Spain is the fifth country in the world on spending water to produce goods
Thu, 30/10/2008
España ocupa la quinta posición a escala mundial en cuanto a huella hídrica, es decir, en el volumen total de agua usada globalmente para producir los bienes y servicios consumidos por los ciudadanos. Además, forma parte del grupo de estados del Mediterráneo (Grecia, Italia, Portugal y Chipre) que tienen cada vez un mayor estrés hídrico, una situación en la que el agua empieza a ser un bien escaso. Así se desprende del Informe Planeta Vivo 2008 de WWF/Adena, elaborado en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres y la Red de la Huella Global, y que fue presentado ayer simultáneamente en varias ciudades europeas.
El documento advierte que el planeta se enfrenta a una recesión ecológica, ya que la 'huella ecológica' -indicador que estima la cantidad de recursos naturales necesarios para sostener el nivel de consumo de una sociedad y asimilar sus desechos- excede la capacidad de regeneración de la Tierra en un 30%.
El estudio indica que más de las tres cuartas partes de la población mundial vive en países 'deudores ecológicos', en los que su consumo nacional ha excedido su propia biocapacidad. La gran mayoría de los ciudadanos mantienen estilos de vida y crecimiento económico utilizando el capital ecológico de otras partes del mundo. Asimismo, los países con mayor huella ecológica son Estados Unidos y China, ya que cada uno de ellos utiliza cerca del 21% de la biocapacidad del planeta.
España ocupa la posición número 12 a escala mundial y tiene un déficit ecológico del 338%, lo que significa que necesitaríamos casi 3,5 países más para mantener nuestras actuales demandas.
El informe incluye por primera vez datos sobre 'la huella hídrica', un indicador que muestra, por ejemplo, la importancia del agua utilizada como materia prima en la fabricación de una camiseta de algodón (2.900 litros) y que permite medir el impacto en las reservas mundiales de agua. Cada persona gasta una media de 1,24 millones de litros de agua cada año (aproximadamente la mitad de una piscina olímpica) y el estudio advierte de que unos 50 países sufren actualmente 'un estrés hídrico severo', una situación que aumentará a consecuencia del cambio climático.
Por otro lado, el Índice Planeta Vivo, medida obtenida del estudio de la evolución de 5.000 poblaciones de 1.886 especies, ha descendido un 30% desde 1970, debido, principalmente, a la deforestación y la transformación de los usos del suelo en los trópicos, y al cambio climático.
El documento subraya que el gasto imprudente de los recursos naturales agota el capital natural del mundo hasta un punto en el que estamos amenazando nuestra prosperidad futura.
'Si nuestras demandas sobre el planeta continúan a este ritmo, a mediados de la década del 2030 necesitaremos el equivalente a dos planetas para mantener nuestros estilos de vida', resalta el informe de los ecologistas.
Científicos estadounidenses, británicos y australianos se han unido para explorar dos de las últimas regiones sin cartografiar de la Tierra, las cuencas sublglaciares Aurora y Wikkes, inmensas superficies de hielo situadas bajo la Antártida y con un tamaño similar al de México. Estas investigaciones buscan conocer más sobre el cambio climático y sobre cómo este proceso afectará al nivel del mar. Para poder sobrevolar la Antártida, el equipo emplea un avión mejorado de la Segunda Guerra Mundial. Los investigadores creen que la cuenca subglacial Aurora (al este de la Antártida) podría representar el punto débil del manto de hielo del este antártico, el mayor resto de de cuerpo de hielo en la Tierra. Hasta hace poco había sido considerado como una reserva estable de hielo, por lo que se veía poco posible que contribuyera al aumento del nivel del mar en un futuro próximo.
El documento advierte que el planeta se enfrenta a una recesión ecológica, ya que la 'huella ecológica' -indicador que estima la cantidad de recursos naturales necesarios para sostener el nivel de consumo de una sociedad y asimilar sus desechos- excede la capacidad de regeneración de la Tierra en un 30%.
El estudio indica que más de las tres cuartas partes de la población mundial vive en países 'deudores ecológicos', en los que su consumo nacional ha excedido su propia biocapacidad. La gran mayoría de los ciudadanos mantienen estilos de vida y crecimiento económico utilizando el capital ecológico de otras partes del mundo. Asimismo, los países con mayor huella ecológica son Estados Unidos y China, ya que cada uno de ellos utiliza cerca del 21% de la biocapacidad del planeta.
España ocupa la posición número 12 a escala mundial y tiene un déficit ecológico del 338%, lo que significa que necesitaríamos casi 3,5 países más para mantener nuestras actuales demandas.
El informe incluye por primera vez datos sobre 'la huella hídrica', un indicador que muestra, por ejemplo, la importancia del agua utilizada como materia prima en la fabricación de una camiseta de algodón (2.900 litros) y que permite medir el impacto en las reservas mundiales de agua. Cada persona gasta una media de 1,24 millones de litros de agua cada año (aproximadamente la mitad de una piscina olímpica) y el estudio advierte de que unos 50 países sufren actualmente 'un estrés hídrico severo', una situación que aumentará a consecuencia del cambio climático.
Por otro lado, el Índice Planeta Vivo, medida obtenida del estudio de la evolución de 5.000 poblaciones de 1.886 especies, ha descendido un 30% desde 1970, debido, principalmente, a la deforestación y la transformación de los usos del suelo en los trópicos, y al cambio climático.
El documento subraya que el gasto imprudente de los recursos naturales agota el capital natural del mundo hasta un punto en el que estamos amenazando nuestra prosperidad futura.
'Si nuestras demandas sobre el planeta continúan a este ritmo, a mediados de la década del 2030 necesitaremos el equivalente a dos planetas para mantener nuestros estilos de vida', resalta el informe de los ecologistas.
Científicos estadounidenses, británicos y australianos se han unido para explorar dos de las últimas regiones sin cartografiar de la Tierra, las cuencas sublglaciares Aurora y Wikkes, inmensas superficies de hielo situadas bajo la Antártida y con un tamaño similar al de México. Estas investigaciones buscan conocer más sobre el cambio climático y sobre cómo este proceso afectará al nivel del mar. Para poder sobrevolar la Antártida, el equipo emplea un avión mejorado de la Segunda Guerra Mundial. Los investigadores creen que la cuenca subglacial Aurora (al este de la Antártida) podría representar el punto débil del manto de hielo del este antártico, el mayor resto de de cuerpo de hielo en la Tierra. Hasta hace poco había sido considerado como una reserva estable de hielo, por lo que se veía poco posible que contribuyera al aumento del nivel del mar en un futuro próximo.