The "Faro" draws the attention about the high rates of infantile mortality for shortage of potable water

Tue, 05/08/2008

Europa Press

La periodista de informativos de La 2 de TVE, Nuria Mejías, especialista en grandes conflictos, afirmó hoy que un niño muere cada cinco segundos en el mundo por falta de agua potable, "lo que significa que en un año habrán fallecido cuatro millones de menores", agregó.
Nuria Mejías participó hoy en la rueda de prensa de presentación de la nueva semana temática del El Faro, organizada por UNICEF y que versa sobre 'Agua y colectivos vulnerables', junto con el representante adjunto de UNICEF en Guinea Ecuatorial, Eduardo Rodríguez.
Nuria Mejías hizo hincapié en la situación de los niños, uno de los colectivos más afectados por la falta de agua potable. "El 88 por ciento de las muertes de menores de 5 años, o sea, 5.000 muertes al día, son causadas por enfermedades diarreicas, que se podrían evitar si se bebiera agua en condiciones saludables", subrayó Mejías.
"Sólo en los últimos diez años la diarrea ha provocado la muerte de más niños que todos los conflictos acaecidos desde la II Guerra Mundial", apostilló la reportera.
Según comentó Mejías, "en la actualidad 2.400 personas no tienen abastecimiento de agua potable, y la ONU ha estimado que para 2025 esa cifra ascenderá a 3.400".
Sin embargo, "el agua también puede ser mortal en países con acceso al agua, puesto que 6.000 personas mueren cada día debido a las infecciones generadas por el consumo de agua en malas condiciones", aseguró la periodista de La 2.
Nuria Mejías destacó que "la sed tiene rostro de mujer", ya que según confeso, "una de las cosas que más me ha impactado de mis viajes a África es observar como mujeres y niñas caminan diariamente más de 5 horas, con bidones de hasta 30 litros en sus cabezas llenos de agua para llevar a sus aldeas".
No obstante, Mejías recalcó que la falta de agua no sólo afecta a niños africanos, y recordó que "de las 1.100 personas que extraen agua de lugares poco recomendables, tres cuartas partes lo hacen en Asia". "En países como India, Nepal o Vietnam el problema es muy serio y el agua contaminada se vuelve el asesino más despiadado", manifestó la periodista.
"En Bangladesh la falta de control de los pozos con alto contenido en arsénico ha hecho que miles de personas mueran envenenadas, y no podemos olvidar de los palestinos, que en términos de contaminación de agua, si situación es de las peores del mundo", indicó Mejías.
América Latina, pese a tener grandes ríos como Paraná, Paraguay o Amazonas, el agua está muy mal repartida. Por ejemplo, en Brasil, "el 70 por ciento del agua la consumen los grandes latifundistas", afirmó Nuria Mejías.
Nuria Mejías dijo que "hablar de agua es hablar de deuda externa", ya que, según argumentó, "los países del sur ni pueden invertir en saneamiento por falta de fondos y el Fondo Monetario Internacional condiciona las ayudas a estos países a cambio de que privaticen sus recursos acuíferos".
"Esa es la doctrina económica que ha marcado la comunidad internacional en muchos países altamente endeudados como Nigeria, Ruanda, Tanzania o Angola", prosiguió la periodista.

UNICEF EN GUINEA ECUATORIAL.

El representante adjunto de UNICEF en Guinea Ecuatorial, Eduardo Rodríguez, relató algunas de las acciones de UNICEF en ese país, donde la organización ha desarrollado uno de sus programas de agua y saneamiento más importantes y de mayor envergadura.
Rodríguez explicó que "Guinea Ecuatorial, pese a ser el país en el que más llueve del mundo, entre 1.200 y 1.400 mililitros por metro cuadrado al año, y tener importantes recursos económicos por el petroleo; "sólo el 34 por ciento de sus habitantes tiene acceso al agua potable y posee una de las mayores tasas de mortalidad infantil".
Con este programa, UNICEF busca cambiar los hábitos de la gente, especialmente de los niños, ya que según informó Rodríguez, "si logramos que los niños se laven las manos tres veces al día, podremos reducir la mortalidad infantil un 25 por ciento".
"El objetivo de UNICEF es reducir la cifra de la mortalidad infantil a más de la mitad en diez o doce años", subrayó el adjunto del organismo en Guinea Ecuatorial.
Según comentó Rodríguez, "UNICEF lucha por el bienestar de la infancia y por defender sus derechos", especialmente el derecho global al agua, "que no sólo es un derecho, sino un recurso fundamental para el desarrollo", resaltó.
No obstante, Rodríguez reconoció que este desafío no puede ser abordado únicamente por UNICEF, que cuenta con "recursos limitados", sino que precisa del "compromiso de la comunidad internacional y de los gobiernos locales, que hagan suyos estos retos", matizó.
Rodríguez manifestó que UNICEF lleva a cabo sus acciones en Guinea Ecuatorial, "proporcionando agua y saneamiento en las escuelas", especialmente, para evitar que las niñas abandonen la escuela tras su primera menstruación por falta de letrinas".
"El hecho de no tener letrinas, además, implica que los niños tengan que salir a la selva a hacer sus necesidades, lo que supone un peligro para sus vidas puesto que hay serpientes y otros animales que pueden lastimarles", añadió Eduardo Rodríguez.
Sin embargo, Rodríguez aseguró que "la labor de UNICEF va más allá de proporcionar acceso al agua, ya que trata de asegurar el desarrollo de la infancia de una forma integral".
El plan de acción de UNICEF en Guinea Ecuatorial se estructura según un programa de pares, que consiste en "formar promotores escolares, entre los propios niños, para que sean ellos mismos los que transmitan a sus compañeros estos mensajes de concienciación con actividades divertidas", aclaró Eduardo Fernández.
Esta organización llega a 400 escuelas de las 700 que hay en el país, gracias a numerosas ayudas, entre las que están las del Comité Español, "que financia gran parte de las actividades", agregó el responsable de UNICEF en Guinea Ecuatorial.
UNICEF trabaja mediante cuatro áreas de intervención "para conseguir el verdadero impacto en el desarrollo infantil", expresó Rodríguez, que son "la salud, la nutrición, el agua y la VHS".
En definitiva, lo que pretende UNICEF es la "reeducación de las familias, a través de los niños, para que tengan mejores hábitos de higiene y de usos del agua", concluyó Rodríguez.