The quality of the Valencian rivers gets worse in spite of the investments in purification

Tue, 16/09/2008

Levante

La calidad de los ríos valencianos ha empeorado en el último año a pesar del ligero incremento de caudales tras la feroz sequía de 2006/2007 y las ingentes inversiones en depuración realizadas por la Generalitat y el Gobierno central.
Según el último informe elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), los resultados de los muestreos realizados en 181 estaciones de control distribuidos por las tres provincias valencianas, Teruel, Cuenca y Albacete, reflejan una situación de los ríos valencianos aceptable en términos globales, aunque con algunos agujeros negros en los que deberan incidir los planes de depuración que elabora la Generalitat y que va a financiar en parte la administración central.
El plan debe incidir en la depuración de los vertidos de pequeñas poblaciones que se quedaron fuera de las primeras actuaciones, en la reforma de depuradoras que han quedado obsoletas o faltas de capacidad y, sobre todo, en las áreas de vertido a las denominadas zonas "sensibles" y a los espacios protegidos.
Los datos
En sus campañas de seguimiento, la CHJ utiliza al menos tres indicadores de calidad diferentes que ofrecen una visión "global" del estado de los cauces y de la calidad del agua que circula por ellos alejada de situaciones coyunturales como la sequía e incluso de vertidos esporádicos o el mal funcionamiento de alguna depuradora.
Así, si se atiende a los indicadores físico-químicos, los resultados de la campaña otoño-invierno 2007-2008 indican la presencia de una calidad "muy buena" en el 13% de las estaciones, "buena" en el 65%, "aceptable" en el 12% y "deficiente o mala" en el 10% restante .
Si se comparan estos datos de la campaña otoño-invierno con los de la campaña de primavera se observa que hay más estaciones ahora con calidad "muy buena" y menos con "deficiente"; apenas varía el porcentaje de las de calidad "buena", ha descendido la calidad en el apartado de "aceptable" y los lugares con calidad "mala" han pasado del 3,49% al 4,97% en este periodo.
Entre lo más destacado del informe de la CHJ figura la mejora la calidad en el río Albaida en Xàtiva y el Turia en Villastar y el deterioro de los ríos Magro (Requena) y su afluente el Buñol (Alborache).
Por lo que respecta al indicador biológico conocido como IBMWP, un 69% de las estaciones ofrece calidad buena o muy buena, un 19% aceptable y un 13% deficiente o mala.
Un pequeño tramo en el río Valdemembra en Cuenca y dos estaciones situadas en el Vinalopó son las que peores resultados arrojan.
En comparación con los datos anteriores-en este caso es posible compararlos con los de la campaña otoño-invierno 2005-2006, la situación ha mejorado en los apartados de calidad "muy buena" y empeorado en los apartados de "buena", "aceptable", "deficiente" y "mala".
Por último, en los índices que reflejan el estado hidromorfológico de un cauce y la calidad del hábitat fluvial, el 29,3% de las estaciones ha presentado una calidad hidromorfológica buena. Es este apartado es donde menos cambios se han producido en los últimos años.
Las mejores puntuaciones corresponden a los ríos Húecar en Cuenca, y un poco por detrás el río Cenia en la Pobla de Benifassar, el Palancia en Bejís o el río Cabriel en El Vallecillo.
Finalmente, para el índice QBR (calidad de Ribera), un 39% de la estaciones tienen valores buenos o muy buenos, un 20% refleja calidad aceptable y el 41% restante ofrece una calidad deficiente o mala(río Magro en Algemesí), río Girona en Berniarbeig, río Xeraco, etc.
Respecto a años anteriores hay mas tramos con calidad muy buena pero también hay mas porcentajes de espacios fluviales con calidad deficiente o mala.