"El Faro" proposes a new way of resolving conflicts over water, based on citizens initiative

Tue, 08/07/2008

Europa Press

'¿Mataría o moriría por un trago de agua?' es la cuestión que centra los foros de discusión de esta semana en el Pabellón de Iniciativas Ciudadanas 'El Faro', según explicaron, en una rueda de prensa, el miembro de la Fundación Ecología y Desarrollo, Pablo Barrenechea, y la integrante del Centro de Resolución de Conflictos de la Universidad Católica de Perú, Miriam Morales.
Ambos son los coordinadores de la actividades de El Faro a lo largo de la semana y su objetivo es dar respuesta a la pregunta que da título al proyecto. Lo que se pretende es dar solución a casos concretos de conflicto por acceso a recursos hídricos, a propuesta de los propios protagonistas, para configurar un nuevo modelo de gestión de los mismos.
Barrenechea explicó que el agua es entendida como "símbolo de riqueza y herramienta geopolítica, además de encontrarnos inmersos en un modelo de desarrollo que concibe este recurso como ilimitado, lo que convierte el agua en fuente de conflictos". No obstante, no buscan incidir en los aspectos de esos conflictos, sino que éstos "son la excusa para la búsqueda de resoluciones y para incidir en los éxitos que ya se han alcanzado en este tipo de mediaciones", amplió.
Por ello, estos foros "no son ponencias estrictas, sino diálogos y entrevistas, para que los visitantes al Faro puedan intervenir y ahondar en una filosofía de gestión radicalmente diferente a lo que estamos acostumbrados", agregó Barrenechea.
Por su parte, Miriam Morales anunció que lo que se busca con estas charlas es "sensibilizar a la población de que ellos pueden participar en una mejor gestión del agua, mediante la resolución de conflictos no violentos". "Existen ya experiencias, que se darán a conocer al ciudadano común, para que acceda a ellas, por eso son sesiones abiertas a todo el mundo", añadió.
Para que la labor de concienciación sea más efectiva, El Faro pondrá en marcha un juego de intercambio de roles, según el cual, los participantes asumirán diferentes papeles de personas afectadas por los conflictos del agua, como amas de casa, agricultores, empresas de gestión de este recurso, entre otros colectivos. Es decir, se devuelve al ciudadano la responsabilidad y la autonomía que le corresponde en este tema.
De este modo, se consigue que las personas se involucren en mayor medida, ya que deben interiorizar la situación y la percepción de otros usuarios, así como conocer los obstáculos con los que se topan cada día a la hora de tener acceso al agua.
A lo largo de las charlas que se sucederán durante toda la semana, se debatirán asuntos concretos, como el conflicto entre México y Estados Unidos por los recursos del río Bravo, en el que 22 sociedades de ambas vertientes propondrán a sus respectivos gobiernos soluciones consensuadas; el problema árabe-israelí por el río Jordán, solventado gracias al 'Proyecto de Buena Vecindad' integrado por ambas partes en conflicto; o las dificultades derivadas de las infraestructuras deficitarias en casi todas las cuencas de África.
Los problemas del agua en Aragón o las experiencias de un centro de resolución de conflictos de anticipación a los mismos en Perú, país con graves dificultades en el acceso a recursos hídricos, también se abordarán en esos foros.