Las situaciones extremas agudizan el ingenio y, en plena sequía, los inventores no paran de buscar remedios para reducir el consumo de agua. Uno de los últimos es la campana Orión diseñada y patentada por el ilicitano Francisco Fernández, un sistema que se basa en el principio de absorción por capilaridad y que consigue ahorros de más del 50% sobre el consumo de las redes de goteo.
El sistema utiliza como base los mismos elementos de una red tradicional de distribución de agua para goteo pero sustituye o complementa los goteros tradicionales por las citadas campanas.
El artefacto es de plástico, tiene forma cilíndrica, se clava en la tierra y va cubierto en su parte superior por una tapa o campana de condensación. Lo atraviesa la tubería de goma de la red de distribución, que está permanentemente cargada mediante su conexión a unos depósitos. En su interior, un material hidrófilo en contacto con el suelo absorbe el líquido (agua con o sin fertilizante) desde la tubería y transmite la humedad a la tierra mediante capilaridad. Mientras la concentración de humedad entre el suelo y la fibra sea distinta, se tenderá al equilibrio por este principio. Cuando el suelo adquiera un grado de humedad apropiado, no se realizará aportación de agua, deteniendo el consumo de manera automática.
El agua evaporada por efecto del calor se condensará en el interior de la campana, precipitándose al suelo con el cambio nocturno de la temperatura, por lo que no habrá pérdidas por evaporación en la zona abarcada por la campana.
La aportación de agua que se realiza a través del material hidrófilo se puede complementar fundamentalmente en épocas de verano con el suministro que proporciona el gotero tradicional, que es compatible con este sistema y se puede mantener dentro de la campaña junto al material hidrófilo.

Resultados
Fernández asegura que la aplicación de la campana Orión proporciona reducciones en el consumo de agua de más de un 50% sobre el goteo, que por sí mismo ya supone importantes ahorros respecto al tradicional sistema de riego a manta o por inundación.
La afirmación la avala mediante la comparación de dos cuadros de consumos efectuados entre enero y mayo de este año. Uno corresponde a una plantación de almendros regada por goteo y otro a una segunda que cuenta con campanas Orión.
Con anterioridad, el sistema ya había sido aplicado con semejantes resultados en cítricos, granados e incluso hortalizas, aunque en otras configuraciones del prototipo que acaba de patentar recientemente.