Rivers of Barcelona will not get to fulfill the objectives of the directive in 2015

Fri, 14/11/2008

EFE

Los ríos de la provincia de Barcelona -Llobregat, Besòs, Foix, Ter y Tordera- no podrán cumplir la directiva de agua de la UE que fija que estos cauces estén en buen estado ecológico en 2015, según ha explicado hoy la integrante del grupo de Freshwater Ecology & Management, María Rieradevall.

A juicio de esta experta, uno de los principales hándicap a los que se enfrentan los ríos barceloneses es el mal estado de las riberas, sobre todo en zonas industriales y urbanas, por lo que recalca que alguno de los objetivos "no son asumibles y la directiva es consciente, porque no se puede pedir imposibles".

Para Rieradevall, la restauración de las riberas de todos los ríos es por ejemplo uno de esos imposibles, ya que sería necesario un plazo más largo, e incluso así, no se lograría.

"Hay puntos en donde no se podrán recuperar nunca, porque están muy alterados y la propia directiva lo prevé, las califica como áreas fuertemente modificadas y rebaja las exigencias", como ocurre en la parte baja del río Llobregat.

María Rieradevall es autora del manual sobre diagnóstico ambiental "Los Espacios fluviales", editado por la Obra Social La Caixa y la Diputación de Barcelona, que se ha presentado hoy en la capital catalana.

La investigadora afirma que en estos momentos el estado ecológico de los ríos barceloneses es bueno en las cabeceras, pero que conforme se acercan a la desembocadura su situación es "precaria" y en la parte baja de las cuencas la calidad de las aguas y la situación de sus riberas empeora considerablemente.

Otro de los impactos más importantes que padecen estos ríos procede de la contaminación por residuos urbanos, ya que a pesar de la presencia de las depuradoras, su acción en muchas ocasiones no es suficiente, "aunque se están haciendo muchos esfuerzos" por parte de la administración municipal y la Agencia Catalana del Agua.

Uno de las posibilidades, apunta, es no verter el agua directamente a los cauces sino reutilizarlas en otros usos, ya que están muy cargadas de nutrientes, por lo que sería más recomendable su utilización en riegos o agricultura.

"Si gastásemos menos agua en cada municipio se necesitaría limpiarla menos, y las depuradoras irían también menos llenas, pero eso supone una tarea divulgadora", afirma Rieradevall quien, a riesgo de no resultar popular, asegura que el agua "es barata en exceso", y que no se paga el precio real que tiene este servicio, "de forma proporcional como se hace con otros recursos, como la energía, aunque ahora sea un momento difícil para incrementar costos".

El manual "Los espacios fluviales" -del que se han editado 2.000 ejemplares y se distribuirá entre ayuntamientos y entidades- tiene como objetivo poner al alcance de los gestores, usuarios y ciudadanos herramientas que permitan realizar un diagnóstico de los espacios fluviales y aportar soluciones para conseguir un buen estado ecológico de los ríos, de cara al cumplimiento de la directiva comunitaria.

Junto a Rieradevall, en la elaboración de este manual han participado otros dos miembros del grupo de Investigación de Freshwater Ecology & Managament (FEM): Narcís Prats y Laura Puértolas.

El director ejecutivo de la Obra Social La Caixa, Jaume Lanaspa, ha explicado que este manual es el primero de un total de quince que constituirán la colección "Manuales de gestión de hábitats", tres de ellos centrados en los espacios fluviales.

La colección se enmarca dentro del convenio de colaboración entre Obra Social La Caixa y la Diputación de Barcelona.

Precisamente, el diputado presidente del Área de Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona, Josep Mayoral, ha asegurado que la calidad de las agua de los ríos de esta provincia ha ido mejorando en los últimos años.
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