A report guaranteed by Espinosa alert of sanitary risk in the water of the "Jalon"

Tue, 18/11/2008

El Periódico de Aragón

Cerca de 25.000 habitantes de la cuenca del Jalón se hallan expuestos a problemas de salud relacionados con el agua que consumen, según asegura el informe Agua y sostenibilidad , elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE) y prologado por la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa.
Los datos sobre el control del agua potabilizada en la zona de que dispone el Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC) "revela ciertos problemas puntuales" en los años 2006 y 2007, indica el documento. Como consecuencia de esos incidentes, añade, "un total de unas 25.000 personas han podido estar expuestas a este tipo de problemas". El informe señala que las localidades que en esos años sufrieron incumplimientos de los mínimos de calidad suman 10.342 habitantes y que los municipios en que se superaron algunos parámetros de control sin llegar técnicamente al incumplimiento tienen un censo de otros 14.485, lo que hace un total de 24.827, que supone el 20,3% de la población de la cuenca.
El estudio señala que esos problemas de salubridad "se han dado de modo incidental y no continuado" y que se debieron básicamente a "averías puntuales en los sistemas de potabilización municipales" --en ocasiones por exceso de cloro-- o a "episodios de mala calidad del agua bruta captada". Las aguas de consumo humano de ocho municipios, cifra que el informe califica como "un porcentaje apreciable de poblaciones", se vieron "afectadas por la presencia de sulfatos", compuestos que en concentraciones altas pueden causar problemas gastrointestinales, además de corroer las tuberías.
Paralelamente, destaca "los problemas de elevadas concentraciones de nitratos en algunos pequeños municipios de la provincia de Teruel como Bello, Bueña, Pozuel del Campo y Torrelacárcel", que suman unos 750 habitantes. Los procesos de potabilización convencionales no reducen la presencia de estos compuestos, por lo que algunos pueblos de la cuenca han optado por captar el agua de otros acuíferos.
El informe del OSE señala como "el principal efecto perjudicial" de la ingesta de nitratos y nitritos para la salud la metahemoglobinemia, un proceso de oxidación de la hemoglobina que la incapacita para fijar el oxígeno y que, por lo tanto, provoca limitaciones en su transporte a los tejidos. La ingesta de estos productos puede derivar en cianosis --su principal síntoma es una coloración azul de la piel-- y, por reacción con otros elementos durante el proceso de digestión, en cáncer.
El OSE anota que de conseguirse un buen estado ecológico de las masas de agua de la cuenca del Jalón, tanto superficiales como subterráneas, en el 2015 --objetivo de la Directiva Marco y del Plan Hidrológico del Ebro--, desaparecerían "la mayor parte de los riesgos para la salud humana asociados a una calidad deficiente de las aguas de consumo". Ese nivel de calidad "elevaría la seguridad alimentaria de unas 25.000 personas que en los últimos años han estado expuestas a incidentes puntuales de importancia leve --11% de la población-- o moderada --9%--", además de conllevar "un ahorro en los sistemas de potabilización o en captaciones alternativas, que serán perentorias" en algunas localidades.
El documento destaca que "estudios epidemiológicos recientes" efectuados en cuencas de EEUU relacionan los episodios hidrológicos torrenciales con brotes de enfermedades transmitidas por el agua, como la gastroenteritis. Así, apunta que medidas como la restauración de riberas y lagunas o la reforestación de laderas sin vegetación "potencian la función de filtro, retención y eliminación de contaminantes biológicos y químicos, disminuyendo su presencia en las aguas".