El proyecto "Camí de l'aigua", al que en repetidas ocasiones se ha referido el alcalde de Vila-real, Juan José Rubert, entra en lo que ya podría tener visos de realidad hasta el punto de que va a pedirse subvención a la Unión Europea para financiar el proyecto, según explicó ayer el primer edil del municipio.
Esta actuación tendrá un coste estimado de 368.000 euros y la idea del consistorio es solicitar a Europa que aporte el 50% del coste total a través del programa Life. De transcurrir todo según las previsiones del ayuntamiento podrían iniciarse las obras en febrero de 2010, para continuarlas y terminarlas en el transcurso del año 2012 de acuerdo con las previsiones del arquitecto director, Fernando Pla.
El objetivo es concretar una ruta que una los once molinos que tanto servicio prestaron a la ciudad en tiempos pasados, ruta que bordearía el río Millars, que continuaría por la Acequia Mayor y que terminaría en la zona en la que se encuentra el Molí la Vila, lugar donde piensa ubicarse, sobre una superficie ajardinada de casi doce mil metros cuadrados ,el monumento al rey Jaume I que esculpiera el pintor y escultor Vicente Llorens Poy.
De esa ruta formarían parte los molinos conocidos como Llop, Paquero, el de la Ermita, Bisbal,Terraet, se llegaría al pantano de Santa Quiteria, la continuación será hacia el molí Nou, el puente de la nacional 340, la entrada a Vila-real, la Acequia Mayor, las piscinas cubiertas, continuación para enlazar con la Acequia Mayor otra vez,el Molí La Vila y, naturalmente, el Molí Roqueta.
"Algunos de estos molinos están en muy buen estado e incluso en funcionamiento y a otros sólo les quedan un par de paredes y precisarán una reconstrucción adecuada", explicó el arquitecto Pla.
El alcalde, por su parte, cree que este es un proyecto importante para la ciudad que permitirá demostrar lo bien que ha sabido utilizar y ahorrar en agua. "Podemos tener la posibilidad de que la UE acepte el proyecto aunque también es posible lo contrario y, en ese caso, insistiremos. El proyecto es atractivo para recuperar todo lo relacionado con el patrimonio del agua y podríamos estar ante el comienzo de otras acciones importantes como los jardines que se prevén a partir de diversos acuerdos sobre el tema de los molinos", comentó el primer edil.
Señalización y limpieza
Los casi doce kilómetros que tendría el "Camí de l'aigua" de Vila-real deberán contar con el correspondiente desbroce, señalización adecuada, paneles, la inclusión de la actual ruta botánica y otros detalles, como explicó la concejala de Medio Ambiente del consistorio municipal, Ana Martín. "Si la Unión Europea dijera no - comentó el alcalde- replantearíamos el asunto de otra manera para, poco a poco, comenzar a hacer realidad ese proyecto y su correspondiente financiación".