Expertos de la Estación Experimental Tomás Ferro muestran las avanzadas técnicas para mejorar los cultivos y la producción animal


Mejoran su conocimientos de una forma amena, ven estimulada su vocación científica y tecnológica y aprovechan para divertirse haciendo turismo en una provincia muy distinta a la suya. Medio centenar de alumnos y profesores de Segundo de Bachillerato de institutos de Asturias y Aragón visitaron hace unos días la Estación Experimental Agroalimentaria Tomás Ferro (ESEA), de la Universidad Politécnica de Cartagena, dentro del programa Rutas Científicas. Es un programa de cooperación territorial que promueve el Ministerio de Educación, Política Social y Deportes y que también ha llevado a este grupo a conocer la Casa del Agua (de la Confederación Hidrográfica del Segura), en Santomera, y practicar deportes náuticos en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) Infanta Cristina, de Los Alcázares.
Para potenciar el conocimiento de la riqueza cultural de las comunidades autónomas y aumentar las vocaciones científicas, los responsables de la Consejería de Educación y de la Finca Experimental (de la Escuela de Agrónomos) mostraron a estudiantes y tutores los laboratorios, invernaderos y otras instalaciones de este complejo experimental situado en La Palma.
«Para que vieran ejemplos de cómo se lleva a cabo en un centro de investigación el desarrollo aplicado de conocimientos teóricos, les mostramos el funcionamiento de un lisímetro de pesada (un aparato que permite medir el contenido en agua de los suelos), un embalse regulador, los diferentes sensores de una estación agroclimática o el control climático en un invernadero», explicó el director de la finca, Alejandro Pérez.
Estimular las vocaciones La visita también incluyó prácticas de agronomía, como Observación de plantas mutantes y la segregación en color y pétalos, impartida por los profesores Marcos Egea y Julia Weiss; Manejo reproductivo, técnicas hormonales en la reproducción del conejo e inseminación artificial, a cargo de Eva Armero; o Manejo de la fertirrigación en una agricultura de precisión, por parte de Alejandro Pastor.
En esta última, los alumnos comprobaron cómo los científicos de la Politécnica aplican tratamientos de riego con aguas de diferente concentración salina para que mandarinos de la variedad Fortune se adapten lo mejor posible a las condiciones reales de cultivo de cítricos en el Campo de Cartagena.
En esta zona el agua para riego es muy salina y además hay déficit permanente de recursos.