In the basin of the Ribera del Marco is a reservoir of fossil plants
Mon, 12/01/2009
La Ribera del Marco guarda tesoros que poca gente conoce, por ejemplo: yacimientos de fósiles de plantas, una presa romana, molinos de distintas épocas y tipos, o sitios en los que el agua corre y salta haciendo rápidos. La Asociación de Amigos de la Vía de la Plata de Cáceres señala que es positivo que el Ayuntamiento esté promocionando ahora la Ribera del Marco con actividades, pero recalca que si se limpia y acondiciona debidamente, «la Ribera puede dar aún muchas sorpresas». El geólogo Juan Gil, presidente de la Asociación, comenta un hecho desconocido por el gran público y que podría ser un gran atractivo para la Ribera: A lo largo del cauce hay un yacimiento de fósiles de plantas, que puede llegar a tener un espesor de hasta unos tres metros de profundidad y unos siete metros de longitud media. Explica que sería importante proteger estos yacimientos para fines didácticos y científicos, y que de su estudio se podría deducir el paleoclima de la zona de Cáceres en épocas cuando los hombres de Neándertal cazaba a los herbívoros que bebían en las terrazas fluviales del Marco. Es un yacimiento de travertinos o tobas calcáreas con moldes de plantas acuáticas fosilizadas. Estos yacimientos se deben a que estas aguas son duras, con un elevado contenido en bicarbonatos de calcio y magnesio en disolución. La Asociación de Amigos de la Vía de la Plata recuerda que la Ribera del Marco o Arroyo del Concejo tiene su nacimiento en la caudalosa fuente cárstica de El Marco o Fuente del Rey, y que el caudal medio del manantial, antes de la realización de los pozos de abastecimiento de la ciudad, era de unos 95 litros por segundo y con sus aguas podía regarse unos 5 kilómetros de huertas. La ciudad de Cáceres estuvo durante siglos dependiendo de las aguas de este manantial, hasta que la ciudad le dio la espalda. La Asociación indica que la Ribera ha sufrido, dada su proximidad a la ciudad, toda suerte de arbitrariedades que han deteriorado y mermado la calidad y el caudal de sus aguas, «han ocupado su fértil suelo y transformado lo que fue su amplia vega verde en un terreno periurbano degradado, donde confluyen aguas fecales, vertidos incontrolados de basura, aparcamientos y viales asfaltados, pistas polideportivas, urbanizaciones, etcétera». Para la Asociación es necesario señalizar y proteger las cuevas de Maltravieso y de El conejar, además de la fuente cárstica de la Charca del Marco, cuyas aguas permanentes fueron la causa de los sucesivos asentamientos humanos precursores de la ciudad de Cáceres. También señala como de gran interés el potenciar los rápidos y pocetas realizados por el agua en las rocas más duras del cauce de la Ribera, además de señalizar las terrazas fluviales en las que hay abundantes materiales líticos del pleistoceno medio. Insiste que en todo el trayecto del manantial hay represas, acueductos, molinos de agua, batanes y tenerías medievales y de edad moderna. Hay restos de una presa romana construida con argamasa de cal y cantos rodados ('opus caementicium'), y conducciones romanas elaboradas con cal con pequeños fragmentos de ladrillos ('opus signinum'). La Ribera del Marco corre en parte paralela a la Vía de la Plata, y la Asociación recalca que todo este espacio constituye un recurso didáctico de primer orden para la enseñanza de las ciencias naturales y de la Historia, «Por eso -indica-, se hace muy necesaria una urgente ordenación de esta fértil vega, para transformarla en un espacio ecológico periurbano, donde se delimiten, protejan y conserven todos los recursos naturales, históricos y etnológicos».