It is denounced the risk of using the rivers Manzanares and Jarama for agricultural irrigation in the presence of faecal water
Tue, 12/08/2008
Varias organizaciones ecologistas denunciaron hoy el riesgo de la utilización de los ríos Manzanares y Jarama para riego de cultivos hortícolas en la región debido a la presencia de aguas fecales contaminantes.
"La ineficiente depuración de las aguas fecales e industriales de la capital y del cinturón metropolitano, hacen que estemos ante un doble problema, ambiental y sanitario. Este hecho, conocido desde hace años, es consentido por las distintas administraciones locales, regional y nacional", denuncia la Asociación ecologista del Jarama "El soto", Asociación para la recuperación del bosque autóctono (ARBA) y Ecologistas en Acción, grupo de acción para el medio ambiente (GRAMA).
Según explican en un comunicado estos ecologistas, tras unirse el Manzanares con el Jarama, en el término municipal de Rivas-Vaciamadrid, unos pocos cientos de metros más abajo sus aguas son recogidas por la Presa del Rey, "un azud que recoge las aguas cargadas de contaminantes de ambos ríos y las deriva al Canal del Jarama".
"Este Canal tiene la misión de servir agua para riego a todos los campos de cultivo de la rica vega del Jarama, y de la cual procede un número significativo de los productos hortícolas que se consumen en la región", señalan.
Así, según las organizaciones, municipios como San Martín de la Vega, Ciempozuelos, Titulcia o Aranjuez se ven afectados por esta situación de riego con aguas fecales. "Todo esto sucede en un escenario especialmente protegido, el Parque Regional del Sureste, que a su vez es una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y un LIC (Lugar de Interés Comunitario). Un territorio que forma parte de la Red Natura 2000", añaden.
En este sentido, opinan que la situación se vuelve más preocupante en los meses estivales, cuando el caudal propio del Jarama se ve mermado por una situación hídrica crítica y por las captaciones abusivas producidas a lo largo del tramo medio del río.
En la actualidad hay una situación preocupante en la zona de Valdentales donde el cauce vuelve a estar prácticamente seco. En esta situación apenas hay agua para diluir los contaminantes y las aguas del Manzanares y el Jarama se convierten en el suma y sigue de los vertidos de las depuradoras de los municipios de la ribera, sostiene Ecologistas.
Entre los agricultores de la zona se ha popularizado el dicho de que a sus cultivos no hace falta añadirles fertilizantes, debido a que la alta carga orgánica del agua que usan para riego suple el uso de estos productos, pero, según esta organización, donde realmente radica el problema sanitario es en la alta carga de metales pesados.
"Al derivarse desde Madrid los excesos de aguas urbanas junto con las industriales, el porcentaje de metales pesados sobrepasa los límites exigidos por la legislación y los tolerables por el organismo", subraya, y de hecho, el Plan Hidrológico Nacional no establecía ningún uso para las aguas de los cursos bajos del Manzanares y el Jarama por precaución sanitaria.
Los metales pesados son sustancias que se acumulan en los tejidos de los seres vivos, con lo que no pueden eliminarse, una alta concentración, prolongada por la acumulación durante años, puede ser cancerígena. "La concentración de estos residuos es muy alta, especialmente en los sedimentos del cauce", agregan.
"Para solucionar esta grave situación sanitaria, son necesarias medidas urgentes en toda la red de alcantarillado y depuración, así como erradicar todas las captaciones abusivas que sufren los ríos en sus tramos superiores (Bombeo del Canal de Isabel II, riegos "a manta" en la agricultura, campos de golf, urbanizaciones...)", indican.
También es preciso separar la depuración industrial de la domestica para facilitar la reutilización del agua depurada. En este sentido, "es imprescindible una doble red de alcantarillado que recoja las aguas pluviales y las pueda servir limpias al río, aumentando además su capacidad de diluir contaminantes", consideran.
"La ineficiente depuración de las aguas fecales e industriales de la capital y del cinturón metropolitano, hacen que estemos ante un doble problema, ambiental y sanitario. Este hecho, conocido desde hace años, es consentido por las distintas administraciones locales, regional y nacional", denuncia la Asociación ecologista del Jarama "El soto", Asociación para la recuperación del bosque autóctono (ARBA) y Ecologistas en Acción, grupo de acción para el medio ambiente (GRAMA).
Según explican en un comunicado estos ecologistas, tras unirse el Manzanares con el Jarama, en el término municipal de Rivas-Vaciamadrid, unos pocos cientos de metros más abajo sus aguas son recogidas por la Presa del Rey, "un azud que recoge las aguas cargadas de contaminantes de ambos ríos y las deriva al Canal del Jarama".
"Este Canal tiene la misión de servir agua para riego a todos los campos de cultivo de la rica vega del Jarama, y de la cual procede un número significativo de los productos hortícolas que se consumen en la región", señalan.
Así, según las organizaciones, municipios como San Martín de la Vega, Ciempozuelos, Titulcia o Aranjuez se ven afectados por esta situación de riego con aguas fecales. "Todo esto sucede en un escenario especialmente protegido, el Parque Regional del Sureste, que a su vez es una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) y un LIC (Lugar de Interés Comunitario). Un territorio que forma parte de la Red Natura 2000", añaden.
En este sentido, opinan que la situación se vuelve más preocupante en los meses estivales, cuando el caudal propio del Jarama se ve mermado por una situación hídrica crítica y por las captaciones abusivas producidas a lo largo del tramo medio del río.
En la actualidad hay una situación preocupante en la zona de Valdentales donde el cauce vuelve a estar prácticamente seco. En esta situación apenas hay agua para diluir los contaminantes y las aguas del Manzanares y el Jarama se convierten en el suma y sigue de los vertidos de las depuradoras de los municipios de la ribera, sostiene Ecologistas.
Entre los agricultores de la zona se ha popularizado el dicho de que a sus cultivos no hace falta añadirles fertilizantes, debido a que la alta carga orgánica del agua que usan para riego suple el uso de estos productos, pero, según esta organización, donde realmente radica el problema sanitario es en la alta carga de metales pesados.
"Al derivarse desde Madrid los excesos de aguas urbanas junto con las industriales, el porcentaje de metales pesados sobrepasa los límites exigidos por la legislación y los tolerables por el organismo", subraya, y de hecho, el Plan Hidrológico Nacional no establecía ningún uso para las aguas de los cursos bajos del Manzanares y el Jarama por precaución sanitaria.
Los metales pesados son sustancias que se acumulan en los tejidos de los seres vivos, con lo que no pueden eliminarse, una alta concentración, prolongada por la acumulación durante años, puede ser cancerígena. "La concentración de estos residuos es muy alta, especialmente en los sedimentos del cauce", agregan.
"Para solucionar esta grave situación sanitaria, son necesarias medidas urgentes en toda la red de alcantarillado y depuración, así como erradicar todas las captaciones abusivas que sufren los ríos en sus tramos superiores (Bombeo del Canal de Isabel II, riegos "a manta" en la agricultura, campos de golf, urbanizaciones...)", indican.
También es preciso separar la depuración industrial de la domestica para facilitar la reutilización del agua depurada. En este sentido, "es imprescindible una doble red de alcantarillado que recoja las aguas pluviales y las pueda servir limpias al río, aumentando además su capacidad de diluir contaminantes", consideran.