El director general de Aguas del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Catalinas, aseguró hoy que el 90 por ciento del caudal del río Manzanares procede de las aguas residuales de Madrid, que son tratadas en sus 30 kilómetros de recorrido por Madrid a través de varias depuradoras instaladas por toda la capital, con un caudal que va desde los 0,3 metros cúbicos por segundo en verano hasta los 2 en épocas de lluvias.

Durante su intervención en las VI Jornadas de Medio Ambiente Local organizadas por madridiario.es, Catalinas señaló que el Ayuntamiento apuesta por una nueva cultura del agua, que va más allá de la red de alcantarillado, la depuradora y la vigilancia de sus cursos fluviales, al pretender ser respetuosa con el agua con las legislaciones más modernas.

Tras la aprobación en el año 2000 de la directiva europea sobre calidad del agua, Madrid aprobó el Plan de gestión de la Demanda del Agua, cuyos objetivos son asegurar en cantidad y calidad el agua, la reducción en un 12 por ciento en el consumo en 2011, promover la regeneración y la reutilización de los recursos hídricos, la participación ciudadana en una nueva cultura del agua, un desarrollo urbano basado en la sostenibilidad de los recursos, una mayor coordinación entre Administraciones y la puesta en marcha herramientas que potencien el ahorro y la eficacia.

Este plan, aprobado por la unanimidad de todos los grupos políticos, se plasmó en una ordenanza municipal que promueve los usos de recursos hídricos alternativos, que fomenten el aprovechamiento de las aguas de lluvia, un sistema de alta eficiencia hídrica y la instalación de contadores individuales y elementos de ahorro en edificios nuevos. Asimismo, la normativa defiende los criterios de sostenibilidad en las nuevas zonas verdes y jardines, incentiva equipos de ahorrar en el agua y tipifica un régimen sancionador, entre otros medidas.

EVITAR EL COLAPSO DEL ALCANTARILLADO

Uno de los puntos más importantes de la nueva normativa es el plan de mejora de la calidad del agua del río Manzanares. Según explicó Catalinas, todas las depuradoras se fabricaron para tiempo seco, por lo que cuando llovía generosamente, el agua no llegaba a los depuradores y se vertía directamente al río.

En este sentido, reconoció que los viejos colectores de Madrid, al ser unitarios, acumulaban mucha suciedad en periodos secos del verano y solían arrastrar la contaminaciones, por lo que el Manzanares se llenaba de residuos sólidos y contaminación. Para evitarlo, el director general de Agua señaló que se han puesto en marcha nuevas infraestructuras como nuevos colectores y estanques de tormentas que permiten almacenar gran cantidad de agua. Así, el de la depuradora de la China puede recoger hasta 135.000 metros cúbicos de agua y la de Butarque hasta 400.000.

Así, el Plan de mejora del río Manzanares, con una inversión de 700 millones de euros, tiene la contempla la posibilidad de tratar un caudal de cien metros cúbicos por segundo. De los 28 estanques en marcha, 23 son pequeños, están situados en el centro y reúnen 100.000 metros cúbicos de agua; mientras que los otros cinco, de mayores dimensiones, pueden contener más de un hectómetros cúbicos de agua.

"Los más beneficiados con este sistema no son las Administraciones, sino los vecinos que se sitúan aguas río abajo. Si hacemos estas infraestructuras a Aranjuez no le llegará el agua sucia ni el estuario de Lisboa estará tan contaminado como está en estos momentos", agregó Catalinas.

Otro de los objetivos es el desarrollo del Plan de Recursos Hídricos alternativos. La capital dispone de 800 hectómetros cúbicos de agua embalsada, con una garantía de año y medio si los embalses estuvieran al 100 por cien de su capacidad. Ante ese escaso margen, el director general de Agua explicó que la solución es, además de aumentar la capacidad de embalses, pasar por ahorrarla a través del uso de agua regenerado para baldeo de calles y limpieza de zonas verdes.

"Desde la depuradora de la China se limpie el agua y se la devuelve no potable para regar parques como el Retiro, el Tierno Galbán, Lineal, Pradolongo, el de las Cruces, el parque del Oeste, o la cuña verde de Latina, lo que permite descontar agua de abastecimiento para las zonas verdes", señaló.

Para ello, según apuntó Catalinas, ha hecho falta introducir conducciones hasta los parques, instalar depósitos y nuevas dársenas de carga de agua reciclada para los camiones de baldeo de calles de la ciudad. Por el momento, 18 parques de la capital, con 800 hectáreas, se riegan con agua reciclada a través de una red de 17 kilómetros.

Pero el Ayuntamiento pretende ampliar esta red hasta los 150 kilómetros para así regar 400 hectáreas, instalar 34 dársena y ahorrar 22 hectómetros cúbicos al año, "lo que supone el consumo de una ciudad de 300.000 habitantes todo un año y el consumo de un mes en Madrid".