El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Luis Yagüe, apuntó hoy que el coste de la desalación de agua "es del orden de diez veces más caro que el de trasvasarla, en términos energéticos y de forma general, ya que el precio depende desde del lugar del que traigas el agua, puesto que cuesta más hacerlo desde 1.000 que desde 300 kilómetros".

Yagüe hizo estas declaraciones en la rueda de prensa de presentación de la 34 Reunión Anual de la SNE que reunirá a más de 500 expertos en Murcia a partir de mañana y hasta el próximo sábado, para asistir a un total de 216 ponencias, entre las que se encontrará, precisamente, una sesión plenaria bajo el lema 'Agua y Energía' que abordará esta problemática.

Aunque el presidente del SNE aseguró que "hay datos claros de la diferencia entre lo que cuesta trasvasar agua y desalinizar agua en términos energéticos", se mostró partidario de la desalación para aquellas zonas en las que no hay agua que trasvasar, como en el desierto, donde apostó "indudablemente" por la energía nuclear como "solución".

Por ejemplo, citó el caso del desierto del Sahara, lugar en el que defendió la instalación de una serie de centrales nucleares refrigeradas por el océano Atlántico en la costa que "podrían suministrar energía y agua a los países de la zona, cuyos habitantes tienen una media de vida que oscila entre los 30 y 40 años de vida, sencillamente porque no tienen agua".

Asimismo, Yagüe consideró "demencial" la posibilidad de trasvasar agua del río Ródano (Francia) al Segura "teniendo el Ebro hay cerca", una propuesta que el presidente de la Región, Ramón Luis Valcárcel, abordó en su encuentro de la semana pasada con la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

Al respecto, justificó su postura respecto a este trasvase "porque hacer traer agua desde 1.000 kilómetros nos va a costar más energéticamente", aunque, a pesar de todo, lo consideró "una solución mucho más barata que se está planteando trasvasar con energía nuclear francesa".

En este sentido, comparó los programas nucleares de Francia y España, que en el año el año 1973, "eran idénticos y coincidían en tener 24 proyectos". "La situación actual es que España ha entrado en una moratoria y tiene ocho centrales funcionando y en Francia hay 59, al tiempo que el 80 por ciento de su energía es de origen nuclear, mucho más barata", resaltó.

Yagüe explicó que la energía nuclear "es barata y desmintió que la energía nuclear "no se puede almacenar", ya que "si tienes que desalinizar agua, puedes almacenar el excedente, al igual que sucede con la depuración de aguas residuales". Además, apuntó que estas prácticas "pueden utilizar las horas valle en que la energía es muy barata para hacer eso".

Al mismo tiempo, consideró que el hecho de que las centrales nucleares trabajen con vapor a baja temperatura "es una ventaja en la desalinización, ya que se pueden utilizar centrales mixtas que produzcan electricidad con el vapor de alta temperatura y que produzcan agua con el vapor de baja temperatura".

La otra opción que valoró "fue utilizar los valles de consumo de la energía eléctrica para desalinizar por las noches, cuando la tarifa es más barata". A su parecer, esto sería "beneficioso por que las centrales nucleares normalmente trabajan mejor si funcionan al 100 por ciento de su potencia".

Por último, barajó la posibilidad de "no trasvasar permanentemente, y hacerlo cuando la energía nuclear es más barata, como sucedía antes con los riegos, que se regaba por la noche, porque la tarifa era más barata".

Sin embargo, desveló un problema en este sentido, y es que "se ha incrementado mucho el consumo energético, y ahora no existen valles". Así, apuntó que la energía nuclear en España hace diez años "suponía el 40 por ciento de la generación de las necesidades energética, y ahora no llega al 20 por ciento".

Toda la energía nuclear "se consume por la noche, y hay que generar más energía con gas o carbón, lo que, a su vez, provoca que empiezan a quitar la tarifa nocturna a los agricultores", determinó.

CRISIS ECONÓMICA.

Yagüe explicó que el "relanzamiento" nuclear en España "resolvería en un porcentaje muy alto el problema de las materias primas", que consideró "el elemento más crítico de España, ya que somos un 80 por ciento dependientes del exterior energéticamente".

Así, determinó que el precio de las materias primas "es uno de los orígenes de la crisis económica que se ha ido acumulando a lo largo del tiempo". No obstante, consideró que la crisis financiera "entraña una disponibilidad escasa de recursos para hacer inversiones que sean importantes, y es es un handicap".

A su juicio, la realidad "es que los países de Asia han tomado una opción clarísima por la energía nuclear, y en este momento hay 21 centrales en marcha en todo el mundo".

Por último, dijo que lo que pretende el Gobierno de España "es que no entren en el mercado la energía nuclear y la hidroeléctrica", de forma que "el señor que ha corrido un riesgo en una inversión en estos sectores no tenga el beneficio de este riesgo, y todo ello "porque son claramente más baratos", concluyó.