The quality of the rivers focus environmental policy in 2009
Mon, 22/12/2008
El Gobierno quiere apoyarse en el reto de la Directiva Marco del Agua, el nuevo Plan Hidrológico y su protagonismo en la CHC para eliminar los 'puntos negros'
Cantabria dará en 2009 un paso definitivo para restaurar la calidad del agua de sus ríos. Los renglones torcidos con los que se han escrito otras políticas medioambientales durante años parecen enderezarse con tres movimientos estratégicos: la Directiva Marco del Agua, el Plan Hidrológico y el nuevo rumbo de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).
No es casualidad que este organismo -antes conocido como CHN- celebrase la pasada semana una reunión de su junta directiva en Santander. Nunca antes se había realizado fuera de Asturias. Era el aperitivo para el plato fuerte. El consejero de Medio Ambiente del Gobierno cántabro, Francisco Martín, fue nombrado vicepresidente, y Santander fue elegida como sede organizativa de la CHC. Todo esto sucede a las puertas de que el Ministerio de Medio Ambiente otorgue al Ejecutivo regional la gestión de las cuencas internas de sus ríos. Cantabria será la última comunidad en recibir esta transferencia.
Con los montes y la costa ya en nómina, al Gobierno le faltaban los ríos para tener todas las piezas de la gestión integral del territorio. Por esa misma razón, la Consejería de Medio Ambiente prevé dar ahora el paso definitivo en la mejora de la calidad del agua de la región. Objetivo, por otra parte, al que está obligado por la Directiva Marco del Agua, que establece el horizonte de 2015 para ello.
Solucionado el 'punto negro' del Pas con la depuradora de Quijano, la batalla se librará, sobre todo, en dos escenarios: el Besaya y el Campiazo.
Los vertidos industriales al primero quedarán estrangulados por la hoja de ruta que está en marcha desde este año. Las empresas deberán depurar o pagar por verter. Y es más rentable lo primero. También en 2009 se presentará la alternativa a la depuradora de Vuelta Ostrera que, aunque nació muerta tras la demanda de ARCA, trata los residuos urbanos de toda la comarca.
Campiazo
En el Campiazo los problemas son similares. La depuradora de Meruelo, según se reconoce desde la propia Consejería, se quedó muy pequeña para el volumen que debe tratar, incluyendo las aguas residuales de una empresa lactea a la que ya se le ha impuesto que construya su propia instalación.
La mayor obra de saneamiento que afrontará Cantabria en los próximos años está relacionada con este río, tiene ya las licitaciones y 2009 será su punto de arranque: el saneamiento de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Con esta infraestructura, los residuos urbanos de Meruelo dejarán de verterse al Campiazo y se dará cobertura a la población de 100.000 habitantes que en verano se alcanza en esa zona.
En paralelo, la Consejería está elaborando la propuesta al programa de medidas que hará llegar a las distintas confederaciones para su integración en el Plan Hidrológico, que contará con un borrador en el primer semestre de 2009.
La novedad de este documento es que, aunque se redacte en los despachos, se ha esbozado sobre el terreno, al margen de los estudios y planes específicos que los técnicos han llevado a cabo desde 2003. Hace más de dos años se puso en marcha la Oficina de Participación Hidrológica de Cantabria (Ophic), que ahora acaba de realizar su balance definitivo.
Alrededor de 2.000 personas han participado en las más de medio centenar de jornadas, foros y reuniones sectoriales realizadas en las localidades situadas en las cuencas de los ríos cuya transferencia se recibirá en 2009. Todas las propuestas presentadas, tras pasar por un filtro legal y técnico, se incluirán en el documento que el Instituto de Hidraúlica Ambiental está elaborando.
Precisamente, y tampoco por casualidad, la semana pasada tuvo lugar la quinta reunión de seguimiento de la implantación en Cantabria de la Directiva Marco del Agua.
Cantabria dará en 2009 un paso definitivo para restaurar la calidad del agua de sus ríos. Los renglones torcidos con los que se han escrito otras políticas medioambientales durante años parecen enderezarse con tres movimientos estratégicos: la Directiva Marco del Agua, el Plan Hidrológico y el nuevo rumbo de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC).
No es casualidad que este organismo -antes conocido como CHN- celebrase la pasada semana una reunión de su junta directiva en Santander. Nunca antes se había realizado fuera de Asturias. Era el aperitivo para el plato fuerte. El consejero de Medio Ambiente del Gobierno cántabro, Francisco Martín, fue nombrado vicepresidente, y Santander fue elegida como sede organizativa de la CHC. Todo esto sucede a las puertas de que el Ministerio de Medio Ambiente otorgue al Ejecutivo regional la gestión de las cuencas internas de sus ríos. Cantabria será la última comunidad en recibir esta transferencia.
Con los montes y la costa ya en nómina, al Gobierno le faltaban los ríos para tener todas las piezas de la gestión integral del territorio. Por esa misma razón, la Consejería de Medio Ambiente prevé dar ahora el paso definitivo en la mejora de la calidad del agua de la región. Objetivo, por otra parte, al que está obligado por la Directiva Marco del Agua, que establece el horizonte de 2015 para ello.
Solucionado el 'punto negro' del Pas con la depuradora de Quijano, la batalla se librará, sobre todo, en dos escenarios: el Besaya y el Campiazo.
Los vertidos industriales al primero quedarán estrangulados por la hoja de ruta que está en marcha desde este año. Las empresas deberán depurar o pagar por verter. Y es más rentable lo primero. También en 2009 se presentará la alternativa a la depuradora de Vuelta Ostrera que, aunque nació muerta tras la demanda de ARCA, trata los residuos urbanos de toda la comarca.
Campiazo
En el Campiazo los problemas son similares. La depuradora de Meruelo, según se reconoce desde la propia Consejería, se quedó muy pequeña para el volumen que debe tratar, incluyendo las aguas residuales de una empresa lactea a la que ya se le ha impuesto que construya su propia instalación.
La mayor obra de saneamiento que afrontará Cantabria en los próximos años está relacionada con este río, tiene ya las licitaciones y 2009 será su punto de arranque: el saneamiento de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Con esta infraestructura, los residuos urbanos de Meruelo dejarán de verterse al Campiazo y se dará cobertura a la población de 100.000 habitantes que en verano se alcanza en esa zona.
En paralelo, la Consejería está elaborando la propuesta al programa de medidas que hará llegar a las distintas confederaciones para su integración en el Plan Hidrológico, que contará con un borrador en el primer semestre de 2009.
La novedad de este documento es que, aunque se redacte en los despachos, se ha esbozado sobre el terreno, al margen de los estudios y planes específicos que los técnicos han llevado a cabo desde 2003. Hace más de dos años se puso en marcha la Oficina de Participación Hidrológica de Cantabria (Ophic), que ahora acaba de realizar su balance definitivo.
Alrededor de 2.000 personas han participado en las más de medio centenar de jornadas, foros y reuniones sectoriales realizadas en las localidades situadas en las cuencas de los ríos cuya transferencia se recibirá en 2009. Todas las propuestas presentadas, tras pasar por un filtro legal y técnico, se incluirán en el documento que el Instituto de Hidraúlica Ambiental está elaborando.
Precisamente, y tampoco por casualidad, la semana pasada tuvo lugar la quinta reunión de seguimiento de la implantación en Cantabria de la Directiva Marco del Agua.