para probar el sistema, los investigadores analizaron muestras de diversas plantas de tratamiento de aguas residuales, así como muestras de río en la cuenca del Ebro. Los fármacos que más se encuentran son antiinflamatorios, reguladores de lípidos, betabloqueantes, antibióticos y antihipertensivos.

Los investigadores señalaron que estos hallazgos no quieren decir que las aguas estén "más contaminadas que hace un año", sino que "ahora se dispone de una herramienta que permite detectar más fármacos y de una vez".