Sesenta miembros del Sindicato Central de
Regantes del Acueducto Tajo-Segura viajarán mañana a primera hora a
Madrid para entregar en el Congreso de los Diputados las 120.000
firmas de apoyo al trasvase que han obtenido en los últimos meses,
coincidiendo con la toma en consideración de la reforma del estatuto
de Castilla-La Mancha.


Los regantes habían solicitado al Congreso la posibilidad de
asistir como invitados al inicio del trámite parlamentario de la
citada reforma, en la que se incluye un artículo que fija la
caducidad del trasvase en el año 2015, cuestión a la que se oponen
estos agricultores del levante español.


El congreso sólo ha facilitado dos invitaciones a los regantes,
por lo que su presidente, Francisco del Amor, ha decidido que no
entrarán al hemiciclo ni siquiera él acompañado de otro miembro de
la junta directiva, porque estima que ha sido un gesto de mal gusto
el no permitir la entrada de al menos un grupo de regantes en
representación de las provincias españolas que riegan con agua del
trasvase.


Del Amor se ha reunido en los últimos días con los partidos
políticos de la Comunidad Autónoma de Murcia, quienes han anunciado
que sus diputados votarán en contra de la citada toma de
consideración en el caso de que las direcciones nacionales de PP y
PSOE no les confirmen que se eliminará del texto del citado estatuto
no solo la citada fecha de fin del trasvase, sino otras cuestiones
que consideran anticonstitucionales.


Por el momento tales garantías no han sido recibidas en los
partidos regionales, si bien el secretario general del PSRM-PSOE,
Pedro Saura, aseguró el pasado viernes en la sede de los regantes
que tenía claro que la cuestión del 2015 iba a ser retirada, pero
que había 9 artículos que eran "una barbaridad" y tenían que
modificarse.


El acueducto Tajo-Segura tiene su origen en el proyecto de obras
hidráulicas de Lorenzo Pardo (1933), proyecto retomado en 1966 y
ejecutado en 1979.


En 1971 el Estado promulgó una ley en la que se establecía un
caudal trasvasable de 600 hectómetros cúbicos en una primera fase y
de mil en una segunda, si bien jamás se hizo esa segunda fase ni se
han llegado a trasvasar los 600 hectómetros, teniendo en cuenta que
110 eran para abastecimiento y que 90 se perdían en el camino por
pérdidas.


El 31 de marzo de 1979 llegaron al Segura las primeras aguas del
Tajo, y fue el día 29 de junio siguiente cuando tuvo lugar el primer
riego realizado en el campo de Cartagena con aguas del trasvase,
siendo hoy en día una de las primeras zonas productivas de España
con una agricultura moderna que no precisa de subvenciones.