The Foundation CEAM emphasizes that 'transfers are needed to curb desertification' in the Mediterranean basin
Sat, 28/06/2008
El director de la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Miguel Millán Millán, destacó hoy que "se necesitan trasvases para frenar la desertización que afecta a la cuenca mediterránea", así como también es necesario implementar "todas las alternativas posibles" con el fin de obtener recursos para recuperar el sistema hídrico, informaron fuentes de la asociación en un comunicado.
Millán Millán se pronunció en estos términos durante su intervención en la 'I Conferencia Internacional sobre Sequía, Agua, Medio Ambiente y Sostenibilidad', que se celebra del 26 al 28 de junio en la Universidad Politécnica de Valencia, acto en que destacó que "la Península Ibérica se va a quedar con unas precipitaciones por debajo de los 400 litros por metro cuadrado al año", mientras que en el interior de la Comunitat Valenciana "se están perdiendo más de 100 litros por metro cuadrado al año".
Al respecto, el que fuera asesor de la Comisión Europea en materia de estudios ambientales sobre desertificación y cambio climático desde 1974 hasta 2006, afirmó que "nos estamos quedando sin agua", por lo que instó a las instituciones y administraciones públicas a actuar con "premura".
Según explicó, al mismo tiempo que en las zonas del interior se están reduciendo las precipitaciones, se está produciendo un aumento significativo de las lluvias torrenciales en la costa. "Son dos caras de la misma moneda", indicó Millán Millán, quien avanzó que las lluvias van a ser "cada vez más esporádicas y menos frecuentes".
Para el profesor Millán, "la situación es posiblemente más seria de lo que contemplan las Naciones Unidas sobre el cambio climático", por lo que "no se puede pensar en un solo remedio", ya que "hay muchas alternativas o combinaciones de alternativas, que son diferentes para cada cuenca y hay que tenerlas a todas en cuenta".
"El problema es que esta realidad se nos está echando encima más rápidamente que la capacidad de respuesta de la Comisión Europea y esto, en un período en el que el cambio climático es acelerado, debería servir para abrir los ojos y acelerar los esfuerzos necesarios", añadió.
SOLUCIONES HÍDRICAS.
Respecto a las posibles soluciones para la falta de agua de la cuenca mediterránea, indicó que los trasvases deberían entenderse como "la hipoteca a medio o largo plazo con la que pagamos nuestra casa", al tiempo que defendió la reutilización de aguas depuradas o la desalinización como medio para abastecer de agua a zonas costeras.
En cuanto al "problema" que afecta a la cuenca mediterránea, el director del CEAM explicó que esta área se nutre de precipitaciones procedentes de tres fuentes distintas: la que viene del Atlántico, que representa el 20 por ciento de las precipitaciones; la que proporcionan las tormentas de verano, que contribuyen en un 15 por ciento, y las lluvias que provoca la 'gota fría' o temporales del Levante, que representan un 65 por ciento de las aportaciones.
Según indicó, los cambios de usos del suelo "han provocado una reducción de las tormentas de verano, que ya no precipitan en el Mediterráneo y lo hacen en otro sitio", con lo que "aumenta la evaporación, se altera la salinidad del Mar Mediterráneo, aumentando la sal del agua que sale al Océano Atlántico por Gibraltar, e influyendo en los frentes atlánticos que acaban provocando inundaciones en el centro y norte de Europa".
"El sistema de bombeo es el árbol, y si deforestamos, deja de llover", aseveró Millán Millán, quien argumentó que "si interrumpimos el ciclo, aumentarán las precipitaciones, pero se producirán en menos ocasiones; es decir, se producirán eventos tremendos, pero con menos agua en total".
Por todo ello, el profesor Millán alertó de la necesidad de convencer a Europa de que el problema "es de todos", ya que "la desertización y el cambio climático que está afectando a la cuenca mediterránea, al mismo tiempo que aquí está provocando sequía, lleva inundaciones al resto de Europa". "Hay que convencer a Europa de que se necesitan recursos para evitar la evaporación y recuperar el sistema hídrico", sentenció.
Millán Millán se pronunció en estos términos durante su intervención en la 'I Conferencia Internacional sobre Sequía, Agua, Medio Ambiente y Sostenibilidad', que se celebra del 26 al 28 de junio en la Universidad Politécnica de Valencia, acto en que destacó que "la Península Ibérica se va a quedar con unas precipitaciones por debajo de los 400 litros por metro cuadrado al año", mientras que en el interior de la Comunitat Valenciana "se están perdiendo más de 100 litros por metro cuadrado al año".
Al respecto, el que fuera asesor de la Comisión Europea en materia de estudios ambientales sobre desertificación y cambio climático desde 1974 hasta 2006, afirmó que "nos estamos quedando sin agua", por lo que instó a las instituciones y administraciones públicas a actuar con "premura".
Según explicó, al mismo tiempo que en las zonas del interior se están reduciendo las precipitaciones, se está produciendo un aumento significativo de las lluvias torrenciales en la costa. "Son dos caras de la misma moneda", indicó Millán Millán, quien avanzó que las lluvias van a ser "cada vez más esporádicas y menos frecuentes".
Para el profesor Millán, "la situación es posiblemente más seria de lo que contemplan las Naciones Unidas sobre el cambio climático", por lo que "no se puede pensar en un solo remedio", ya que "hay muchas alternativas o combinaciones de alternativas, que son diferentes para cada cuenca y hay que tenerlas a todas en cuenta".
"El problema es que esta realidad se nos está echando encima más rápidamente que la capacidad de respuesta de la Comisión Europea y esto, en un período en el que el cambio climático es acelerado, debería servir para abrir los ojos y acelerar los esfuerzos necesarios", añadió.
SOLUCIONES HÍDRICAS.
Respecto a las posibles soluciones para la falta de agua de la cuenca mediterránea, indicó que los trasvases deberían entenderse como "la hipoteca a medio o largo plazo con la que pagamos nuestra casa", al tiempo que defendió la reutilización de aguas depuradas o la desalinización como medio para abastecer de agua a zonas costeras.
En cuanto al "problema" que afecta a la cuenca mediterránea, el director del CEAM explicó que esta área se nutre de precipitaciones procedentes de tres fuentes distintas: la que viene del Atlántico, que representa el 20 por ciento de las precipitaciones; la que proporcionan las tormentas de verano, que contribuyen en un 15 por ciento, y las lluvias que provoca la 'gota fría' o temporales del Levante, que representan un 65 por ciento de las aportaciones.
Según indicó, los cambios de usos del suelo "han provocado una reducción de las tormentas de verano, que ya no precipitan en el Mediterráneo y lo hacen en otro sitio", con lo que "aumenta la evaporación, se altera la salinidad del Mar Mediterráneo, aumentando la sal del agua que sale al Océano Atlántico por Gibraltar, e influyendo en los frentes atlánticos que acaban provocando inundaciones en el centro y norte de Europa".
"El sistema de bombeo es el árbol, y si deforestamos, deja de llover", aseveró Millán Millán, quien argumentó que "si interrumpimos el ciclo, aumentarán las precipitaciones, pero se producirán en menos ocasiones; es decir, se producirán eventos tremendos, pero con menos agua en total".
Por todo ello, el profesor Millán alertó de la necesidad de convencer a Europa de que el problema "es de todos", ya que "la desertización y el cambio climático que está afectando a la cuenca mediterránea, al mismo tiempo que aquí está provocando sequía, lleva inundaciones al resto de Europa". "Hay que convencer a Europa de que se necesitan recursos para evitar la evaporación y recuperar el sistema hídrico", sentenció.