Roque Gistau: "For me, Lorenzo Pardo has been a landmark"
Fri, 11/07/2008
“Era un humanista, un melómano y un activista social” así, lo definió el actual director de la Confederación Hidrográfica del Ebro, José Luís Alonso. Fue durante el acto de homenaje a este ingeniero español que se celebró en el pabellón de Tribuna del Agua. Alonso destacó sobre todo, el carácter humanista de Lorenzo Pardo. “Es uno de los fundadores de la Sociedad Fotográfica” y fue el encargado de preparar la visita a Zaragoza de Albert Einstein con quien, por cierto, se carteaba.
No obstante, su paso a la posteridad se vincula a la creación de una manera de gobernar los ríos: la Confederación Hidrográfica. Un modelo que se ha exportado a lugares de todo el planeta tal y como comentó Eduardo Mestre, director de Tribuna del Agua,”en 1989, se crean los primeros organismos de cuenca en México, también existen en otros países como por ejemplo en Colombia”
Según Alonso, los detractores del ingeniero dijeron que las Confederaciones eran estados dentro del estado. En la actualidad, muchos investigadores y políticos consideran que la independencia de las confederaciones es el gran acierto de gestión.
Roque Gistau, presidente de Expo Agua, también reivindicó la gestión de los ríos mediante organismos de cuenca y sobre Lorenzo Pardo destacó su amor por el servicio público en un momento que considera que está infravalorado. Gistau dijo que las personas que trabajan por los demás, son personas que primero piensan en su país, segundo, en los ciudadanos, y tercero, en proyectos que van más allá de las elecciones.
Para José Ocejo, del Colegio de Ingenieros de Caminos de España, hay que reivindicar la figura de Manuel Lorenzo Pardo. Desde el Colegio de Ingenieros han conseguido que el azud del Ebro, construido con motivo de la Expo, pase a llamarse azud de Lorenzo Pardo. También confían en poder colocar un busto en el propio azud a imagen del que ya existe en la parte trasera de la lonja de Zaragoza.
La parte más emotiva del homenaje la protagonizó la nieta de Manuel Lorenzo Pardo, Cristina F. Bugallal Lorenzo, quien recordaba a su abuelo como un hombre bajo de estatura, de cabello y ojos azules, y añadió “el agua fue motivo y eje de su trabajo como ingeniero”. Recuerda con meticulosidad el gramófono del abuelo y su biblioteca de más de doce mil volúmenes y finalizó contando que, al día siguiente, viajaba a Fuenterrabía a visitar la tumba de su abuelo para contarle este homenaje de la Expo de Zaragoza.
No obstante, su paso a la posteridad se vincula a la creación de una manera de gobernar los ríos: la Confederación Hidrográfica. Un modelo que se ha exportado a lugares de todo el planeta tal y como comentó Eduardo Mestre, director de Tribuna del Agua,”en 1989, se crean los primeros organismos de cuenca en México, también existen en otros países como por ejemplo en Colombia”
Según Alonso, los detractores del ingeniero dijeron que las Confederaciones eran estados dentro del estado. En la actualidad, muchos investigadores y políticos consideran que la independencia de las confederaciones es el gran acierto de gestión.
Roque Gistau, presidente de Expo Agua, también reivindicó la gestión de los ríos mediante organismos de cuenca y sobre Lorenzo Pardo destacó su amor por el servicio público en un momento que considera que está infravalorado. Gistau dijo que las personas que trabajan por los demás, son personas que primero piensan en su país, segundo, en los ciudadanos, y tercero, en proyectos que van más allá de las elecciones.
Para José Ocejo, del Colegio de Ingenieros de Caminos de España, hay que reivindicar la figura de Manuel Lorenzo Pardo. Desde el Colegio de Ingenieros han conseguido que el azud del Ebro, construido con motivo de la Expo, pase a llamarse azud de Lorenzo Pardo. También confían en poder colocar un busto en el propio azud a imagen del que ya existe en la parte trasera de la lonja de Zaragoza.
La parte más emotiva del homenaje la protagonizó la nieta de Manuel Lorenzo Pardo, Cristina F. Bugallal Lorenzo, quien recordaba a su abuelo como un hombre bajo de estatura, de cabello y ojos azules, y añadió “el agua fue motivo y eje de su trabajo como ingeniero”. Recuerda con meticulosidad el gramófono del abuelo y su biblioteca de más de doce mil volúmenes y finalizó contando que, al día siguiente, viajaba a Fuenterrabía a visitar la tumba de su abuelo para contarle este homenaje de la Expo de Zaragoza.