The main aquifer in the West Bank is threatened by pollution from sewage
Thu, 25/09/2008
El principal acuífero de Cisjordania, del que se nutren tanto israelíes como palestinos, se encuentra en peligro debido a la polución derivada de las aguas residuales, en un territorio en el que viven cerca de 2,8 millones de personas, entre los asentamientos palestinos e israelíes, según un estudio.
"Debido a problemas económicos y otros conflictos, las aguas residuales de más de dos millones de personas no se tratan mediante un adecuado tratamiento de polución", según el informe realizado por el Ministerio de Medioambiente israelí, la Administración Civil de Cisjordania y la Autoridad para la Protección de los Parques y la Naturaleza de Israel (INPA).
"Lo más importante es el daño a los recursos acuíferos, que son recursos tanto para israelíes como para palestinos", declaró un portavoz de INPA, Omri Gal. Las aguas residuales han penetrado el suelo, contaminando los niveles de agua subterránea y diferentes manantiales. Los autores del informe alertan de que el acuífero situado bajo Cisjordania está muy próximo a ser contaminado y que el daño puede ser irreversible.
El informe, que se basa en una observación amplia de varios arroyos, declara que el 94 por ciento de las aguas residuales de los palestinos que viven en Cisjordania no fueron depuradas o lo fueron de forma parcial, terminando en ríos y arroyos, y además que sólo fue tratado el uno por ciento de las aguas residuales de todos los territorios palestinos. Cerca de un 30 por ciento de las aguas residuales israelíes en el territorio no fue procesado.
Si las aguas residuales hubieran sido limpiadas, éstas se podrían haber utilizado en la agricultura, lo que a su vez habría mitigado la crisis actual del agua en Israel y los territorios palestinos, añaden los autores. Los más de 2,5 millones de palestinos en Cisjordania producen aproximadamente 56 millones de metros cúbicos de aguas residuales cada año, comparados con los 17,5 millones producidos por los 400.000 colonos.
Varios grupos defensores de los Derechos Humanos han alertado sobre la injusta distribución del agua en Cisjordania y afirman que la política actual favorece a los asentamientos en comparación con la distribución hacia los palestinos, según informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
El informe también asegura que el principal problema es la falta de infraestructuras en Cisjordania para tratar y procesar las aguas residuales. Gal manifestó su esperanza de que el informe establezca el trabajo preliminar para clarificar dónde están los problemas para que así puedan resolverse. "Será una buena herramienta para los donantes conocer exactamente dónde está el problema", declaró Gal.
"Debido a problemas económicos y otros conflictos, las aguas residuales de más de dos millones de personas no se tratan mediante un adecuado tratamiento de polución", según el informe realizado por el Ministerio de Medioambiente israelí, la Administración Civil de Cisjordania y la Autoridad para la Protección de los Parques y la Naturaleza de Israel (INPA).
"Lo más importante es el daño a los recursos acuíferos, que son recursos tanto para israelíes como para palestinos", declaró un portavoz de INPA, Omri Gal. Las aguas residuales han penetrado el suelo, contaminando los niveles de agua subterránea y diferentes manantiales. Los autores del informe alertan de que el acuífero situado bajo Cisjordania está muy próximo a ser contaminado y que el daño puede ser irreversible.
El informe, que se basa en una observación amplia de varios arroyos, declara que el 94 por ciento de las aguas residuales de los palestinos que viven en Cisjordania no fueron depuradas o lo fueron de forma parcial, terminando en ríos y arroyos, y además que sólo fue tratado el uno por ciento de las aguas residuales de todos los territorios palestinos. Cerca de un 30 por ciento de las aguas residuales israelíes en el territorio no fue procesado.
Si las aguas residuales hubieran sido limpiadas, éstas se podrían haber utilizado en la agricultura, lo que a su vez habría mitigado la crisis actual del agua en Israel y los territorios palestinos, añaden los autores. Los más de 2,5 millones de palestinos en Cisjordania producen aproximadamente 56 millones de metros cúbicos de aguas residuales cada año, comparados con los 17,5 millones producidos por los 400.000 colonos.
Varios grupos defensores de los Derechos Humanos han alertado sobre la injusta distribución del agua en Cisjordania y afirman que la política actual favorece a los asentamientos en comparación con la distribución hacia los palestinos, según informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
El informe también asegura que el principal problema es la falta de infraestructuras en Cisjordania para tratar y procesar las aguas residuales. Gal manifestó su esperanza de que el informe establezca el trabajo preliminar para clarificar dónde están los problemas para que así puedan resolverse. "Será una buena herramienta para los donantes conocer exactamente dónde está el problema", declaró Gal.