Environment is favour to maintaining the closure of the common trout
Thu, 06/11/2008
Pamplona. La población media de trucha común en el conjunto de los ríos de la cuenca salmonícola de Navarra ha aumentado un 14% respecto a 2007, situándose en 1.869 truchas por hectárea. Unas cifras 'esperanzadoras', a juicio de la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro, pero que demuestran que la situación de los ríos sigue siendo 'precaria' y que la densidad de población es 'débil y varía de unas cuencas a otras'.
'Lo deseable', apuntó Sanzberro, es que se alcance una densidad de entre 2.000 y 4.000 truchas por hectárea. Ante esta 'insuficiente' mejoría, la propuesta de Medio Ambiente es mantener al menos un año más la misma política, que prohíbe pescar trucha común en la región salmonícola superior, si bien indicó que la decisión no está tomada y hasta el próximo lunes las asociaciones de pescadores pueden presentar sus propuestas. Entre las planteadas ayer, estaba la pesca sin muerte.
La consejera dio a conocer estos datos tras la reunión de la Comisión Asesora de Pesca, formada por las asociaciones de pescadores de la Comunidad Foral y miembros de su departamento. Medio Ambiente ha llevado a cabo un inventario de población de trucha común en 60 puntos de los valles Pirenaicos (cuencas del Eska, Salazar, Irati, Urrobi y Erro), valles Meridionales (cuencas del Arga, Ultzama-Mediano y Larraun-Basaburua), valles Occidentales (cuencas del Arakil y Ega-Urederra) y valles Cantábricos (cuenca del Bidasoa y cuencas cantábricas y norpirenaicas).
Dicho estudio señala también que la población de trucha ha aumentado en todos los rangos de edad. En concreto, se ha detectado un 22% más de alevines (0,0919 por metro cuadrado), un 4% más de juveniles (727 ejemplares por hectárea) y un 23% más de adultos (223 ejemplares por hectárea). Sanzberro destacó esta última cifra porque conlleva 'un aumento del potencial reproductor para el año 2009, que estimamos que puede ser de alrededor del 29%', respecto a 2008. No obstante, esta recuperación es desigual en las distintas cuencas. De hecho, la densidad sigue siendo muy débil en los ríos pirenaicos, aunque se detecta una sensible mejoría en el resto de cuencas.
La Comisión Asesora de Pesca también valoró el Plan de Actuación para la mejora de la calidad ambiental de los ríos, puesto en marcha en enero de este año para recuperar la población de trucha en sus aguas. Según se desprende de los estudios técnicos, el principal motivo de la regresión de esta especie es ambiental, por lo que las actuaciones dirigidas a recuperar su hábitat inciden de forma positiva en su recuperación. En este sentido, el citado plan concreta diferentes actuaciones dirigidas a la restauración de riberas y el entorno fluvial. En 2008, se han invertido 1,2 millones de euros para la permeabilización de ríos, permitiendo que la fauna piscícola pueda remontar los cauces. Por otro lado, se ha procedido al control de la población de cormoranes.
En cuanto a la repoblación, se han sembrado más de 195.000 huevos embrionados, se han aportado unos 75.000 juveniles y se han soltado 100.000 truchas triploide adultas en los ríos de la zona salmonícola mixta y en cotos intensivos.
l Vigilancia. La Comisión de Vigilancia, formada por el servicio de guardas forestales, el Seprona de la Guardia Civil y la División de Protección del Medio Ambiente de la Policía Foral, tiene como objetivo reducir el furtivismo y controlar los vertidos, extracciones y manejos irregulares de los caudales de los ríos.
l Menos furtivismo. Los guardas forestales del departamento, la Policía Foral y el Seprona han realizado un total de 1.582 actuaciones, que se han saldado con 151 denuncias por furtivismo, 134 relacionadas con vertidos y 48 por otras causas. Sanzberro dijo que 'la presencia de furtivos prácticamente ha sido nula' y agregó que las principales acciones 'se realizan en situación de pesca normal, cuando los pescadores superan los cupos establecidos, y que el aumento de la vigilancia ha producido un descenso de las incidencias por vertidos'.
'Lo deseable', apuntó Sanzberro, es que se alcance una densidad de entre 2.000 y 4.000 truchas por hectárea. Ante esta 'insuficiente' mejoría, la propuesta de Medio Ambiente es mantener al menos un año más la misma política, que prohíbe pescar trucha común en la región salmonícola superior, si bien indicó que la decisión no está tomada y hasta el próximo lunes las asociaciones de pescadores pueden presentar sus propuestas. Entre las planteadas ayer, estaba la pesca sin muerte.
La consejera dio a conocer estos datos tras la reunión de la Comisión Asesora de Pesca, formada por las asociaciones de pescadores de la Comunidad Foral y miembros de su departamento. Medio Ambiente ha llevado a cabo un inventario de población de trucha común en 60 puntos de los valles Pirenaicos (cuencas del Eska, Salazar, Irati, Urrobi y Erro), valles Meridionales (cuencas del Arga, Ultzama-Mediano y Larraun-Basaburua), valles Occidentales (cuencas del Arakil y Ega-Urederra) y valles Cantábricos (cuenca del Bidasoa y cuencas cantábricas y norpirenaicas).
Dicho estudio señala también que la población de trucha ha aumentado en todos los rangos de edad. En concreto, se ha detectado un 22% más de alevines (0,0919 por metro cuadrado), un 4% más de juveniles (727 ejemplares por hectárea) y un 23% más de adultos (223 ejemplares por hectárea). Sanzberro destacó esta última cifra porque conlleva 'un aumento del potencial reproductor para el año 2009, que estimamos que puede ser de alrededor del 29%', respecto a 2008. No obstante, esta recuperación es desigual en las distintas cuencas. De hecho, la densidad sigue siendo muy débil en los ríos pirenaicos, aunque se detecta una sensible mejoría en el resto de cuencas.
La Comisión Asesora de Pesca también valoró el Plan de Actuación para la mejora de la calidad ambiental de los ríos, puesto en marcha en enero de este año para recuperar la población de trucha en sus aguas. Según se desprende de los estudios técnicos, el principal motivo de la regresión de esta especie es ambiental, por lo que las actuaciones dirigidas a recuperar su hábitat inciden de forma positiva en su recuperación. En este sentido, el citado plan concreta diferentes actuaciones dirigidas a la restauración de riberas y el entorno fluvial. En 2008, se han invertido 1,2 millones de euros para la permeabilización de ríos, permitiendo que la fauna piscícola pueda remontar los cauces. Por otro lado, se ha procedido al control de la población de cormoranes.
En cuanto a la repoblación, se han sembrado más de 195.000 huevos embrionados, se han aportado unos 75.000 juveniles y se han soltado 100.000 truchas triploide adultas en los ríos de la zona salmonícola mixta y en cotos intensivos.
l Vigilancia. La Comisión de Vigilancia, formada por el servicio de guardas forestales, el Seprona de la Guardia Civil y la División de Protección del Medio Ambiente de la Policía Foral, tiene como objetivo reducir el furtivismo y controlar los vertidos, extracciones y manejos irregulares de los caudales de los ríos.
l Menos furtivismo. Los guardas forestales del departamento, la Policía Foral y el Seprona han realizado un total de 1.582 actuaciones, que se han saldado con 151 denuncias por furtivismo, 134 relacionadas con vertidos y 48 por otras causas. Sanzberro dijo que 'la presencia de furtivos prácticamente ha sido nula' y agregó que las principales acciones 'se realizan en situación de pesca normal, cuando los pescadores superan los cupos establecidos, y que el aumento de la vigilancia ha producido un descenso de las incidencias por vertidos'.