Department of Environment is considering the construction of a new aqueduct to bring water from the Tagus to the Segura across Roda

Mon, 11/08/2008

La Verdad

Cuando se consiga el clima social favorable, cuando se enfríe el enfrentamiento territorial, y cuando se alcance el consenso político necesario. Mientras no se cumplan estos tres supuestos, el Ministerio de Medio Ambiente no pondrá sobre la mesa el proyecto para construir un nuevo acueducto entre Extremadura y el Sureste de España. Se trata de una propuesta para derivar entre 500 y 600 hectómetros cúbicos anuales desde el pantano de Valdecañas, alimentado por el río Tajo, hasta La Roda, donde conectaría con el acueducto Tajo-Segura, que abastece a Murcia, Alicante y Almería. Si todo se desarrolla favorablemente y se superan los obstáculos políticos, este nuevo acueducto puede estar aprobado en esta legislatura, según ha podido saber La Verdad. REUNIÓN EN MURCIA SINTONÍA CON PUXEU El secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, acompañado por la directora general, Marta Moren, realizaron el jueves de la semana pasada una visita de carácter privado a la Región de Murcia, donde se entrevistaron con el consejero murciano de Agricultura, Antonio Cerdá, y con el titular valenciano de Obras Públicas, García Antón. En la agenda figuraba el estudio de varias opciones para resolver a medio plazo el déficit de las cuencas del Segura y del Júcar. La derivación de caudales del Tajo desde Cáceres, fuera del territorio de Castilla-La Mancha, es la que cuenta con más posibilidades. TRASVASES CON ALFILERES EN BUSCA DEL CONSENSO Valcárcel y Camps mantienen en su agenda de baile el trasvase del Ebro, aunque ahora todos están de acuerdo en que la prioridad es otra: optimizar y consolidar el acueducto Tajo-Segura con caudales que no procedan de la cabecera, sino del curso medio, donde hay más agua. Los dos gobiernos autonómicos han advertido un cambio en la política de aguas del Ejecutivo central tras la marcha de Narbona. Creen que va en serio la oferta del nuevo acueducto, la cual se barajó el año pasado sin que fuera negada por el Ministerio como una opción plausible. Pero se consideró entonces que no era el momento porque quedan por resolver las reivindicaciones en materia de agua del nuevo estatuto de Castilla-La Mancha. Con matizaciones, la ministra Elena Espinosa y Josep Puxeu se han mostrado dispuestos a estudiar nuevos trasvases siempre que cuenten con el consenso de las regiones afectadas, de los usuarios y de los principales partidos políticos. La condición es que sean medioambientalmente sostenibles, socialmente aceptables y económicamente viables. Las comunidades autónomas ribereñas del Tajo tendrán que pronunciarse sobre este nuevo acueducto, sobre todo Extremadura, ya que el punto de toma estará en esta región y no en Castilla-La Mancha. Estas dos regiones podrían recibir a cambio importantes contraprestaciones. El presidente castellano manchego, José María Barreda, conseguiría beneficios por partida doble. Por un lado, el nuevo canal redotaría amplias zonas de Ciudad Real y Albacete -dentro de las cuencas del Guadiana y del Júcar-, que recibirían toda el agua que necesiten. En segundo lugar, quedaría liberada la cabecera del Tajo, ya que dejaría de suministrar agua para los regadíos del Segura. La cabecera sólo abastecería a la población del Sureste, como hasta ahora, mientras que los cultivos murcianos y alicantinos recibirían el agua de Extremadura. LA OPCIÓN DE VALDECAÑAS AGUA EN EL TAJO MEDIO La opción del pantano de Valdecañas, en Cáceres, se considera más eficaz que la de Azután, cerca de Talavera de la Reina. Valdecañas tiene una capacidad de embalse de 1.446 hectómetros cúbicos. La media del último decenio es de 722 hectómetros. En la actualidad no llega a los 500. Azután, sin embargo, tiene una capacidad total de 113 hectómetros y sus aguas se consideran de menor calidad. El Ministerio de Medio Ambiente no ha concretado todavía números. Se cree que podría derivarse desde Valdecañas hasta un máximo de 500 hectómetros cúbicos anuales. El coste total de la obra puede rondar los 1.200 millones de euros. Las cifras son similares a las del acueducto entre Azután y La Roda, cuya propuesta presentó hace dos años el Gobierno murciano al Ministerio. En aquella ocasión se trataba de derivar entre 200 y 500 hectómetros anuales, con un coste que variaba de 600 a 1.000 millones de euros. El precio medio del agua oscilaba entre los 24 y 30 céntimos el metro cúbico. Además del acueducto de Valdecañas a La Roda, el Ministerio también baraja depurar las aguas del Jarama que desembocan en el Tajo, cerca de Aranjuez. Se trata de un volumen considerable que, a pesar de su ínfima calidad, nutre un tramo importante de la cuenca, precisamente el que discurre por Toledo. El acueducto de Extremadura a La Roda permitiría conectar cuatro cuencas hidrográficas y seis provincias. Frente a la debilidad en la cabecera, el río Tajo presenta otro aspecto en su curso medio y bajo. La aportación media en toda la cuenca es de 10.800 hectómetros cúbicos anuales en territorio español; y de otros 6.000 hectómetros en terreno portugués, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. Las demandas futuras no sobrepasan los 3.000 hectómetros (2.048 para los regadíos y 851 para abastecimientos, principalmente).