Hundreds of dead and dying fish shown in the channel of the Segura

Thu, 10/07/2008

Información

Las altas temperaturas registradas en las últimas semanas, entre 35 y 40 grados, pero sobre todo la falta de caudales circulantes por el cauce del río Segura en la Vega Baja ante la sequía son las causas que supuestamente están ocasionando una nueva mortandad de peces en el cauce fluvial.
Durante el día de ayer aparecieron en el río, aguas abajo del casco urbano de Rojales, numerosos ejemplares de carpas muertas y cientos agonizando supuestamente por la falta de oxígeno en el agua, ya que sacaban sus bocas al exterior para sobrevivir. Debido a la importante vegetación que existe en la zona, se desconoce hasta el momento el número exacto de peces muertos, ya que sus cadáveres podrían estar ocultos por la misma.
Los peces que habitan el tramo de río comprendido desde Rojales a Guardamar se están concentrando para poder sobrevivir en los hoyos existentes en el cauce donde se concentra más agua.
Precisamente en el lugar donde están apareciendo los animales muertos existe un aforo de control caudal de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) que actúa a modo de pequeña presa donde se acumula el agua. El caudal actual del Segura es tan escaso que en algunos puntos esta totalmente seco.
La CHS anunció ayer la toma de medidas para evitar que la mortandad vaya a más y sea masiva, y se preveía poner en funcionamiento varios pozos de sequía aguas arriba de Rojales para aportar caudales "de manera urgente" al Segura.
Además se procedió al calado (cierre) de acequias de riego para conseguir que los caudales puedan llegar sin problema al curso bajo del río. Con estas medidas, según explicó el Comisario de Aguas, Manuel Aldeguer, estaba previsto que a media tarde de ayer comenzara a llegar agua abajo del azud de Rojales a través del conducto de la noria de este municipio.
Señaló Aldeguer que se está ante una situación difícil por la falta de agua existente en la cuenca del Segura para todo tipo de usos, pero sobre todo para la agricultura y para dotar al río de un caudal medioambiental. A pesar de esta situación, apostilló, se han tomado medidas para evitar males mayores que afecten a la fauna acuática del río.

Última mortandad

La última gran mortandad de peces que registró el río Segura tuvo lugar hace aproximadamente seis años, cuando en un azarbe situado en el término municipal de Guardamar del Segura aparecieron miles de ejemplares muertos.
En esa ocasión, aunque no se hizo público por parte de las autoridades competentes las causas de los hechos, todo apuntaba a que se produjo como consecuencia de algún vertido nocivo y contaminante. La masiva mortandad llego a tal extremo que fue necesario la utilización de maquinara pesada para la extracción de los animales del azarbe.
La aparición ayer de peces moribundos o muertos entre Rojales y Guardamar se da en uno de los tramos del río Segura donde en los últimos años se ha producido una importante regeneración medioambiental del agua. Esta circunstancia ha dado lugar a la proliferación de diversas especies de fauna tanto acuática como de aves. Además de la existencia en este tramo de carpas, culebras de diversos tipos y tortugas, destaca la aparición de anguilas y ranas, especies que necesitan agua de buena calidad para poder subsistir.
También es frecuente observar en las orillas del cauce diversas especies orníticas como martín pescador, garza común, garcilla cangrejera, garceta común, polla de agua, o avetoró, entre otras especies.