Expert says that 90% of water resources Andalusians are dedicated to irrigated crops
Thu, 02/10/2008
El comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Javier Serrano Aguilar, afirmó hoy en Carmona (Sevilla), en el marco del curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'El régimen jurídico del agua', que el 90 por ciento del total de los recursos hidráulicos en Andalucía se utiliza para los cultivos de regadío, mientras que la producción industrial precisa un ocho por ciento y, en último lugar, el consumo humano, que hace uso de sólo un seis por ciento.
Javier Serrano Aguilar, que impartió la conferencia 'Las aguas subterráneas', afirmó que, en este sentido, "las principales medidas de ahorro de agua tienen que tomarse desde el sector agrícola".
Asimismo, Serrano aseguró que las aguas subterráneas son fundamentales para garantizar el consumo en las épocas de sequía, por lo que es imprescindible considerar que la sequía no es una catástrofe, sino una situación que se repite cíclicamente para ahorrar agua. "Actualmente, el 100 por 100 de la población de Granada está bebiendo de las aguas subterráneas, puesto que los dos principales pantanos que surten a los ciudadanos, Quéntar y Canales, están secos", apostilló.
El 90 por ciento del cauce del Guadalquivir se encuentra en Andalucía, extendiéndose por el 60 por ciento del territorio, siendo un río de vital importancia para nuestra comunidad autónoma. Cuenta con 800.000 hectáreas de regadío, 46 embalses y 11 presas, con una capacidad de 7.143 hectómetros cúbicos. Además posee 2.576 hectómetros cúbicos al año de recursos subterráneos, de los que se aprovecha el 50 por ciento.
Sin embargo, el comisario señaló que el Guadalquivir presenta una serie de problemas como la inversión de su cauce, ya que corre agua en verano y no en invierno. Los acuíferos también se encuentran sobreexplotados, mientras que la calidad del agua presenta una serie de deficiencias producidas por la contaminación de nitratos, provenientes de la agricultura o vertidos ganaderos como los excrementos de los cerdos.
Por este motivo, Javier Serrano reclamó una explotación sostenible de las aguas a través de una serie de medidas como el fomento de la aplicación de los regantes en la gestión ambiental, controlando la contaminación de las aguas por nitratos y los productos fitosanitarios; el desarrollo de técnicas para aplicar riesgos deficitarios, especialmente para cultivos leñosos como la fresa o el olivar o favorecer el proceso de transformación de aguas privadas a públicas, entre otras.
Javier Serrano Aguilar, que impartió la conferencia 'Las aguas subterráneas', afirmó que, en este sentido, "las principales medidas de ahorro de agua tienen que tomarse desde el sector agrícola".
Asimismo, Serrano aseguró que las aguas subterráneas son fundamentales para garantizar el consumo en las épocas de sequía, por lo que es imprescindible considerar que la sequía no es una catástrofe, sino una situación que se repite cíclicamente para ahorrar agua. "Actualmente, el 100 por 100 de la población de Granada está bebiendo de las aguas subterráneas, puesto que los dos principales pantanos que surten a los ciudadanos, Quéntar y Canales, están secos", apostilló.
El 90 por ciento del cauce del Guadalquivir se encuentra en Andalucía, extendiéndose por el 60 por ciento del territorio, siendo un río de vital importancia para nuestra comunidad autónoma. Cuenta con 800.000 hectáreas de regadío, 46 embalses y 11 presas, con una capacidad de 7.143 hectómetros cúbicos. Además posee 2.576 hectómetros cúbicos al año de recursos subterráneos, de los que se aprovecha el 50 por ciento.
Sin embargo, el comisario señaló que el Guadalquivir presenta una serie de problemas como la inversión de su cauce, ya que corre agua en verano y no en invierno. Los acuíferos también se encuentran sobreexplotados, mientras que la calidad del agua presenta una serie de deficiencias producidas por la contaminación de nitratos, provenientes de la agricultura o vertidos ganaderos como los excrementos de los cerdos.
Por este motivo, Javier Serrano reclamó una explotación sostenible de las aguas a través de una serie de medidas como el fomento de la aplicación de los regantes en la gestión ambiental, controlando la contaminación de las aguas por nitratos y los productos fitosanitarios; el desarrollo de técnicas para aplicar riesgos deficitarios, especialmente para cultivos leñosos como la fresa o el olivar o favorecer el proceso de transformación de aguas privadas a públicas, entre otras.