A twenty of workers cleans the margins of the river Melide affected by tar and gathers dead trouts

Wed, 30/07/2008

Europa Press

Una veintena de operarios limpian desde primera hora de hoy los márgenes del río de Melide (A Coruña) afectado por un vertido de unas seis toneladas de alquitrán que se extendió a lo largo de casi cuatro kilómetros del cauce fluvial del Catasol, donde ya se ha encontrado más de un cententar de truchas muertas, según confirmaron a Europa Press fuentes de los Bomberos, la Alcaldía de Melide y la Asociación de Troiteiros del río Furelos.

El vertido fue provocado ayer porque un camión volcó en el lugar de Traspedra, en la parroquia de San Cosme de Albancos, y el residuo que transportaba, una emulsión de betún, se extendió hasta poco antes de la presa de Pita donde confluye con el río Furelos.

"Es un producto menos contaminante de lo que creíamos en un principio", aseguró el jefe de servicio de los Bomberos de Arzúa, Bruno García. Sostuvo que se trata de un tipo de alquitrán, muy viscoso, que se mezcla con agua para facilitar su transporte. Al entrar en contacto con el agua, el compuesto comenzó a disolverse, circunstancia que impidió una mayor propagación aguas abajo.

Pese a que la toxicidad de la sustancia es más baja de la estimada en un primer momento por los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente y del organismo Augas de Galicia, ya han aparecido las primeras truchas muertas, según reconoció la alcaldesa de Melide, María Socorro Cea.

El presidente de la Asociación de Troiteiros del río Furelos, Xabier Paz, confirmó a Europa Press que entre ayer y hoy ya se han recogido unas 110 truchas que rondan los 20 y 27 centímetros. "Son truchas grandes que remontaban el río para desovar", destacó, tras explicar que el vertido dejó sin alimento a esta especie de pescado, una circunstancia que, a su juicio, retrasará la recuperación del cauce fluvial. "No volverá a sus condiciones normales hasta 2012", auguró.

FRENAR EL VERTIDO.

La regidora de Melide destacó la relevancia de las primeras medidas adoptadas a raíz de conocerse el vertido. Un grupo de operarios municipales colocaron desde el mediodía en los márgenes del río una serie de alpacas de paja para contener el alquitrán líquido, aconsejados por técnicos de Medio Ambiente. A esta labor se dedicaron cinco técnicos de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, según informaron fuentes del departamento de Manuel Vázquez.

El bajo caudal que registra el Catasol en esta época impidió que se extendiese más el alquitrán. Hoy, la mayor presencia de la sustancia contaminante se concentra en la vegetación y piedras de ambas orillas del Catasol, en ese tramo de casi cuatro kilómetros.

"En los últimos tramos está muy diluido y se asemeja a una leve capa de gasoil", afirmó la alcaldesa de Melide, quien agradeció la labor de Protección Civil, Bomberos de Arzúa, Guardia Civil, Seprona, Medio Ambiente y Augas de Galicia. Asimismo, reiteró su agradecimiento al propietario de la firma lucense Manfor, Manuel García, que puso desde ayer por la tarde unos ocho operarios a disposición del Ayuntamiento de Melide para ayudar en las tareas de limpieza tras el accidente de uno de los camiones de esta empresa.

PRIMEROS RESULTADOS.

La alcaldesa melidense señaló que durante la jornada de hoy se dispondrá ya de los primeros análisis de las muestras del alquitrán derramado, tomadas en distintos puntos por los técnicos de Augas de Galicia. "No se puede saber aún el impacto medioambiental", admitió la regidora, aunque llamó a la tranquilidad de los vecinos. "Trabajamos con intensidad", aseguró. Fuentes de Medio Ambiente avanzaron no obstante que esos resultados pueden retrasarse hasta mañana.

Además, Cea trasladó su pesar por este vertido, dado que, como recordó, el Catasol estaba aún recuperándose de otro de gran relevancia producido en septiembre del año pasado. Entonces, una granja porcina situada a una decena de kilómetros, en Zas del Rei, vertió al río una importante cantidad de purín que provocó la mortandad de más de 4.000 truchas.

DOS HORAS DE RETRASO.

El accidente que originó el vertido se produjo cuando el conductor de un camión de la empresa lucense Manfor perdió, a primera hora de la mañana de ayer, el control de su vehículo, que quedó volcado sobre su lado derecho. El impacto provocó la ruptura del cilindro donde se almacenaba esta sustancia, que se derramó y comenzó a dirigirse aguas abajo, según relató Bruno García.

La llamada de un particular alertó a Protección Civil una hora y media más tarde de producirse el siniestro. Sus efectivos comprobaron a su llegada al lugar de Traspedra, a las 10.45 horas, que el compuesto tóxico se había desplazado dos kilómetros y medio más abajo. "Intentamos cerrar el cilindro del camión, pero todo el vertido estaba ya en el río", aseguró García.

Por su parte, el conductor del camión se dio a la fuga, pese a que fue identificado pasado el mediodía, cuando fue atendido en un centro sanitario de un golpe en el hombro.