Rajendra Pachauri, president of the Intergovernmental Panel on Climate Change of the UN
Mon, 12/01/2009
A sus 68 años, Rajendra Pachauri permanece al frente desde 2002 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU y dirige el Instituto de Recursos Naturales y Energía de India, en cuyo despacho, abarrotado de premios y medallas acumulados en su larga carrera en defensa del planeta y de los más pobres de la Tierra, recibe a EL PAÍS. El objetivo que persigue este economista indio es advertir al mundo sobre "los peligros que corre si no deja de abusar del planeta", para lo que prosigue una intensa agenda internacional, especialmente desde que le concedieron el Premio Nobel de la Paz (2007).
Pregunta. ¿Qué significa para usted desarrollo sostenible?
Respuesta. Lo primero es garantizar que los recursos naturales que hemos heredado no son dañados ni reducidos, de manera que la próxima generación los reciba en mejor situación que la nuestra. Esto incluye aire limpio, agua limpia, tierra y bosques sanos y biodiversidad. La otra dimensión del desarrollo sostenible es dar oportunidades a la gente. No se puede mantener un sistema que sólo piensa en los ricos. Finalmente, es necesario volver a las esencias de India, donde todo se reutilizaba, y crear una nueva filosofía que ponga fin al derroche, tanto de los recursos naturales como de la energía.
P. ¿Cree que esa filosofía es aplicable a todo el mundo?
R. Por supuesto. En el mundo actual las noticias viajan de un lado a otro con fluidez y si una parte vive de una forma desatará las aspiraciones de la otra. De ahí que debe haber una convergencia en los niveles de vida.
P. ¿Considera que Occidente aceptará limitar su consumo?
R. Sé que es difícil pero será peor si no lo hace porque no se puede tener un mundo dividido. La brecha conduciría al terrorismo, a la ira, al resentimiento de los países más pobres por las dramáticas consecuencias que sufrirán por un cambio climático que no han provocado. La huida de la sequía y de la hambruna provocaría millones de refugiados.
P. ¿Quiere decir que la unidad es imperativa?
R. Absolutamente, pero no significa que tenemos que renunciar a lo bueno obtenido a través del progreso económico. El reto es usar la tecnología y los precios, al tiempo que modificamos el estilo de vida. Ya hemos abusado demasiado de la naturaleza.
P. ¿Cuáles son las prioridades?
R. Hay que cambiar los valores y la filosofía de la vida. Para España, por ejemplo, lo importante es el agua por la escasez que padece. España es también un importador de energía, y ambos problemas deben acometerse a un tiempo. En otros países, lo más serio es la contaminación del aire. Las prioridades deben marcarlas los Gobiernos pero debemos unirnos en la búsqueda de un nuevo modelo de consumo y producción.
P. ¿Cree que Occidente está dispuesto a cambiar sus valores?
R. Pienso que sí. En los dos últimos años ha habido un enorme grado de concienciación entre los más jóvenes. Vamos en la buena dirección.
P. Usted culpa a la acción del hombre del desastre que padece la naturaleza. ¿Cómo puede reconvertirla?
R. Con el uso eficiente del agua y la energía de su entorno. No a las duchas de media hora; no a los desorbitados aires acondicionados y calefacción; no a desaprovechar la luz solar; no al uso continuo del coche. Éstas son acciones individuales o en familia. A nivel industrial, también existe un gran derroche que hay que cortar. No es cuestión de renunciar a la buena vida sino de valorar y respetar la naturaleza y de compartir con otros seres humanos los recursos más básicos.
P. Usted propone comer menos carne...
R. Sí. Es bueno para la salud del hombre y para la del planeta. Hay una gran emisión de gases de efecto invernadero en el proceso para comer un filete, que comienza con el alto consumo en pastos -lo que exige deforestación- y en agua que requiere criar una vaca y continúa por llevarla al matadero, guardar su carne en cámaras frigoríficas, transportarla y cocinarla.
P. Usted es vegetariano...
R. Sí, pero no hace falta ser vegetariano, sólo hay que comer menos carne de vaca.
P. ¿Es demasiado tarde para el cambio climático?
R. No es tarde para evitar la hecatombe. Soy optimista, pero tenemos muy poco tiempo para actuar.
P. ¿A que teme más?
R. A que si no hacemos nada para frenar el cambio climático, los más pobres, que serán los más damnificados, no perdonarán a los países ricos. Habrá convulsiones y guerras porque se agravará la lucha por los recursos naturales, incluidos los del Ártico.
P. Ante la actual crisis económica mundial ¿Dónde invertiría?
R. Si el mundo invierte lo suficiente en la investigación de las energías renovables se acabarían los problemas.
P. ¿Qué le pedirá a Obama el 21 de enero?
R. Que cumpla todas sus promesas electorales, como crear empleos ecológicos. Ha ofrecido un mensaje de esperanza; que lo cumpla, porque tendrá impacto en todo el mundo.
P. ¿Qué opina del acuerdo 20 - 20 - 20 de la UE (20% de reducción de emisiones de efecto invernadero y 20% de aumento en energías renovables en 2020)?
R. Es un buen comienzo, pero Europa puede hacer más. Los ricos deben pagar por el cambio climático porque son históricamente responsables de él.
P. ¿Cree que la respuesta china al cambio climático es adecuada?
R. Hasta ahora China se ha centrado en un crecimiento económico como el occidental, pero hoy hay una gran reevaluación. Creo que en los próximos años veremos grandes cambios en China, que probablemente incluirán el uso eficiente de la energía y de los recursos naturales, así como el apoyo al desarrollo rural en lugar de a la urbanización masiva.
P. ¿Es por la crisis o porque Pekín ha llegado a la conclusión de que el modelo occidental está acabado?
R. Al igual que en India, obedece a la demanda interna. Hace tres siglos estos dos países asiáticos eran las mayores economías, ahora parece que avanzamos hacia esa misma situación, pero hemos de hacerlo de forma responsable, sobre todo si hemos de servir de modelo a otros.
P. ¿A África?
R. África no puede seguir de ninguna de las maneras la senda de Occidente. Si sus condiciones siguen deteriorándose no habrá un Ejército capaz de impedir la avalancha de refugiados sobre España. El mundo desarrollado tiene la obligación de acometer la rehabilitación de África.
P. ¿Debe la ONU emitir una Declaración de los Derechos del Planeta?
R. Sin duda alguna. Ahora trabajamos en un acuerdo global sobre cambio climático que debería de estar listo a finales de año.
P. ¿Qué les diría a los que siguen negando este fenómeno?
R. Trabajamos con transparencia y elegimos a los mejores científicos del mundo. Nuestros informes son aceptados por todos los gobiernos. Los escépticos del cambio climático deberían mudarse a otro planeta.
Pregunta. ¿Qué significa para usted desarrollo sostenible?
Respuesta. Lo primero es garantizar que los recursos naturales que hemos heredado no son dañados ni reducidos, de manera que la próxima generación los reciba en mejor situación que la nuestra. Esto incluye aire limpio, agua limpia, tierra y bosques sanos y biodiversidad. La otra dimensión del desarrollo sostenible es dar oportunidades a la gente. No se puede mantener un sistema que sólo piensa en los ricos. Finalmente, es necesario volver a las esencias de India, donde todo se reutilizaba, y crear una nueva filosofía que ponga fin al derroche, tanto de los recursos naturales como de la energía.
P. ¿Cree que esa filosofía es aplicable a todo el mundo?
R. Por supuesto. En el mundo actual las noticias viajan de un lado a otro con fluidez y si una parte vive de una forma desatará las aspiraciones de la otra. De ahí que debe haber una convergencia en los niveles de vida.
P. ¿Considera que Occidente aceptará limitar su consumo?
R. Sé que es difícil pero será peor si no lo hace porque no se puede tener un mundo dividido. La brecha conduciría al terrorismo, a la ira, al resentimiento de los países más pobres por las dramáticas consecuencias que sufrirán por un cambio climático que no han provocado. La huida de la sequía y de la hambruna provocaría millones de refugiados.
P. ¿Quiere decir que la unidad es imperativa?
R. Absolutamente, pero no significa que tenemos que renunciar a lo bueno obtenido a través del progreso económico. El reto es usar la tecnología y los precios, al tiempo que modificamos el estilo de vida. Ya hemos abusado demasiado de la naturaleza.
P. ¿Cuáles son las prioridades?
R. Hay que cambiar los valores y la filosofía de la vida. Para España, por ejemplo, lo importante es el agua por la escasez que padece. España es también un importador de energía, y ambos problemas deben acometerse a un tiempo. En otros países, lo más serio es la contaminación del aire. Las prioridades deben marcarlas los Gobiernos pero debemos unirnos en la búsqueda de un nuevo modelo de consumo y producción.
P. ¿Cree que Occidente está dispuesto a cambiar sus valores?
R. Pienso que sí. En los dos últimos años ha habido un enorme grado de concienciación entre los más jóvenes. Vamos en la buena dirección.
P. Usted culpa a la acción del hombre del desastre que padece la naturaleza. ¿Cómo puede reconvertirla?
R. Con el uso eficiente del agua y la energía de su entorno. No a las duchas de media hora; no a los desorbitados aires acondicionados y calefacción; no a desaprovechar la luz solar; no al uso continuo del coche. Éstas son acciones individuales o en familia. A nivel industrial, también existe un gran derroche que hay que cortar. No es cuestión de renunciar a la buena vida sino de valorar y respetar la naturaleza y de compartir con otros seres humanos los recursos más básicos.
P. Usted propone comer menos carne...
R. Sí. Es bueno para la salud del hombre y para la del planeta. Hay una gran emisión de gases de efecto invernadero en el proceso para comer un filete, que comienza con el alto consumo en pastos -lo que exige deforestación- y en agua que requiere criar una vaca y continúa por llevarla al matadero, guardar su carne en cámaras frigoríficas, transportarla y cocinarla.
P. Usted es vegetariano...
R. Sí, pero no hace falta ser vegetariano, sólo hay que comer menos carne de vaca.
P. ¿Es demasiado tarde para el cambio climático?
R. No es tarde para evitar la hecatombe. Soy optimista, pero tenemos muy poco tiempo para actuar.
P. ¿A que teme más?
R. A que si no hacemos nada para frenar el cambio climático, los más pobres, que serán los más damnificados, no perdonarán a los países ricos. Habrá convulsiones y guerras porque se agravará la lucha por los recursos naturales, incluidos los del Ártico.
P. Ante la actual crisis económica mundial ¿Dónde invertiría?
R. Si el mundo invierte lo suficiente en la investigación de las energías renovables se acabarían los problemas.
P. ¿Qué le pedirá a Obama el 21 de enero?
R. Que cumpla todas sus promesas electorales, como crear empleos ecológicos. Ha ofrecido un mensaje de esperanza; que lo cumpla, porque tendrá impacto en todo el mundo.
P. ¿Qué opina del acuerdo 20 - 20 - 20 de la UE (20% de reducción de emisiones de efecto invernadero y 20% de aumento en energías renovables en 2020)?
R. Es un buen comienzo, pero Europa puede hacer más. Los ricos deben pagar por el cambio climático porque son históricamente responsables de él.
P. ¿Cree que la respuesta china al cambio climático es adecuada?
R. Hasta ahora China se ha centrado en un crecimiento económico como el occidental, pero hoy hay una gran reevaluación. Creo que en los próximos años veremos grandes cambios en China, que probablemente incluirán el uso eficiente de la energía y de los recursos naturales, así como el apoyo al desarrollo rural en lugar de a la urbanización masiva.
P. ¿Es por la crisis o porque Pekín ha llegado a la conclusión de que el modelo occidental está acabado?
R. Al igual que en India, obedece a la demanda interna. Hace tres siglos estos dos países asiáticos eran las mayores economías, ahora parece que avanzamos hacia esa misma situación, pero hemos de hacerlo de forma responsable, sobre todo si hemos de servir de modelo a otros.
P. ¿A África?
R. África no puede seguir de ninguna de las maneras la senda de Occidente. Si sus condiciones siguen deteriorándose no habrá un Ejército capaz de impedir la avalancha de refugiados sobre España. El mundo desarrollado tiene la obligación de acometer la rehabilitación de África.
P. ¿Debe la ONU emitir una Declaración de los Derechos del Planeta?
R. Sin duda alguna. Ahora trabajamos en un acuerdo global sobre cambio climático que debería de estar listo a finales de año.
P. ¿Qué les diría a los que siguen negando este fenómeno?
R. Trabajamos con transparencia y elegimos a los mejores científicos del mundo. Nuestros informes son aceptados por todos los gobiernos. Los escépticos del cambio climático deberían mudarse a otro planeta.