More than two thousand farmers will save 10% of water when they will modernize their irrigations
Tue, 25/11/2008
Ahorrarán agua, electricidad y tiempo. La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena invertirá unos 22 millones de euros en la mejora y modernización de sus regadíos de la Cota 120, delimitada entre el canal del trasvase Tajo-Segura a la altura de Torre Pacheco y Balsicas hasta la Casa Valderas, en la pedanía pachequera de Roldán. Se verán beneficiadas alrededor de diez mil hectáreas (una cuarta parte del Campo de Cartagena), propiedad de unos 2.300 agricultores que ahorrarán un 10% de agua al año.
Las obras consisten en la canalización del agua a través de tuberías que llegarán a cada una de las parcelas inscritas en la Cota 120, impulsando caudales en aquellas zonas con fuerte pendiente. Cada agricultor tendrá un contador de agua y una llave de paso controlada de forma electrónica desde un panel de control instalado en la central de la Comunidad de Regantes, en el Paseo Alfonso XIII.
Es la última zona del Campo que quedaba sin automatizar. Con una tarjeta identificativa, los agricultores podrán solicitar la cantidad de agua que necesiten a través del móvil, e incluso por Internet. «Desde la central se abre el grifo y se cierra una vez descargada el agua que el propietario ha pedido». Así lo explicó ayer el presidente de la Comunidad de Regantes, Francisco Sáez, quien añadió que «se trata de una obra necesaria que mejorará la calidad de vida de los agricultores».
De los veintidos millones de los invertidos, cinco los aporta la Comunidad Autónoma, otros cinco los regantes e igual cantidad proviene de los fondos europeos y el resto, unos siete millones de los presupuestos del Estado. La obras están en su última fase y está previsto que acaben en primavera del próximo año.
Actualmente, los agricultores de la Cota 120 del Campo de Cartagena tienen a su disposición unos 14 hectómetros de agua al año asignados por la Confederación Hidrográfica del Segura que proceden de las depuradores de San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Torre Pacheco y Fuente Álamo, entre otras. «Echamos mano de esa cantidad cuando nos quedamos sin agua del trasvase Tajo-Segura, que es casi siempre, y ésta la mezclamos con la de los pozos que tenemos», recordó Sáez. Añadió que tienen que realizar fuertes inversiones para ahorrar «hasta la más mínima cantidad de agua».
Las obras consisten en la canalización del agua a través de tuberías que llegarán a cada una de las parcelas inscritas en la Cota 120, impulsando caudales en aquellas zonas con fuerte pendiente. Cada agricultor tendrá un contador de agua y una llave de paso controlada de forma electrónica desde un panel de control instalado en la central de la Comunidad de Regantes, en el Paseo Alfonso XIII.
Es la última zona del Campo que quedaba sin automatizar. Con una tarjeta identificativa, los agricultores podrán solicitar la cantidad de agua que necesiten a través del móvil, e incluso por Internet. «Desde la central se abre el grifo y se cierra una vez descargada el agua que el propietario ha pedido». Así lo explicó ayer el presidente de la Comunidad de Regantes, Francisco Sáez, quien añadió que «se trata de una obra necesaria que mejorará la calidad de vida de los agricultores».
De los veintidos millones de los invertidos, cinco los aporta la Comunidad Autónoma, otros cinco los regantes e igual cantidad proviene de los fondos europeos y el resto, unos siete millones de los presupuestos del Estado. La obras están en su última fase y está previsto que acaben en primavera del próximo año.
Actualmente, los agricultores de la Cota 120 del Campo de Cartagena tienen a su disposición unos 14 hectómetros de agua al año asignados por la Confederación Hidrográfica del Segura que proceden de las depuradores de San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Torre Pacheco y Fuente Álamo, entre otras. «Echamos mano de esa cantidad cuando nos quedamos sin agua del trasvase Tajo-Segura, que es casi siempre, y ésta la mezclamos con la de los pozos que tenemos», recordó Sáez. Añadió que tienen que realizar fuertes inversiones para ahorrar «hasta la más mínima cantidad de agua».