The Government of the Canary Islands and Aecid foments in Africa the construction of desalinating with renewable energies
Thu, 18/09/2008
El Gobierno de las Islas Canarias y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, fomentan la construcción de desaladoras de agua a partir de energías renovables como la solar, la eólica y la fotovoltaica en países de África a través del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).
Según explicó hoy el director de la División de Investigación y Desarrollo Tecnológico del ITC, Gonzalo Piernavieja, en un encuentro con los medios de comunicación con motivo de la celebración del curso de la Universidad Internacional de Andalucía (UNÍA) 'Tecnología de la desalación de agua: aplicación de energías renovables', que comenzó el pasado lunes y finaliza este viernes día 19 en Sevilla, esta iniciativa ha servido para instalar este año cuatro desaladoras de agua con energía solar fotovoltaica en Marruecos y otras en Túnez y Mauritania hace dos años.
Piernavieja señaló que esta actividad tiene una parte tecnológica y otra social, pues el ITC instala la desaladora, previa petición de los municipios interesados, en lugares de poca población donde los habitantes tienen que recorrer muchos kilómetros para encontrar agua y los técnicos enseñan el funcionamiento de la misma a los vecinos de la zona para que puedan generar energía y tener agua.
De esta manera, la desaladora se coloca "en medio de la nada" a partir de pozos de agua salobre, que se caracterizan por tener más sal disuelta que el agua dulce pero menos que el agua de mar. "Los pueblos donde se ubican sólo tienen mezquita y colegio y la desaladora se convierte así en otro espacio emblemático para los vecinos", aseguró.
Asimismo, apuntó que la falta de agua en el norte de África produce el éxodo rural y la emigración a países europeos, de manera que la instalación de desaladoras mediante energías renovables puede hacer que la gente no abandone sus pueblos.
Antes de desarrollarse en este continente, estas infraestructuras se prueban en las Islas Canarias debido a las similitudes que tiene esta comunidad autónoma con África en cuanto al terreno y la carencia de agua.
En este sentido, Piernavieja añadió que esta iniciativa parte de la necesidad de agua que tienen las Islas Canarias y en la energía, puesto que la región necesita la desalación y depende de la energía exterior debido a su carácter insular. Por ello, recordó que "la primera desaladora de agua de Europa se construyó en Canarias".
En cuanto a la aplicación de este sistema en España, el director señaló que si crece la demanda de desalación crecerá la demanda de energía y matizó que ésta debe ser renovable para evitar la contaminación. El director explicó que las desaladoras actuales están diseñadas para funcionar de forma continua y que energías como la solar o la eólica no son constantes, situación que genera una compleja adaptación. Por ello, apuntó que se debe estudiar la adaptación de estos sistemas, algo que "no es sencillo y necesita dedicación".
A pesar de ello, señaló que esta tecnología se implantará en España en función de la evolución tecnológica mundial y el mercado de los combustibles y recordó que la unión entre desaladoras y energías renovables es "ideal" para el desarrollo.
Según explicó hoy el director de la División de Investigación y Desarrollo Tecnológico del ITC, Gonzalo Piernavieja, en un encuentro con los medios de comunicación con motivo de la celebración del curso de la Universidad Internacional de Andalucía (UNÍA) 'Tecnología de la desalación de agua: aplicación de energías renovables', que comenzó el pasado lunes y finaliza este viernes día 19 en Sevilla, esta iniciativa ha servido para instalar este año cuatro desaladoras de agua con energía solar fotovoltaica en Marruecos y otras en Túnez y Mauritania hace dos años.
Piernavieja señaló que esta actividad tiene una parte tecnológica y otra social, pues el ITC instala la desaladora, previa petición de los municipios interesados, en lugares de poca población donde los habitantes tienen que recorrer muchos kilómetros para encontrar agua y los técnicos enseñan el funcionamiento de la misma a los vecinos de la zona para que puedan generar energía y tener agua.
De esta manera, la desaladora se coloca "en medio de la nada" a partir de pozos de agua salobre, que se caracterizan por tener más sal disuelta que el agua dulce pero menos que el agua de mar. "Los pueblos donde se ubican sólo tienen mezquita y colegio y la desaladora se convierte así en otro espacio emblemático para los vecinos", aseguró.
Asimismo, apuntó que la falta de agua en el norte de África produce el éxodo rural y la emigración a países europeos, de manera que la instalación de desaladoras mediante energías renovables puede hacer que la gente no abandone sus pueblos.
Antes de desarrollarse en este continente, estas infraestructuras se prueban en las Islas Canarias debido a las similitudes que tiene esta comunidad autónoma con África en cuanto al terreno y la carencia de agua.
En este sentido, Piernavieja añadió que esta iniciativa parte de la necesidad de agua que tienen las Islas Canarias y en la energía, puesto que la región necesita la desalación y depende de la energía exterior debido a su carácter insular. Por ello, recordó que "la primera desaladora de agua de Europa se construyó en Canarias".
En cuanto a la aplicación de este sistema en España, el director señaló que si crece la demanda de desalación crecerá la demanda de energía y matizó que ésta debe ser renovable para evitar la contaminación. El director explicó que las desaladoras actuales están diseñadas para funcionar de forma continua y que energías como la solar o la eólica no son constantes, situación que genera una compleja adaptación. Por ello, apuntó que se debe estudiar la adaptación de estos sistemas, algo que "no es sencillo y necesita dedicación".
A pesar de ello, señaló que esta tecnología se implantará en España en función de la evolución tecnológica mundial y el mercado de los combustibles y recordó que la unión entre desaladoras y energías renovables es "ideal" para el desarrollo.