El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, explicó hoy que el año hidrológico en esta cuenca se inicia con 700 hectómetros cúbicos más en las reservas que el pasado año, pero advirtió que serán necesarias las aportaciones de la lluvia para no tener problemas durante el año.
Alonso ha presidido hoy en Zaragoza la Junta de Gobierno del Organismo, reunión de carácter ordinario en la que se ha presentado un informe sobre la situación general de la Cuenca, que comienza un nuevo ciclo con normalidad en las reservas de agua embalsada a excepción de los sistemas del Ésera y el Noguera Ribargozana, que presentan situación de alerta, y los sistemas de Aguas Vivas y el Guadalope, con situación de prealerta.
En declaraciones a los medios de comunicación tras la Junta de Gobierno, Alonso recordó que el año hidrológico que acaba de finalizar en septiembre "empezó mal, porque no hubo lluvias y se tuvo que reunir la comisión de sequías a principios de año para tomar una serie de medidas bastante duras".
No obstante, "las lluvias llegaron en primavera y el año ha sido normal, no hemos tenido problemas de abastecimiento ni en los usos de regadío y hemos acabado con unos 700 hectómetros cúbicos más embalsados que el año pasado, pero no debemos olvidar de que después de las lluvias de primavera, el verano y estos meses de septiembre y octubre están siendo secos".
Por ello, "seguimos mirando al cielo y confiemos en que lleguen las lluvias de otoño y de primavera", porque "los caudales aguas abajo los mantenemos, pero aguas arriba de las cuencas, por encima de los embalses, se depende de las lluvias" y como "no está lloviendo desde primavera, los arroyos bajan con poca alegría y en algún caso están secos".
POR ENCIMA DEL PROMEDIO
La campaña del año hidrológico 2007-2008 se ha cerrado con los embalses a un 54,4 por ciento, con 4.029 hectómetros cúbicos, cifra que supera el promedio de los últimos cinco años, que era de 3.313 hectómetros cúbicos.
Así, en el sistema del Canal de Aragón y Cataluña, a pesar de la situación de alerta, las reservas del embalse de Santa Ana, Canelles y Escales (Noguera Ribagorzana) y de Barasona (Ésera), se encuentran por encima de los niveles de la misma semana de 2007.
En los sistemas no regulados (sin presencia de embalses), se reflejan ya las bajas precipitaciones de los últimos meses. De hecho, los caudales de entrada al embalse del Ebro, Cuenca Alta del Ebro (Cantabria), se encuentran en situación de emergencia, así como las entradas al embalse de Las Torcas (Cuenca del Huerva) y las entradas a Yesa (río Aragón).
Por último, se encuentran el alerta las aportaciones de los sistemas Najerilla-Tirón e Iregua (La Rioja); aportaciones del Jalón y Jiloca, del Noguera Ribagorzana, del Gállego-Cinca y del Zadorra. El resto de subcuencas se encuentran en prealerta.
NUEVO ÓRGANO DE COOPERACIÓN
Por otra parte, la sede de la Confederación en Zaragoza ha acogido hoy la constitución de un nuevo órgano de cooperación: el Comité de Autoridades Competentes de la Demarcación del Ebro, órgano oficial de cooperación entre la Administración General del Estado, las Comunidades autónomas y las entidades locales. El Comité es un órgano independiente, que no depende de la CHE aunque ésta le presta soporte técnico y administrativo.
El órgano está formado por 22 vocales, todos con voto a excepción del secretario (que es el de la CHE) y está presidido por el presidente del Organismo de Cuenca, José Luis Alonso. Entre los representantes, nueve proceden de la Administración central (cuatro del Ministerio de Medio Ambiente, otros cuatro de otros ministerios y el presidente de la CHE); 9 son de Comunidades autónomas de la Cuenca (Cantabria, País Vasco, Castilla León, la Rioja, Navarra, Aragón, Castilla La Mancha, Cataluña y Comunidad Valenciana); y tres lo serán de las entidades locales, una vez los elija la Federación Española de Municipios y Provincias.
Este Comité analizará la protección de las aguas, como exige la Directiva Marco del Agua, y trabajará en la elaboración y ejecución del nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación, que deberá estar aprobado a finales de 2009. En la jornada de hoy, "ya ha salido una propuesta", coordinar las actuaciones que cada institución lleva a cabo contra el mejillón cebra desde este organismo.
Respecto al Plan Hidrológico, Alonso indicó que "sigue avanzando. Hemos acabado prácticamente los procesos de participación en zonas grandes y sólo nos queda la desembocadura del Ebro y dos pequeños afluentes".
En estos momentos, "está en información pública el documento que recoge el esquema de temas importantes en la gestión de aguas de la Cuenca, y trabajamos en colaboración con las Comunidades autónomas en la redacción del borrador definitivo del Plan, que someteremos a información pública en la primavera del año que viene", ya que el nuevo Plan debe estar aprobado a finales del próximo año.
SAN SALVADOR Y MONEGROS
El presidente de la CHE, José Luis Alonso, se refirió también a las actuaciones en el Canal de Monegros que ha aprobado hoy el Consejo de Ministros, y que llevarán a mejorar uno de los tramos del canal. En una primera fase en esta infraestructura, el Gobierno central invertirá más de 14 millones de euros.
En el caso del embalse de San Salvador, para ejecutar sus obras, "se nos han presentado todas las empresas de construcción de este país", de manera que ahora "se está trabajando intensamente en el tema de la evaluación técnica" de las ofertas y quizás se llevará a aprobación en el mes de noviembre.
NEOELECTRA
En otro orden de cosas, preguntado por la decisión de la empresa Neoelectra de derribar en el próximo mes de noviembre el azud construido sobre el río Guadalope, con el que trabajaba esta compañía en sus instalaciones de Aliaga (Teruel), Alonso advirtió que "haremos el seguimiento" de esta obra para ver que se lleva a cabo correctamente.
Sobre los permisos solicitados por esta empresa a la CHE y los que el organismo ha otorgado, Alonso recordó que Neoelectra presento a la Confederación "un informe en el que decía que no necesitaba agua y que no iba a hacer vertidos", pero en otra documentación para llevar a cabo otra obra sí se solicitaba "una concesión pequeña, de unos veinte litros por segundo, para el cementerio de dióxido de carbono, que está en estudio".